Opinión

Yo también sería refugiado

Reconocer que las imágenes que estamos viendo son duras, muy duras, sin ir más lejos la que cito al principio, pero por desgracia es la realidad que tenemos. Por esa dureza de la situación no puedo entender el rechazo a estas personas por parte de gran parte de los gobernantes de la Unión Europea, entre ellos nuestro Presidente Rajoy. Poner cadenas y alambradas a los refugiados no es la solución, sino todo lo contrario: un mal parche para disimular su fracaso en la política internacional. 

La clave la ha dado un adolescente sirio de 13 años cuya frase debería martillear con fuerza en los cerebros de nuestros gobernantes: "Paren la guerra en Siria, nosotros no queremos venir a Europa". Más sensatez y cordura que todos los líderes mundiales y grandes estadistas. Si queremos evitar este conflicto de los refugiados sirios, no hay nada más sencillo que acabar con una guerra que durante varios años machaca sin piedad a la sociedad civil de ese país, a lo que ahora hay que unir el problema del ISIS con sus fanatismos. Paren la guerra y se acabaron los refugiados, pues ellos lo que quieren es vivir tranquilos en sus casas. Viendo esta situación en su país de origen puedo decir que yo haría lo mismo, yo sería un refugiado que buscaría un lugar donde vivir tranquilo con mi familia, alejado de la muerte de esa guerra que no han sabido parar las grandes potencias. 

Está claro que es una situación complicada, pero hay que dar una solución ya, de lo contrario el problema se irá agravando hasta límites insospechados. Pongamos remedio a este éxodo con medidas de nuestras administraciones (en España las CCAA y Ayuntamientos están dando una lección al Gobierno Central) o, como indica el Papa Francisco, que las parroquias acojan a refugiados. Pero una vez resuelto estos problemas pongamos manos a la obra en curar el origen del problema: la Guerra en Siria. De esa manera se acabará esta situación tan inhumana. 

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