¿Acaso flotan los restos del Partenón, perezosa pero implacablemente, hacia el Sol? ¿Se dirigen los rascacielos de Caracas hacía Júpiter o Plutón? Todo parece indicar que ambos estados siguen en sus acostumbrados sitios, con sus usuales problemas y con los mismos mandatarios que el mes pasado.
Y, sin embargo, se han volatilizado de los medios. Algo creí oír en la SER hace un par de días, pero hablaban de Panamá. Un país que, de la misma forma misteriosa, desapareció de nuestras televisiones justo durante la campaña electoral. Casi llegué a temer un cataclismo de proporciones épicas, ante la posibilidad de una descontrolada y repentina conexión entre Atlántico y Pacífico. Pero no, la desaparición solo fue aparente.
Le da a uno por pensar mal. Algo de español tenía uno que tener, ya que no me gusta el fútbol, ni los toros, ni la Semana Santa, ni la telebasura, ni criticar sin informarme primero. Pero pensar mal, pues sí. De algo hay que morir.
Pero es que además fíjense en la de cosas que han importado poco o nada, sobre todo en las cadenas de TV. Por poner tres ejemplos:
Día 19: El presidente del Consejo Rabínico de los asentamientos de Cisjordania insta a los colonos judíos a envenenar el agua que beben los palestinos.
Día 20: La nueva alcaldesa de Roma es la primera mujer en ocupar el cargo y es del Movimiento 5 Estrellas (el partido de Beppe Grillo).
Toda la precampaña y la campaña electoral: Francia ha sido paralizada en varias ocasiones debido a las protestas contra la reforma laboral de Hollande. Cientos de detenidos, altercados, barricadas, manifestantes y policías heridos… Imaginen, si pueden, que las protestas en España fuesen como las de los mineros en Asturias y las del SAT en Andalucía, con mucha más gente y por todo el país. Pues eso ha sido Francia estos últimos meses, junto a la “Nuit Debout”, el 15M francés que ha aparecido en los medios todavía menos que las protestas.
Importa mucho la mayor o menor calidad de una democracia transatlántica, exclusivamente cuando se acercan elecciones y obviando que países como México o Colombia están incluso peor en seguridad, en corrupción y en desigualdad. Y al mismo tiempo importa poco o nada que el gobierno ahorque manifestantes y gays en Arabia Saudí, el país favorito de nuestra familia real.
Me quedo con la duda de la actual posición de Venezuela en el universo. ¿Seguirá en su sitio? ¿La divisará el Hubble en las proximidades de Alfa Centauri? Los sufridos astronautas de la Estación Espacial Internacional podrían llevarse un buen susto si se asomasen a un ventanuco y se encontraran el tupido y congelado bigote de Maduro…