Opinión

El cariño es subversivo

Algunas personas que me lean no sabrán de lo que estoy hablando, me explico. Es el fragor de la batalla, meter cada decisión que se toma en un juego de suma cero y no de negociación, pactos, redes, comunicación y liderazgos inclusivos, lo que nos ha traído hasta aquí. Pero hay alternativas, sobre todo si no queremos terminar gritando como en las plazas: en Podemos Castilla-La Mancha tampoco nos representan. Como pretendo ser propositiva voy a intentar hacer una secuencia lógica de lo que esta consulta debería haber sido.

Para empezar, lo más obvio, la pregunta. Sería lógico pensar en una pregunta clara, concisa, ahora bien, no ha podido ser de ninguna manera porque se ha querido encajar en una sola pregunta lo que debían haber sido dos. Una pregunta para presupuestos y otra para la entrada en el Ejecutivo de García-Page.

Seguimos con la toma de decisiones. En una formación que se denomina transparente, horizontal, inclusivo y participativo, qué menos que contar con el órgano de dirección política del partido, su Consejo Ciudadano, y de forma sosegada, con los tiempos adecuados, tomar decisiones consensuadas, debatidas, razonadas y sobre todo tomadas con libertad e información; para ello sería lógico invitar al asesor económico de las Cortes, también al otro diputado, David Llorente, y saber cómo han sido las reuniones con el PSOE, de qué se ha hablado, en qué consiste el acuerdo, cómo se va a articular orgánicamente ese posible pacto, qué enmiendas concretas se pactan en firme que mejoren realmente la vida de la gente, si esas mejoras tiene partida presupuestaria propia aprobada, etc.

Pero la falta de amor y de cariño, no acaba aquí. No hemos mimado ni el proceso ni a las personas. El órgano de dirección política no ha conocido plazos y no ha dispuesto de información; se ha jugado con los tiempos y con la dosificación de información ya conocida por pocas personas. Mucha batalla, mucha épica y poco cariño. No ya a las personas que formamos parte del Consejo Ciudadanos Regional, sino al proyecto de personas corrientes haciendo cosas extraordinarias, de personas que veníamos a hacer política para que no la hicieran contra nosotras, de personas que veníamos a cuestionar el reparto de poder de los despachos y el bipartidismo… todo eso que representaba Podemos en Castilla-La Mancha.

Cuando voto ‘no’, no estoy solamente diciendo ‘no’ a la entrada en el Gobierno de este PSOE, estoy diciendo también ‘no’ a una forma de hacer política. Si es batalla lo que queremos, quedaros con ella, yo prefiero el amor y el cariño.

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