Opinión

Vistalegre II y el espíritu Sankara

Thomas Sankara fue asesinado dos meses y medio después de pronunciar este valiente discurso. Resulta injusto que la figura de Sankara nunca haya alcanzado la relevancia del Che Guevara, Nelson Mandela o Salvador Allende, por ejemplo, cuando fue todo un visionario y un adelantado a su tiempo.

Cuando Podemos en 2014 trajo la limitación salarial a tres Salarios Mínimos Interprofesionales, Sankara, 30 años antes, congeló su sueldo a unos modestos 450 $. De hecho murió sin haber completado de pagar su propia hipoteca y lo hizo en su modesta casa de toda la vida de la cual nunca se mudó a pesar de ser el presidente del país.

Cuando Podemos, a través del Código Ético, impulsó un estilo de vida personal de sus cargos públicos para que renunciaran a todos los privilegios que conllevaba ser, por ejemplo, diputado, senador o eurodiputado, Sankara, 30 años antes y nada más comenzar su mandato, vendió la flota de coches de lujo Mercedes que tenía el Gobierno para empezar a moverse por el país en un modesto Renault 5. Prohibió, además, el uso de choferes en el Gobierno, así como los billetes de avión de primera clase. 

Si para Podemos el feminismo constituye un eje central en sus políticas, Thomas Sankara en los años 80 y en un contexto africano donde la mujer no valía nada, dignificó el papel de la misma, haciéndola participe directa en su Gobierno -varias ministras-, algo absolutamente revolucionario en el continente en esos años. Además, combatió la explotación y desigualdad de las mujeres y aplicó medidas como la supresión de la ablación y la poligamia.

Por otra parte, su lucha contra la corrupción fue implacable, lo que le valió la animadversión de las corruptas clases, hasta ese momento dirigentes, las cuales, junto a las potencias neocoloniales, contribuyeron a su violenta caída.

Fotografía del Renault 5 de Thomas Sankara

Sankara, en definitiva, no era como la mayoría de gobernantes que ha sufrido África desde los años 60 hasta hoy, ya que dejó claro desde el principio que no estaba en venta para gobernar a merced de las potencias europeas.

En su breve Gobierno de apenas cuatro años, llevó a cabo una serie de políticas básicas para mitigar los principales problemas del país como paliar el hambre que asolaba especialmente el campo, fomentar la escolarización entre los más jóvenes, consolidar un sistema mínimo de salud en cada pueblo del país... A pesar de la escasez de recursos, los resultados fueron bastante positivos y consiguió estimular la producción agrícola propia hasta conseguir la soberanía alimentaria, todo ello priorizando el mundo rural y sacándolo de su abandono y ostracismo.

De todo lo descrito anteriormente, podemos decir que su política se basó en cinco Ejes:

• Patriotismo, por defender los intereses de su país y de su pueblo frente al intervencionismo y explotación neocolonial de las potencias extranjeras, incluso negándose a pagar una deuda ilegítima.

• Austeridad y estilo de vida espartano tanto a nivel personal como de su gobierno

• Las políticas sociales y la lucha contra la pobreza, priorizando el desarrollo de las zonas rurales, llegando a conseguir la soberanía alimentaria, fruto de un cambio de modelo productivo.

• El feminismo de su gobierno, máxime en un entorno muy complicado para llevarlo a cabo.

• La lucha contra la corrupción.

¿Qué tiene que ver el legado de Sankara con Vistalegre II? Mucho. El Podemos que salga de Vistalegre va a ser un futuro partido de Gobierno y debe ser un partido que no debe olvidarse de esos cinco ejes: funcionamiento y modo de vida austero a nivel interno y de dirigentes, lucha contra la corrupción, patriotismo, políticas económicas basadas en medidas sociales, lucha contra la pobreza con cambios en el modelo productivo  y la importancia de la mujer. 

El camino que ha de iniciarse para la consecución de esos retos debe contar con una dirección política fuerte, sin fisuras, donde prime la preparación y capacidad de trabajo frente al seguidismo, y con un proyecto que pueda conseguir lo que a priori es lo más difícil: enamorar a la gente. Como decía recientemente el bueno de Manolo Monereo en un artículo: “una dirección que construya poder social, hegemonía cultural y democratice las instituciones”.

El espíritu de Sankara ha de impregnar nuestro proyecto y, además, ha de guiar a la dirección política elegida hacia una consigna muy importante: no doblegarse a unos poderes fácticos que van a intentar dividirnos. Sankara jamás se doblegó y priorizó al pueblo, porque él siempre creyó firmemente en el pueblo. Pagó con su vida por ello, pero ahí está su legado.

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