Opinión

Las rosas del cambio: Un sí por España y por todos

Siempre digo que ser socialista es una forma de ser, una forma de vivir, de pensar, de actuar y de sentir. Porque no hay mayor sentimiento en la vida que hacer siempre lo que uno cree y considera que es justo, en favor de los demás.

Ser socialista no es creerse ni más ni menos que nadie. Ser socialista es hacer, es cambiar, es revolucionar la sociedad entre todos. Ser socialista es incluir y no excluir, es unir y no dividir, es abrazarse y no pelearse entre nosotros.

Pienso en todos y cada uno de los hombres y mujeres de este país que han hecho grande a este Partido y solo puedo decirles GRACIAS. Gracias por todo lo que habéis hecho y a los que quedamos aquí, compañeros militantes y simpatizantes. En definitiva, socialistas de corazón y de alma, os digo que no decaigáis nunca en vuestro ánimo. Que nada ni nadie nos detenga. Que somos muchos, pero al final, simplemente somos uno. Un todo que tiene sentido mientras haya un solo ser humano en este mundo viviendo en situación de pobreza, desigualdad e injusticia.

Ser socialista no se compra ni se vende. Se siente. Ser socialista no es algo que te apetece un día, como un dulce que ves en una confitería que te lo comes, y al rato hasta has olvidado su sabor. Ser socialista es un amor pasional, profundo, sincero, es dejar al lado lo que nos separa, aunque sin dejar nunca de respetarlo. Es mirarnos también a los ojos y comprendernos y reconocernos los unos a los otros. Es llegar a sentir afecto por todos como buenos hermanos, sí y sentir que el dolor de uno de los nuestros, también es tuyo. Recuerdo como ha habido épocas en la Historia donde escritores y poetas varios, han escrito sobre el dolor de España y sí, a los socialistas nos duele la actual España, la de un Rajoy huidizo que no ha sido capaz de reconocer errores ni tampoco asumirlos. No ha sido capaz de dar la cara nunca.

Yo no quiero una España que sea grande tan solo por honrar a sus símbolos. Creo sinceramente que la patria es mucho más que eso. La patria de un socialista no tiene fronteras pues allá donde hay un ser humano que sufre o que consigue éxitos, ahí hay Socialismo de verdad.

Los socialistas nacimos con inquietudes, en una zona de Madrid, en una reunión de amigos donde aquellos hablaron de una España que querían pero que no veían. Fue un PSOE de tasca, de taberna, de olor nostálgico, acogedor donde unos hombres decidieron que el obrero tenía que unirse y defenderse de aquellos que amenazan su propia supervivencia. Porque decir PSOE es decir lucha por la justicia, la igualdad, la solidaridad y los derechos humanos.

Quiero apelar a la Historia, pero como no hay Historia sin pasado, tampoco existe si ésta no tiene presente ni futuro. Si hablamos del Presente, un socialista no puede más que pintarlo de negro: el negro de los recortes, del paro, de la injusticia, de la mordaza social, del exilio económico, de las mentiras, del escondite permanente de su Presidente del Gobierno, de la corrupción…en definitiva de un jardín devastado por estas “heladas” de la Derecha de siempre, de esa que mira por lo suyo a costa de lo ajeno, del “quítate tú para ponerme yo”, del “y tú más”, del politiqueo que no es más que la falsa y mala política que nos ha llevado hasta aquí.

Ser socialista también es reconocer los errores que hemos cometido. Pedir perdón no es suficiente. Lo justo, necesario y fundamental para el buen funcionamiento del Estado, es asumir responsabilidades, solucionar los problemas yendo a la raíz de ellos, extirparlos porque si le ponemos un parche sin haber desinfectado nada, la herida supurará y volveremos a estar viviendo una enfermedad que, como país, nos está dejando en una situación preocupante.

Como socialista, puedo prometer y prometo que siempre me dejaré la piel por los demás. Por eso, hoy me la estoy dejando, al igual que mi alma, para pedirte el voto. Te lo pido ya no sólo por mí, te lo pido por los tuyos (por los que viven y por los que tienen que venir). Te lo pido para que vuelva a haber una acción de gobierno que sea digna de la grandeza de España.

Estoy convencido de que no podemos seguir así pero no puedo prometer la luna, ni tampoco deciros que los socialistas vamos a asaltar los cielos (eso, se lo dejo a otros). Mi ambición como político en campaña será siempre vencer, pero para eso, mi primer objetivo es convencer. Y por eso, convéncete de que el cambio es posible y que lo posible es que haya una España mejor de la que hay en la actualidad.

Acuérdate el domingo de Ernest Lluch y valorarás la Sanidad Pública, acuérdate este 26 de junio de José María Maravall o de Ángel Gabilondo y verás que hay que luchar por una Educación Pública de todos y para todos pero que cuente, de una vez por todas con todos los partidos políticos y toda la Comunidad Educativa para hacer una ley justa y duradera en el tiempo. Acuérdate también de los dependientes pues al hacerlo, te estarás acordando de que, si existe una ley que reconoce que hay que satisfacer sus necesidades, existe porque un Gobierno del PSOE lo hizo posible.

Te pido el voto también, por el futuro de nuestros jóvenes. Mi recuerdo aquí para todos aquellos que no están con nosotros, sino que viven más allá de nuestras fronteras (no me olvido de la movilidad exterior, mentira permanente de la Ministra Fátima Báñez). Para ellos, es también nuestra campaña.

Te pido el voto por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Te lo pido para que, de una vez por todas, las mujeres sean iguales en la vida real y no en los papeles de documentos que luego quedan en nada. Pido para ellas una vida digna y el legítimo derecho de vivir el amor sin miedo a que la amenaza, el chantaje y la violencia supongan en muchos casos, la muerte.

Te pido el voto para que lo que es normal en la calle sea elevado a la categoría de normal en las instituciones como diría Adolfo Suárez. Y te lo pido para que la limpieza en la Política vuelva de verdad. Por eso, dile NO a aquellos que han amnistiado a personas que hoy están declarando en los juzgados o que ya están en la cárcel, como Granados y muchos otros del Partido Popular. Sí, cito al Partido Popular porque es a quien quiero ganar. Porque quiero cambiar las políticas del PP, pero eso sí, haciéndolo sin que ello suponga la destrucción de ningún partido. Yo no estoy en Política para ajustar cuentas con nadie. No soy defensor ni he sido nunca, de la Política de “vendetta”, como algunos quieren hacer. Eso no es nueva ni buena Política, eso es simplemente violencia.

Yo no quiero sentirme avergonzado de mi Gobierno. No quiero que España vuelva a ser un país cuyo Presidente del Gobierno, esté más que en entredicho a ojos de Europa y del mundo. Yo quiero una persona preparada, capaz, limpia, honesta, sensata y que, sobre todo, tenga altura de miras y sentido de Estado.

Quiero que valores y reflexiones sobre el sentido de tu voto y si crees que tu voto debe significar cambio, entonces solo tienes la opción del PSOE porque si tú das el voto a otros creyendo que ese cambio iba a ser posible, has visto que lo que han hecho es darte el cambiazo. Por eso, estamos aquí. Te han dado el cambiazo y tienes que volver a votar.

No te sientas culpable si votaste una opción que te ha defraudado, los socialistas te ofrecemos un gobierno seguro, de confianza, de esfuerzos compartidos. Un gobierno que va estar contigo y no contra ti, como lo han hecho durante la última legislatura.

Abre tu mano a la rosa del progreso y después, agárrala con tu puño con toda tu fuerza para que no se te escapen ni el Presente ni el Futuro. Siéntela. Huélela. Es el perfume del cambio. No lo dudes. Pero ten claro que ese perfume que se meterá en la sociedad española, si ésta así lo quiere, será el que haga posible que volvamos a tener esa España justa que queremos y todos necesitamos. La de un sí por España, la España de los derechos y no de la derecha, la España de los acuerdos y los consensos necesarios para avanzar porque no olvides nunca que, si quieres hacerlo, sólo se puede avanzar por la izquierda, pero no una cualquiera sino la de la socialdemocracia. La izquierda segura, sensata y, sobre todo, moderada y necesaria para afrontar estos tiempos tan difíciles para España y Europa.

Por eso date esta oportunidad. No la dejes escapar. Vota con el corazón y también con la cabeza y di un sí por todos.

Comentarios