Así ha sido el primer año de Podemos en las Cortes de Castilla-La Mancha

Un programa de rescate social que supera los seiscientos millones de euros, una apuesta fuerte por el laicismo y la supresión de privilegios políticos, entre las medidas más destacadas que ha impulsado la formación morada.

Ayer, 24 de mayo, se cumplió un año desde la celebración de las últimas elecciones de Castilla-La Mancha. En estos comicios, además de conseguir representación parlamentaria, la formación morada logró un auténtico cambio político en la región, puesto que además de acabar más treinta años de mayorías absolutas, también se puso punto y final a cuatro años de polémicos recortes impulsados por el Gobierno de María Dolores de Cospedal.

Los resultados electorales dieron a Podemos un total de dos escaños, que fueron ocupados por el candidato por Guadalajara, David Llorente, y por cabeza de lista por Toledo y secretario regional, José García Molina. En este sentido, la aritmética electoral hizo que esta fuerza política fuera decisiva para investir como presidente al candidato socialista Emiliano García-Page.

Igualmente, ese cambio se ha visto reflejado en las Cortes de Castilla-la Mancha, que pasaron de ser algo irrelevantes para el ciudadano de a pie, a cobrar un gran protagonismo en las vidas de los castellano-manchegos, albergando acalorados debates y aprobándose medidas con un fuerte carácter social.

Pero, ¿cuáles han sido exactamente las conquistas de Podemos tras su llegada la vida política de la región?

Un programa de rescate social de 630 millones

Con un 28% de los habitantes de Castilla-La Mancha por debajo del umbral de la pobreza y un 37% de hombres y mujeres en riesgo de exclusión social, Podemos estableció entre sus “líneas rojas” dentro del pacto para la investidura de García-Page un Plan de Emergencia Ciudadana, el cual debía tener al menos una partida de 600 millones de euros en los Presupuestos de 2016, al que finalmente se añadieron otros 30 millones de euros.

Este ambicioso plan se centra en cuestiones esenciales y necesidades básicas que fueron recortadas por el Partido Popular, como las ayudas a la dependencia, la universalización de la Sanidad, o la Educación. La ley de Emergencia Ciudadana ha tratado de garantizar los pagos en esas ayudas sociales, así como ha influido en otras decisiones del acuerdo entre el PSOE y Podemos, como la devolución de las tarjetas sanitarias a los inmigrantes, un programa contra la Pobreza Energética o las oficinas antidesahucios.

Reducción de la jornada laboral a 35 horas

Aunque recientemente estas leyes han sido suspendidas por el Tribunal Constitucional a causa de un conflicto con el Gobierno de Rajoy, durante los casi cinco meses en los que fueron aplicadas se mejoró notablemente la productividad de los trabajadores públicos. Estas leyes se aprobaron a inicios de enero con los votos favorables de los socialistas y de Podemos y suprimieron las jubilaciones forzosas a los trabajadores públicos y las “horas Cospedal” que obligaban a estos a trabajar 37,5 horas semanales.

Educación pública y el laicismo en las instituciones

Podemos tampoco se ha callado a la hora de proponer al Gobierno de García-Page medidas que pudieran generar un conflicto con algunos colectivos, como es el caso de la Iglesia Católica. La fuerte apuesta por el laicismo en las instituciones llevó a que la formación morada obligara a congelar en los presupuestos de este año la partida destinada a la Educación concertada, que en su mayoría está gestionada por los católicos.

José García Molina defendió que no se debía pagar la educación concertada “con el dinero de todos” cuando es de gestión privada, recalcando que se debía dar prioridad a la educación pública. Esta decisión llevó a una guerra abierta con las escuelas católicas, así como con el arzobispo de Toledo, con el que tuvo que reunirse después.

Otra de las propuestas que llevó a cabo Podemos, en este caso de forma conjunta con el PSOE, fue una propuesta que buscaba eliminar las subvenciones a los servicios religiosos en los hospitales públicos. Podemos explicó que el coste de los sacerdotes católicos ascendía a 425.000€, lo que “restaba capacidad a la atención sanitaria del resto de ciudadanos y discriminando a las personas de otras confesiones o que no procesan religión alguna”.

El PSOE bloqueó algunas propuestas de Podemos

No obstante, no todo lo que llevó Podemos a la cámara autonómica durante este primer año ha conseguido aprobarse. Pese al acuerdo de investidura, el Gobierno de Emiliano García-Page se ha mostrado distante con Podemos en ciertos aspectos, como el de la Modificación de la Ley de Gobierno.

Con aquella reforma, Podemos buscaba eliminar de una vez por todas los privilegios a los que tienen acceso los antiguos presidentes autonómicos. Pero los socialistas se opusieron. Sin embargo, a pesar de estar vigentes en la legislación, todos los expresidentes de Castilla-La Mancha han renunciado a ellos tras la presión pública ejercida por el Ejecutivo de Page.

Otro de los temas que más tensiones han creado entre el PSOE y su socio está relacionado con la materia educativa. Hasta hace unos días, la Junta contó con una Consejera de Educación que destacó por la continuidad de las políticas de Cospedal, el estricto cumplimiento de la LOMCE o por su decisión de despedir a los interinos en verano.

Las políticas de Reyes Estévez causaron las primeras movilizaciones unánimes del sector docente tras los comicios, así como la exigencia de Podemos para que la consejera dimitiera. El PSOE se resistió durante un tiempo a reemplazarla, pero posteriormente aprovecharon una baja por enfermedad de Estévez para cesarla.

¿Qué propone Podemos para el próximo año?

La formación morada sabe que los cambios que se han producido en la región durante la actual legislatura no son suficientes. El legado de Cospedal y la continuidad en ocasiones de ciertas políticas del PP, así como el permanente clima electoral y la actitud del Gobierno de Rajoy a la hora de vetar leyes como la de la jornada de 35 horas, ha llevado a que algunas de las medidas que acordaron PSOE y Podemos en la investidura sigan en el tintero.

José García Molina es consciente de ello, y en una entrevista concedida a la agencia Europa Press, ha reconocido que “los procesos electorales han ralentizado la actividad parlamentaria”, realizándose menos cosas “de las que se deberían”, aunque también ha achacado estos hechos a la acción del Gobierno de Castilla-La Mancha.

Para el próximo año, la formación morada tiene pensado llevar a las Cortes varias proposiciones sobre la Ley de Transparencia y otra de Participación Ciudadana. También hay intención de tocar el tema de la deuda, al cual recurría Podemos en sus primeros meses de vida. Entre otras medidas, Molina detalló que se debatirá en la cámara autonómica una ley de Auditoría y otra sobre el endeudamiento. El líder de Podemos espera que se aprueben estas leyes antes de acabar el año.

También tienen listas algunas propuestas para cuando se forme un cambio de Gobierno en España, que creen que “acelerará” el trabajo en las Cortes. García Molina ha adelantado que verán la luz una Ley sobre Radio Televisión Castilla-La Mancha, una reforma de la Ley de Consejo de Gobierno y una modificación del reglamento del propio parlamento autonómico.

Sobre el acuerdo de investidura por el cual Podemos garantizó el Gobierno de los socialistas, el líder de Podemos ha sido claro: quiere que se cumpla “incluso mucho antes” de que se acaben los cuatro años de legislatura. Además, ha criticado que muchas propuestas se han convertido en mera voluntad política. “Esas propuestas son de las que más duelen cuando no se cumplen”, ha expresado el líder regional.

Para terminar, Molina ha querido hacer una llamada al Gobierno del PSOE. Tras reconocer que “hay ciertas reticencias del Ejecutivo”, el secretario general del partido de los círculos ha indicado que “desea sentir que haya un verdadero Gobierno del cambio, y no solo unos cambios en el Gobierno”.

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