El cementerio de neumáticos incendiado en Seseña, ilegal desde hace trece años

La actividad fue prohibida después de que se incumpliera la licencia para reciclar estos desechos. Además, el dueño de la empresa fue sancionado con 690.000 euros y condenado a tres meses de cárcel.

La montaña de neumáticos de la localidad toledana de Seseña comenzó a formarse a finales de los años noventa, pero no fue hasta el año 2003 cuando la empresa que los depositaba en estos terrenos solicitó licencia para su triturado y reciclaje, pero finalmente no cumplió su obligación, lo que dio inicio a uno de los mayores problemas medioambientales de España.

El cementerio de neumáticos, que acumula cinco millones de ruedas y que anoche comenzó a arder, se expande a los largo de casi diez hectáreas de las cuales un tercio se encuentran en el municipio madrileño de Valdemoro. Además, este vertedero está situado a menos de medio kilómetro de la famosa urbanización de El Quiñon, construida por Francisco Hernando, más conocido como Paco ‘El Pocero’.

En un principio, los desechos comenzaron a acumularse en la localidad toledana, pero la montaña creció tanto que empezó a ocupar parte del municipio madrileño.

Disfilt S.A. fue la empresa que acumulaba los neumáticos

Fue la empresa Disfilt S.A., dedicada a la fabricación de neumáticos y cámaras de caucho, la que comenzó a utilizar los terrenos de Seseña, alquilados a dos propietarios particulares, para depositar las ruedas sin contar con licencia ninguna.

En aquel entonces, el que llegó alcalde de Izquierda Unida en Seseña, Manuel Fuentes, interpuso las primeras denuncias por estos hechos desde la oposición en el año 1998 y alrededor del año 2000 se produjo el primer incendio, aunque la magnitud fue muy baja.

Tres años después, en abril del año 2003, coincidiendo con la construcción de la megaurbanización de Paco ‘El Pocero", la empresa solicitó la licencia municipal que mencionábamos anteriormente, pero la incumplió, lo que motivó inspecciones y sanciones por parte de la Junta de Comunidades, hasta que se declaró ilegal la actividad y se precintó el cementerio.

El regidor de IU recuerda, no obstante, que no se han depositado neumáticos en este lugar, "a no ser que haya entrado un camión a escondidas", desde el año 2006 e incluso durante estos años la Policía Local y los agentes medioambientales de la Junta de Comunidades custodiaron los terrenos para evitar nuevos depósitos.

Tres meses de prisión y multas por valor de 690.000 euros

En una sentencia judicial del año 2009, el juez condenaba al propietario de la empresa a tres meses de prisión, al considerarlo responsable de un delito contra el medio ambiente. Además fue sancionado con una multa de 600.000 euros por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha y con otra de 60.000 euros por la Comunidad de Madrid.

En el año 2011, el Ayuntamiento de Seseña consiguió que un juez decretase la parcela, actualmente propiedad de dos empresas inmobiliarias, como "bien abandonado", de modo que el Consistorio podía hacerse cargo del triturado y de la retirada de neumáticos.

Para esta actividad, en un principio, el Consistorio contrató a una empresa senegalesa, pero luego rescindió el contrato, y se lo encargó a Gestión de Desechos y Ruedas Iberia, que tampoco pudo hacerse cargo de la retirada de ruedas por su gran número y por la complejidad de la tarea.

El pasado mes de febrero, el Consistorio de Seseña informó de que había resuelto "de común acuerdo" el convenio de colaboración con esta y explicó que, tras este acuerdo, se daba vía libre al Ministerio de Medio Ambiente y a las consejerías de Medio Ambiente de Madrid y de Castilla-La Mancha para que "actuando de acuerdo a sus competencias", adoptasen la solución "más efectiva para finalizar la eliminación del depósito de neumáticos fuera de uso", pero la tardanza en solucionar este problema medioambiental ha pasado factura.

Denuncian la pésima gestión de las instituciones

Por su parte, Amigos de la Tierra y Ecologistas en Acción han advertido de la grave contaminación atmosférica que está causando este incendio y han coincidido en denunciar una pésima gestión de las administraciones desde hace muchos años.

Consideran que las instituciones han seguido amontonando neumáticos en la zona sin tener en cuenta las continuas advertencias de los riesgos ambientales, lo que ha hecho que sea el mayor cementerio de neumáticos de Europa.

El problema ambiental de este incendio

Los neumáticos contienen más de doscientos compuestos químicos diferentes, principalmente caucho natural, caucho sintéticos, pero también cuentan con agentes químicos como azufre, óxido de zinc o cadmio.

Entre las sustancias que se emiten a la atmósfera se encuentran, según la Agencia norteamericana de Medio Ambiente, se encuentran compuestos peligrosos como los hidrocarburos aromáticos policíclicos, los cancerígenos benceno y benzoapirenos, dioxinas, furanos y metales pesados.

No es de extrañar, por tanto, que esta agencia recomiende que, ante un incendio de neumáticos, cualquier área expuesta a la columna de humo o sujeta a exposición por vientos cambiantes debería ser evacuada como medida de precaución.

Asimismo, el agua usada en la extinción del fuego arrastra los aceites y sustancias que liberan los neumáticos al quemarse, contaminando su propio curso con sustancias peligrosas.

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