La llegada de los representantes de Podemos al Congreso de los Diputados ha provocado una serie de actuaciones que no eran usuales dentro de la actividad parlamentaria española. Más allá de los cambios estéticos que han escandalizado a algunos políticos, algo a destacar es la renuncia de los diputados de la formación morada a los privilegios políticos.
Es el caso de Gloria Elizo, una de las vicepresidentas de la Mesa del Congreso y diputada de Podemos por la provincia de Toledo. En este sentido, cabe destacar que Elizo ha renunciado esta semana al coche oficial, al igual que su compañero de filas de En Comú Podem, Marcelo Expósito.
Estos gestos de vida austera y regeneración democrática se han sumado a las otras renuncias ya habituales en los cargos públicos de Podemos. Pues bien, Elizo ha renunciado además a las pensiones para exparlamentarios, a la tarjeta de 3.000 euros para taxis, al pago de la conexión gratuita de Internet o las ayudas de alojamientos para los representantes de fuera de Madrid. Asimismo, como es habitual en Podemos, Elizo solo cobrará tres salarios mínimos, un sueldo muy inferior al del resto de parlamentarios.
Este tipo de iniciativas son una de las bazas que ha promocionado el partido de Pablo Iglesias desde su nacimiento, y que, en lugar de convertirse en papel mojado, se han llevado a la práctica inmediatamente. Tales son los casos de David Llorente y José García Molina, diputados de Podemos en las Cortes de Castilla-la Mancha.
El secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha renunció de forma inmediata al seguro de vida y accidentes, así como al coche oficial que le correspondía. A pesar de esto, la diputada del PP, Cesárea Arnedo, le acusó de mentir y de haberle visto en un coche oficial. Estas declaraciones fueron posteriormente desmentidas por Molina, publicando un vídeo en el que se demostraba que usaba su coche particular.
