En medio de un marco de negociaciones a nivel nacional para conseguir una coalición electoral que no solo supere en votos al Partido Socialista, sino que haga un auténtico sorpasso al PP el próximo 26 de junio, el secretario general de Podemos, José García Molina, y la dirección del partido en la región se habrían mostrado dispuestos a modificar las listas electorales de diciembre para conseguir una mayor pluralidad.
Aunque a nivel estatal se han descartado hacer fuertes cambios en las listas electorales, llegándose incluso a blindar puestos clave como el de Íñigo Errejón en Madrid, la situación en Castilla-La Mancha habría llevado a que la dirección de la formación morada en la comunidad sea más flexible en este aspecto.
Podemos Castilla-La Mancha parte de un contexto electoral bastante pobre. A causa de la ley d’Hont y del sistema de circunscripción provincial, el partido de los círculos solo consiguió una diputada por Toledo, siendo superada por Ciudadanos en el resto de provincias, donde prácticamente pasó a la irrelevancia electoral a pesar de tener una diferencia de apenas mil votos con los de Albert Rivera.
A esto se le une una campaña electoral a nivel regional que algunos sectores críticos del partido calificaron como “mala, insuficiente e ineficaz”, asegurando incluso que llegó a gestionarse peor que la de las elecciones autonómicas.
También destaca el aspecto de los fichajes electorales truncados, como es el caso del profesor Juan Pablo Wert. El hermano del polémico exministro de Educación pasó de sustituir a María Romero a desaparecer del foco mediático una semana antes de acabar la campaña. No obstante, Wert lo achacó a motivos personales, y recientemente declaró estar a disposición del partido.
Molina lleva una semana manteniendo “contactos informales” con IU
La particularidad de la situación en Castilla-la Mancha ha causado que en la región se haya empezado a mantener reuniones con algunos miembros de Izquierda Unida, aunque por el momento no habrían sido similares a las llevadas por Pablo Echenique y Adolfo Barrena. El propio Molina reconoció haber tenido “contactos informales”.
A dicho encuentro asistieron pesos pesados del partido como Carolina Bescansa, Irene Montero, Alberto Rodríguez o Ramón Espinar, por lo que es probable que las conversaciones entre Molina y algunos miembros de Izquierda Unida no sean vistas con malos ojos desde el Consejo Ciudadano Estatal.
Molina admitió que no habían comenzado las comenzado aún las conversaciones a nivel territorial, pero sí declaró que se han producido conversaciones con algunos miembros de Unidad Popular-IU con los que coincide “en foros y tertulias”. Uno de esos casos sería el de Jacobo Medianero, al que suele acompañar habitualmente en programas como Tercera Pantalla.
Molina se mostró muy abierto con el partido liderado por Alberto Garzón. Durante el transcurso del foro, el diputado de Podemos en las Cortes de Castilla-La Mancha mostró sus deseos de “encontrar la mejor manera de ir juntos”. Igualmente, expresó que “Podemos había sido una confluencia en sí mismo” y aseguró que “todo el que ha querido sumar ha sido bienvenido”.
Una coalición con verdadero “efecto multiplicador”
Los esfuerzos por conseguir una confluencia exitosa en Castilla-La Mancha tienen buenos motivos. Los estudios electorales reflejan que la que la coalición entre Podemos e IU podría llegar a conseguir 4 diputados en las elecciones del 26 de junio, con la posibilidad incluso de obtener un diputado más en Cuenca e igualar al Partido Socialista en escaños, según pudo recoger el estudio de Jaime Miquel & Asociados para Público.
Esta jugosa posibilidad no solo se queda reducida a las encuestas o las predicciones. Un reciente estudio publicado por la agencia Europa Press reflejó que, si Podemos y Unidad Popular hubieran sumado fuerzas de cara al 20 de diciembre, habría obtenido hasta 4 escaños, uno por provincia a excepción de Cuenca. Esta suma saldría a partir de los votos obtenidos por ambas elecciones aplicando la ley d’Hont.
Según el estudio de Europa Press, Podemos e IU, que sumaron 200.931 votos, le habría arrebatado a Ciudadanos sus escaños de Albacete y Guadalajara, mientras que en la provincia de Ciudad Real habría salido perjudicado el PP, perdiendo uno de sus tres escaños en detrimento de la hipotética coalición.
La formación naranja es consciente de la terrible situación a la que pasaría en caso de que tuviera lugar la confluencia. El coordinador regional de Ciudadanos, Antonio López, aseguró que la unión de Podemos e IU “podría suponer un problema”, defendiendo que la suma de sus votos desbancaría a su partido. En este caso, el sistema electoral que les benefició en diciembre, les afectaría gravemente en junio.
Por su parte, desde Podemos han presumido del auténtico “efecto multiplicador” que daría la unión electoral de ambos partidos. El diputado de Podemos, José García Molina ha ido asegurando en sus últimas apariciones en público que “un acuerdo con IU multiplicaría por cuatro el número de diputados obtenidos”. Por eso, además de llevar las conversaciones con Unidad Popular a nivel regional, ha llamado a conseguir una confluencia “que llegue donde ahora no hemos llegado”.
En Izquierda Unida también queda latente la “ilusión”. El coordinador regional, Daniel Martínez, aseguró durante el primero de mayo que una coalición que “respetara los proyectos” daría un “salto cualitativo” que nos llevaría a un gobierno diferente al del PP.
En la misma línea se mostró el coordinador regional de IU en Cuenca, Jacobo Medianero, que expresó en un encuentro con la prensa que veía “opciones” de obtener un diputado por Cuenca. No obstante, Medianero defendió que se podría ir más allá, es decir que la situación “multiplicaría las opciones y generaría ilusión”, unas palabras muy similares a las expresadas por Molina.
