Castilla-La Mancha cumple un año sin María Dolores de Cospedal

Emiliano García-Page ha pasado su breve estancia en el Gobierno de Castilla-La Mancha lidiando entre la recuperación de las políticas sociales y los conflictos causados por la continuidad de algunas medidas heredadas de Cospedal.

Esta semana se ha cumplido un año de la vuelta a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha del PSOE tras cuatro años de legislatura de María Dolores de Cospedal, que estuvieron marcados por los profundos recortes en el Estado de Bienestar, la destrucción de empleo, el aumento de la deuda regional y los agujeros en las arcas de diversos organismos públicos.

Las elecciones del veinticinco de mayo dejaron claro que los ciudadanos castellano-manchegos querían un Gobierno que pusiera fin a todas esas medidas perjudiciales para los más humildes. Aun así, a pesar de perder más de 150.000 votos, lo que supone el 25% de su electorado con respecto a las elecciones de 2011, el Partido Popular mantuvo su posición como primera fuerza, lo que sumado a la irrupción de Podemos, llevó a Emiliano García-Page a pactar con esta última formación política para consolidar el regreso del PSOE a la institución autonómica.

Desde entonces, el nuevo Ejecutivo socialista se marcó como objetivo cumplir sus promesas electorales y revertir algunas de las medidas más lesivas que se llevaron a cabo durante el mandato de Cospedal. Pues bien, a pesar de los indudables logros conseguidos durante apenas un año, la continuidad de algunas de las políticas del PP ha causado diferentes conflictos con los agentes sociales y con la formación morada. Así ha sido el estreno de García-Page como presidente de Castilla-La Mancha:

Plan de Emergencia Ciudadana de 630 millones de euros

Recorte del 60% a los programas atención a infancia y familia, recorte de 166 millones a la atención a personas con discapacidad, eliminación de las ayudas complementarias a pensiones no contributivas, recorte de más de un 30% del Servicio de Ayuda a Domicilio, reducción de un 80% del Programa de servicios sociales básicos y recorte del 50% a las prestaciones por Dependencia. Concretamente, las consecuencias de la tijera del Partido Popular han sido un 28% de pobreza y un 37% de hombres y mujeres en riesgo de exclusión social, por lo que este Plan se puede considerar como una de las propuestas estrella que han sido pactadas entre los socialistas y Podemos. Iba a contar con una partida de 600 millones de euros en los primeros presupuestos de Page, aunque finalmente el socialista añadió otros 30 millones de euros más.

En este sentido, la Ley de Emergencia Ciudadana incluye principalmente medidas centradas en cubrir las necesidades más básicas, como pueden ser las ayudas a la dependencia, y la recuperación de la Sanidad y la Educación universal. Igualmente, el Gobierno del PSOE ha abierto un total de seis oficinas antidesahucios, ha devuelto la tarjeta sanitaria a los inmigrantes sin papeles y ha iniciado un ambicioso programa contra la pobreza energética.

Reducción del paro y aumento del trabajo público

Sin lugar a dudas, el empleo ha sido durante este primer año una de las principales obsesiones del Ejecutivo de Page, el cual ha impulsado el mayor Plan de Empleo de la historia de Castilla-La Mancha en el que casi quince mil personas ya han sido contratadas, aunque se el Gobierno de Castilla-La Mancha prevé la contratación de sesenta mil cuando acabe la legislatura.

¿Cuál es entonces la comparativa de Cospedal y García-Page en materia de empleo? Esta pregunta tiene una fácil respuesta. Según los datos de la EPA, durante los cuatro años de mandato de la conservadora se destruyeron 66.700 empleos, la tasa de paro subió cuatro puntos -un punto porcentual por año-, algo que se transformó en 6.032 desempleados más, y se perdieron cerca de 4.300 empresas. Por su lado, el socialista ha conseguido en un año que el paro baje casi cuatro veces lo que subió con Cospedal en cuatro años, por lo que este mes de junio ha sido la primera vez desde 2010 en el que el paro baja la barrera de los 200.000 desempleados. En cuanto a las empresas, se han creado más de la mitad de las que cerraron con Cospedal.

Además, el sector público también se ha visto beneficiado de la salida del poder del Partido Popular. Desde julio de 2015, la Junta ha contratado a más de 800 médicos y profesionales sanitarios de otra índole. En Educación, ha contratado a 440 nuevos docentes, y ha convocado 750 nuevas plazas. Asimismo, recientemente ha anunciado una nueva oferta de empleo público en la que se crearán casi 1.500 puestos de trabajo.

La sanidad pública vuelve a revitalizarse

En cuanto a la materia sanitaria, se ha revertido en proceso de privatizaciones que había iniciado el Gobierno de María Dolores de Cospedal en varios hospitales de nuestra región, como es el caso de los centros de Villarobledo, Manzanares, Almansa y Tomelloso. Del mismo modo, la Junta se comprometió a acabar de una vez por todas con las derivaciones a la sanidad privada que había estado llevando a cabo la Junta durante la anterior legislatura.

Igualmente, se han reanudado algunas de las obras paralizadas en su momento por el PP. Los futuros hospitales de Cuenca, Guadalajara y Toledo permanecieron estancados en el tiempo hasta la llegada de García-Page al Gobierno. Incluso se ha podido conocer que Cospedal utilizó dinero del Hospital de Toledo para pagar facturas de publicidad institucional.

La educación todavía es una piedra en el zapato de Page

El modo de tratar al sector educativo por parte del Gobierno de Emiliano García-Page ha ocasionado varios conflictos tanto con los sindicatos, los profesores y Podemos por un lado, como con la Iglesia católica y las escuelas concertadas por otro. Tal ha sido la presión que ha causado a la Junta su gestión en Educación, que ha costado incluso la cabeza de la consejera de Educación, Reyes Estévez, que tuvo que ser sustituida por Ángel Felpeto.

Pese a que se han acontecido algunos pequeños logros como la reapertura de una veintena de escuelas rurales, la concesión de ayudas a los libros de texto o la reducción de las tasas universitarias, se ha continuado también con ciertas políticas de austeridad heredadas del anterior gobierno, como el estricto cumplimiento de la LOMCE o el despido de los profesores interinos este verano.

Por otro lado, se han llevado a cabo medidas que buscaban la priorización de la escuela pública y la garantía del laicismo en el ámbito educativo. A causa de la presión de Podemos en estos aspectos, se congeló la partida destinada para los centros concertados en los Presupuestos de Castilla-La Mancha.

Conflictos con el Gobierno de Rajoy

Muchas de las posturas que ha tenido que defender el actual presidente autonómico han causado que se produjeran fuertes tensiones entre la comunidad autónoma y el Gobierno en funciones de Mariano Rajoy, que aspira a revalidar su cargo como presidente de España.

Una de ellas ha sido la paralización de la construcción del almacén de residuos nucleares en Villar de Cañas. Page anunció la ampliación del espacio protegido Laguna del Hito y en el que quedaron incluidos los terrenos en los que se proyectaba el Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares. Esta decisión fue posteriormente recurrida por el Gobierno en funciones, pero este no ha conseguido que el proyecto deje de estar estancado.

La gestión del agua también ha producido múltiples roces entre el Ejecutivo central y la Junta de Comunidades. Page se ha opuesto en repetidas ocasiones a los repetidos trasvases del Tajo al Segura llevados a cabo por la ministra Isabel García Tejerina, que han ocasionado un auténtico desastre medioambiental en los embalses de Entrepeñas y Buendía.

Hace unos meses se produjo un conflicto con el Tribunal Constitucional después de que este aceptara el recurso del Gobierno de Rajoy que recurría la recuperación de la jornada de 35 horas para los funcionarios públicos y la supresión de las jubilaciones forzadas. Estas medidas han quedado temporalmente suspendidas hasta que el Tribunal tome una decisión definitiva en septiembre.

Elcogas ha sido otro punto de tensión entre Rajoy y Page. El presidente de Castilla-La Mancha pidió al exministro Soria que evitara el cierre de la central térmica de Puertollano, pero este hizo caso omiso a las peticiones de la Junta y acabó propiciando el despido de los trabajadores de la infraestructura energética.

El incendio de Seseña

Quizás esta ha sido la crisis más seria que ha tenido el Ejecutivo de García-Page en su primer año de gestión. El vertedero de neumáticos de la localidad toledana fue una herencia envenenada de los anteriores gobiernos del PSOE y del PP, que a pesar de llegar a declarar ilegal el asentamiento, no tomaron todas las medidas pertinentes para evitar un desastre medioambiental como el que finalmente ocurrió.

El pasado 13 de mayo, el vertedero ilegal que albergaba cientos de toneladas de ruedas acabó siendo pasto de las llamas, vertiéndose en el aire una nube enorme de diversos gases tóxicos. La cercanía de este ‘cementerio de caucho’ con el barrio de El Quiñón hizo que se tuviera que evacuar a una parte destacable de los vecinos.

Aunque actualmente ya no hay ningún tipo de peligro en Seseña y se están retirando los neumáticos que quedan para ser reciclados, las Cortes de Castilla-La Mancha han aprobado iniciar una investigación del incendio aprobada el voto en contra del PSOE. Podemos sospecha que en su momento hubo prácticas de corrupción por parte de la administración.

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