Un vecino de la localidad toledana de Quismondo, M.R.L. de 38 años, ha sido detenido por la Guardia Civil acusado de dos delitos de maltrato animal, al arrojar a dos perros vivos a un pozo, causándoles la muerte por ahogamiento.
Un suceso que se producía el pasado mes de enero, en un solar ubicado en esta localidad. Un testigo de lo sucedido, fue quien dio la voz de alarma y se puso en contacto con el servicio de emergencias 1-1-2 para denunciar que había visto a un hombre arrojar a dos perros vivos a un pozo.
Hasta el lugar de los hechos se desplazaba una patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Toledo, así como una dotación de Bomberos del Parque de Santa Olalla, que fueron los encargados de recuperar los cuerpos sin vida de ambos animales.
De este modo, los agentes de la Guardia Civil pudieron comprobar que se trataba de dos hembras de raza podenca y beagle, y verificó que ambos ejemplares portaban su correspondiente microchip, lo que permitió localizar a los propietarios de los animales. Ambos informaron a los agentes que habían cedido los dos canes a un vecino de Quismondo, lo cual acreditaron documentalmente.
Así, se emprendieron las gestiones oportunas para localizar a esta persona, la cual contaba con numerosos antecedentes policiales, alguno de ellos también por maltrato animal, tal y como ha informado la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha.
Finalmente el Seprona localizó a este hombre en la localidad de Fuensalida, situada a unos 20 kilómetros de Quismondo, donde fue detenido acusado de dos delitos de maltrato animal y y fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Torrijos.
La Guardia Civil agradece la colaboración ciudadana y recuerda que el teléfono de urgencias del que dispone, el 062, está siempre a su disposición.
