Podemos se posiciona en contra de que se siga trasvasando agua del Tajo

El diputado de Podemos en Castilla-La Mancha, David Llorente, ha afirmado que "en las condiciones actuales en que no se está garantizando el abastecimiento básico de agua no se puede seguir trasvasando".

Así ha reaccionado el diputado regional de la formación morada castellano-manchega, David Llorente, durante su intervención en la Comisión de Fomento de las Cortes de Castilla-La Mancha después de que el Gobierno haya autorizado un nuevo trasvase de 10 hectómetros cúbicos a través del acueducto Tajo-Segura.

A su juicio, es necesario establecer y aplicar caudales ecológicos y usos prioritarios del agua, fundamentalmente el abastecimiento para garantizar un consumo básico del agua de la población, y también su disponibilidad para los regantes. "Si no se garantizan esos caudales ecológicos y esos usos prioritarios, indudablemente no puede trasvasarse agua", ha sentenciado.

El también portavoz del Grupo Parlamentario Podemos ha dicho que "no solo se debe seguir el rastro del agua, sino también el rastro del dinero". "Con el agua de todos y de todas unos pocos están haciendo negocio", y por eso ha propuesto que se haga "una auditoria del negocio y la privatización del agua".

Cree que la solución a este tema no vendrá de fomentar guerras en torno al agua entre territorios, sino de adoptar una visión más amplia.

Asimismo, ha hablado de "desregionalizar la cuestión del agua", es decir, de abordarla como una cuestión que concierne a diversos territorios y promover un diálogo interterritorial para buscar un acuerdo en torno a una política integral del agua, que comprenda una reforma y actualización de los planes hidrológicos con criterios sociales y ambientales y la búsqueda y puesta en marcha de alternativas a los trasvases, como son las depuradoras y las desaladoras.

Finalmente, ha apuntado que "no solo hay que hablar de cuánta agua y para qué, sino de qué agua". "Hay que cuidar la calidad del agua", ha exclamado Llorente, que piensa que es importante prohibir y controlar los vertidos contaminantes, y para ello, a su juicio, una herramienta fundamental es la fiscalidad ecológica. "Los vertidos tienen que estar penalizados hasta el punto que sea inasumible, es decir, que no les salga a cuenta a las empresas hacer estos vertidos", ha concluido.

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