Ecologistas en Acción denuncia el abandono de los espacios naturales de la provincia de Toledo

Ecologistas en Acción de Toledo se ha pronunciado ante la desidia de la Consejería de Agricultura y los recortes en materia presupuestaria y de personal los espacios naturales toledanos sufren diversas y graves agresiones. 

La provincia de Toledo dispone de muy pocos espacios naturales protegidos declarados en virtud del artículo 40 de la Ley 9/99 de conservación de la naturaleza de Castilla-La Mancha que recoge las figuras de protección propias de la Comunidad Autónoma.

Según informa Ecologistas en Acción de Toledo, este déficit es especialmente visible en las figuras destinadas a salvaguardar los grandes espacios naturales. Así, por ejemplo, Toledo no cuenta con ningún Parque Natural, cuando el resto de provincias de Castilla-La Mancha tienen al menos 1, tampoco dispone de ningún Paisaje Protegido ni de ningún Paraje Protegido.

En un comunicado de prensa, este colectivo informa que en total Toledo dispone  de 13.255 hectáreas repartidas en 18 espacios protegidos, esto es, el 2,27 por ciento de la superficie de espacios protegidos de Castilla-La Mancha, ya de por sí exigua, pero que alcanza las 584.069 hectáreas y los 110 espacios. 

En este sentido, los ecologistas explican que la principal aportación de la provincia a la red de espacios naturales protegidos se limita a las 5.602 hectáreas de la parte toledana del Parque Nacional de Cabañeros. A ello cabe añadir las pequeñas aportaciones que suman 7 reservas naturales, 8 microrreservas, 1 reserva fluvial y 1 monumento natural.

Algo que critican también en su escrito es que el último espacio protegido de la provincia se declaró hace ya cinco años, en 2010, y fue el Monumento Natural de las Barrancas en los términos de Burujón, Albarreal de Tajo y la Puebla de Montalbán. En el olvido han quedado propuestas muy sólidas como la consensuada en el parlamento regional de dotar de un parque natural a la Sierra de San Vicente o la reiterada por los grupos ecologistas de sumar a este espacio el Valle del Tiétar.

De esta forma, desde Ecologistas en Acción han querido dejar claro que en este tiempo, no sólo no se ha consolidado la red de espacios protegidos de Toledo, sino que las restricciones presupuestarias y de personal y la deficitaria gestión de la Consejería de Agricultura y de los Servicios Periféricos de Toledo ha derivado en un creciente número de agresiones que están degradando a marchas forzadas los valores naturales de estos espacios, su integridad territorial y las posibilidades de desarrollar un uso público ordenado. De esta situación no se libra casi ningún espacio, pero cabe citar cuatro ejemplos muy significativos.

Incluso han asegurado que el Monumento Natural de las Barrancas está sufriendo un proceso de masificación y desorden generalizado de las visitas. Tras los vandálicos hurtos de las infraestructuras de uso público con las que se dotó el espacio desde 2008, el ayuntamiento de Burujón, ante la dejación de la Consejería, ha impulsado un descontrolado sistema de visitas, sin vigilancia y sin información a los visitantes. Así, por ejemplo, los coches invaden los miradores y las zonas para minusválidos, los visitantes se salen de los senderos y la basura se acumula. Además, el problema de los pescadores y cazadores furtivos, los incendios en el embalse de Castrejón y la contaminación de las aguas en el Tajo se acrecientan sin que se tomen medidas.

Ecologistas ha explicado que de los problemas no se libra la parte toledana del Parque Nacional de Cabañeros, donde las infraestructuras ligadas a la ilegalmente consentida práctica cinegética están suponiendo un daño ambiental, paisajístico y para el uso público evidente. Ahí están los recientes casos del vallado de la finca Valleleor en Hontanar, autorizado por los Servicios Periféricos de Toledo, o el corte de caminos de uso público para la realización de monterías en Navalucillos.

Ante esta situación, Ecologistas en Acción de Toledo ha reclamado a la Consejería de Agricultura un plan de acción para, en primer lugar, asegurar la protección efectiva de los espacios protegidos toledanos, lo que exige que asuma sus responsabilidades en materia de gestión, vigilancia y denuncia de actuaciones ilegales. Y, en segundo lugar, para consolidar la red de espacios ampliando la superficie protegida, dotando de una vez a la provincia del gran espacio natural del que sí gozan el resto de provincias.

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