El portavoz de C's en Ciudad Real pide la dimisión de su compañero por ”vago”

Ciudadanos, tal y como salió de las urnas en Ciudad Real, tiene los días contados. Pedro Fernández exige que el otro edil, Francisco Javier Fernández-Bravo, renuncie al acta, y si no lo hace se marchará él, continuando eso sí como concejal no adscrito.

CIUDAD REAL.- Nuevo frente abierto en Ciudadanos en Castilla-La Mancha, en este caso en el seno de su grupo municipal en el Ayuntamiento de Ciudad Real. Dos ediles lo forman y uno de ellos ha pedido la dimisión del otro por "vago". 

Una petición que hacía públicamente este martes el portavoz de C's en el Consistorio, Pedro Fernández, quien tras dos intentos 'fallidos' en el ámbito interno, decidía ofrecer una rueda de prensa para pedir "de manera seria y contundente" la dimisión de su compañero de grupo municipal ‑que un lapsus le lleva a señalar como Popular, para inmediatamente corregir a Ciudadanos-, Francisco Javier Fernández-Bravo. 

Fernández justifica esta solicitud en la "poca implicación" que en estos casi dos años de legislatura ha tenido su compañero como edil del Ayuntamiento, siendo en este tiempo "su asistencia y aportación" a la actividad del grupo municipal "muy escasa". Muestra de ello que de las más de 600 reuniones, plenos y comisiones incluidos, que se han mantenido a lo largo de estos dos años, "habrá asistido a 30 o 35"

Una "bajísima" implicación ante la que Pedro Fernández no duda en calificar de "vago" a Francisco Javier Fernández-Bravo, entendiendo como tal "una persona que no tiene ninguna disposición para hacer algo que requiera esfuerzo y principalmente trabajar", precisa el concejal de la formación naranja. En su opinión, "un vago no puede estar o no debería estar al frente de ningún tipo de institución pública o de partido político"

Falta de implicación que nulo compromiso que también ha mantenido durante la baja por una intervención que ha tenido Pedro Fernández. Un periodo en el que asegura que su compañero "no ha venido a nada, a ningún tipo de reunión, comité o comisión" mostrando así "su desidia hacia el proyecto de Ciudadanos y hacia el compromiso con los vecinos de Ciudad Real". 

Una situación ante la que este concejal de Ciudadanos no duda en pedir la dimisión del otro concejal del grupo, que es también coordinador provincial de Ciudadanos, al entender que "no está desarrollando las labores propias del cargo, a pesar de contar con una liberación parcial del Ayuntamiento de Ciudad Real". 

Fernández pone como plazo límite para que se produzca esta dimisión este viernes, 21 de abril, y advierte de que en caso de que Fernández-Bravo no deje su acta, será él quien deje el grupo municipal, continuando su labor como concejal no adscrito. "Estoy obligado a tomar esta medida por el bien de nuestros vecinos", señala, al considerar que de este modo "obligaría" a que el otro concejal "por lo menos venga físicamente, como único representante de Ciudadanos a todo tipo de reuniones, y sepa así cómo se encuentra Ciudad Real". 

Una medida ‑ya sea la dimisión de Fernández-Bravo ya sea su salida del grupo municipal de Ciudadanos‑ que hará que "Ciudad Real vuelva a tener sus 25 concejales"

Respecto a los dos intentos anteriores de petición de dimisión que hizo en el seno del partido naranja, Fernández ha explicado que en la primera reunión se obtuvo un compromiso por parte de Fernández-Bravo que le duró "una semana y media o dos semanas". Mientras, en la segunda reunión, más reciente, y en la que participaron dos miembros de la dirección de Madrid, así como el delegado regional de la formación, asegura que llegó a sentir cierta "rabia" ante la "falta de humanidad" mostrada al llegar a planteársele que quizás la ausencia a determinados actos oficiales durante su convalecencia era culpa suya por operarse. 

Toda una serie de "despropósitos" que llevan a Pedro Fernández a una reflexión sobre la necesidad de realizar "otro tipo de política", de "ser humildes, de servir a los demás y de no estar aquí a que nos sirvan". Unos principios que son precisamente los que le llevarán, en caso de que Fernández-Bravo no presente su dimisión y el partido tampoco le obligue, a seguir con el proyecto como no adscrito.  

Una salida del grupo municipal de Ciudadanos que también acompañaría con la renuncia a la liberación, la cual "no quiero absolutamente para nada" ‑ha asegurado‑, de modo que únicamente recibiría "los pagos remunerados que me pertenezcan, por asistencia". 

De momento, confía en que el partido "recapacite", plantee una comisión "neutral" y se decida a "estudiar detenidamente el caso", viendo "quién ha podido trabajar más por el proyecto de Ciudadanos y quién no ha trabajado tanto". 

Considera que haber entrado en el Ayuntamiento de Ciudad Real es "una oportunidad grandísima" para Ciudadanos, la cual "no podemos echar por la borda" comportándose "de igual manera que otros partidos políticos". "Los ciudadanos no se lo merecen", sentenciaba.  

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