Opinión

Ser valiente

En este debate abierto en las redes y en los medios de comunicación veo una expresión que se repite una y otra vez: “Sé Valiente”. Ser valiente para defender un ‘sí’, ser valiente para entrar a formar parte de un Gobierno. Y, efectivamente, hay que ser valiente para dar el paso de pasar de una oposición activa a hacer política desde dentro con las responsabilidades que ello conlleva. No seré yo quien afirme que esto es una cobardía.

Pero al hablar de valentía para defender esta opción se presupone la cobardía de quién defiende lo contrario. Para mí, ser valiente en esta situación es demostrar que Podemos no es un partido tradicional, que venimos de las calles, de los Círculos, de los movimientos sociales y que creemos verdaderamente en la capacidad de la gente corriente para hacer política como antes no se había hecho.

Para mí, ser valiente es hacer un análisis de la situación en la que nos encontramos, ver las distintas posibilidades que se nos brinda y tener la valentía de que sea la gente la que decida entre todas ellas.

Ser valiente es tener la valentía de marcar nuestros tiempos, de hacer una consulta tras un proceso de debates con las bases, de admitir que mi opción no es la única opción y de que hay que escuchar y no solo convencer.

Ser valiente es tener la valentía de tener una mirada más larga que el momento actual, de ser conscientes de nuestras fortalezas pero también de nuestras debilidades.

Ser valiente es tener la valentía de liderar un proyecto donde los y las protagonistas son las personas que día a día han dedicado su tiempo a construir de la nada un proyecto donde la transparencia, el diálogo y la inclusión esté por encima de estrategias, intereses políticos e intereses particulares.

Ser valiente es decidir cuándo hay que hacer la consulta sin que se impongan plazos imposibles con excusas cuestionables.

Ser valiente es bajar a los círculos a explicar a la gente la importancia del momento en que nos encontramos, las posibilidades que se nos abren y dejar que la gente también pueda ofrecer nuevos puntos de vista, nuevas opciones, nuevas estrategias.

Ser valiente es considerar al que no piensa como yo, no como adversario, sino como una oportunidad de enriquecimiento mutuo.

Ser valiente es tener la valentía de asumir el resultado de una consulta que pueda incorporar las opciones que no nos gustan, pero que están ahí y que, por tanto, no son decisión de dos o tres personas ya que el presente y el futuro de Podemos en nuestra región nos pertenece a todos y a todas.

Yo hoy me siento valiente por haber defendido más transparencia, una consulta con todas las posibilidades abiertas a la elección, unos tiempos que permitiesen la información y el debate y también por defender un ‘no’.

Porque tengo la valentía y la osadía de creer que somos una alternativa real y que en un futuro cercano esto se hará realidad con un gobierno donde no seamos una minoría testimonial sino la mayoría que traerá realmente el cambio a nuestra región y a nuestros ayuntamientos.

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