Opinión

La indecencia no la puede esconder una tarjeta black

Para cualquier familia de nuestra región en la que hay o haya habido una persona dependiente, resulta especialmente doloroso ver los datos  que se desprenden de la fiscalización pública que ha salido a la luz. Nacho Villa, paracaidista del periodismo, y al que Cospedal hizo aterrizar en un "aeropuerto" del que ni siquiera conocía donde estaba, con una maleta de 120.000 euros de salario, entendía que el contenido de esta maleta era demasiado escaso para sus "méritos y logros". El haber llevado a la televisión pública castellano-manchega a los niveles de audiencia más bajos de su historia, a ser condenada en los tribunales, a ser el hazmerreír de toda la sociedad, a ser denunciada por parte de sus propios trabajadores por su vergonzosa manipulación de la información, tuvo además como "premio" una tarjeta de crédito que él utilizaba como un rifle de repetición y que la ciudadanía pagaba.

Es muy doloroso comprobar, que mientras Villa, ungido con el dedo todopoderoso de la lideresa del Cigarral donado, desenfundaba la tarjeta black en locales nocturnos, muchos padres y madres en esos momentos pasaban la noche en vela intentando mantener con vida a sus hijos grandes dependientes y al mismo tiempo pensando cómo iban a afrontar al día siguiente los cuidados que necesitaban. Mientras sacaba a pasear la tarjeta opaca para pagar la carne de buey de Kobe, en muchos hogares se hacían cuentas y se tenía que elegir entre medicar a sus familiares dependientes o poner encima de la mesa un trozo de pan. Mientras se regaban con excelentes vinos comidas en restaurantes de lujo, los familiares de los dependientes tenían que contar los pañales que les quedaban porque no podían pasarse de cuatro al día. Mientras se gastaba 35.000 euros en taxis, a pesar de tener dos chóferes a su disposición, las personas en situación de dependencia veían como se eliminaba el transporte para llevarles a centros de día o terapia de rehabilitación.

Pero el disparate no termina aquí, ya que de todos estos gastos, Nacho Villa solamente justificó el 28%; la directora de informativos, Victoria Vigón, denunciada por mobbing, solo el 6%; y la subdirectora, Yolanda Guirado, la misma que abrió la noticia de un crimen machista con una picadora de carne, únicamente el 1%. Entretanto, el Ejecutivo del PP lanzaba el manto de la sospecha sobre miles de padres y madres que cuidaban de sus hijos grandes dependientes, negándoles prestaciones económicas debido a que Cospedal no estaba segura de que ese dinero se fuera a utilizar para sus cuidados.

Pues bien, como padre de dos hijos con gran dependencia que ha sufrido en sus carnes todas las tropelías que se cometieron con el Gobierno de Cospedal, toda esta desvergüenza que hemos conocido de lo que ha pasado en un organismo público como Radio Televisión Castilla-La Mancha me lleva a decir basta; basta ya y hasta cuándo vamos a consentir todo esto.

Como dijo Voltaire, "quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero".

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