Opinión

Las circunstancias y la gente

Así pasa con el término “gente”. ¿Quién es la gente de la que tanto habla PODEMOS? No hay que responder de manera inmediata y, por tanto, vana. No basta con contestar: “esta, ese y aquel son la gente”. La gente en política sólo puede definirse por las circunstancias. Pero, ¿cuáles son las circunstancias concretas en las que vivimos hoy? ¿Cuál es el análisis del momento actual que nos ofrece un mapa de nuestras circunstancias y de nuestra gente?

La crisis, sin duda, está en boca de todo el mundo. La cuestión es saber identificar la crisis y la respuesta que se le está dando. No estamos viviendo una crisis más, sino una crisis financiera neoliberal. Y esta crisis y esta respuesta neoliberal a la crisis que han provocado las políticas neoliberales están haciendo sufrir a muchas personas. Estas personas son, de manera especial, “la gente”.

La gente es también, por supuesto, quienes no están sufriendo estas políticas, o al menos no en carne propia, pero, como creen en la solidaridad, entienden que estas no son formas de construir libertad ni igualdad para todos y todas. Y no nos olvidamos de las que, con crisis o sin crisis, llevan muchos años luchando, de mil modos, por democratizar la sociedad, a favor de la igualdad entre hombres y mujeres o por la defensa del medio ambiente.

A la respuesta neoliberal a la crisis neoliberal se le ha llamado “políticas de austeridad”, pero todos sabemos que se trata sólo de un eufemismo. Un nombre más honesto sería “políticas de desposesión”. Los recortes en gasto social: en sanidad, educación, servicios sociales e igualdad, en cultura y en ayudas y subsidios imprescindibles; la liberalización de los mercados laborales, facilitando el despido y precarizando el empleo, hasta el punto de que, a día de hoy, el salario no llega en muchos casos para satisfacer las necesidades básicas; las privatizaciones y externalizaciones, el deterioro de lo público para justificar su paso a manos privadas, la venta de bienes comunes como el agua; la socialización de la deuda privada a través del rescate bancario pagado con subidas de tasas e impuestos y recortes sociales, más la reforma de la constitución para priorizar el pago de la deuda socializada; los recortes de derechos civiles para disuadir la protesta de quienes están pagando los platos rotos de las políticas neoliberales: multas, ley mordaza, cambios en el código penal y en la autonomía municipal… Sí, estas políticas de desposesión son las circunstancias de hoy.

A ellas hay que sumar las condiciones propias del neoliberalismo: un modelo económico que gira en torno a la deuda y el despotismo de los acreedores, que genera paro estructural, que mercantiliza la vida y privatiza a las personas, que destruye la naturaleza...

Veamos, entonces, ¿dónde está la gente de la que hablamos? En medio de estas circunstancias, luchando por hacer su vida, su dignidad y su futuro.

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