TOLEDO.- Castilla-La Mancha mantiene su defensa de la unidad constitucional y hará todo lo que esté en su mano para evitar que ningún territorio español "se tire al abismo".
Así se ha pronunciaba en Toledo el presidente regional, Emiliano García-Page, durante su intervención en el acto de entrega de premios al Mérito Artesano celebrado en Farcama. El jefe del Ejecutivo autonómico ha insistido en la importancia de la unidad como suma de diversidades y ha querido lanzar un mensaje de "serenidad", mostrándose convencido de que la Constitución española es "enormemente fuerte". Una Carta Magna de la que se han criticado muchas cosas, ha reconocido, pero que se ha mostrado en estos casi 40 años "elástica, flexible, tolerante y muy paciente".
Es precisamente en su "textura" en la que el presidente castellano-manchego ha situado su fortaleza, puesto que en ella "cabe todo, incluso quienes usan la Constitución para atacar a la Constitución".
De ahí que incluso ha hecho que este martes el presidente de la Generalitat de Cataluña "hiciera lo que hizo", algo –ha apuntado- "difícil de calificar" y ante lo que llama a "no confundir a los ciudadanos con sus políticos".
No obstante, Emiliano García-Page se ha mostrado "optimista" tras la intervención de Carles Puigdemont en el Parlamento catalán, puesto que en su opinión ha quedado claro que "el paraíso que unos prometían en realidad era un abismo". En este sentido ha precisado que si bien "es fácil asomarse al precipicio, es imposible tirarse", al menos "si uno tiene sentido común".
Por ello ha vuelto a insistir en que desde la serenidad que da el tener a la ley "de nuestra parte" España está demostrando ser "una nación plural, diversa, muy tolerante e influyente, al tiempo antigua y firme".
En este contexto, García-Page ha asegurado que Castilla-La Mancha va a "ayudar, como españoles, a que ningún pueblo de nuestro territorio se tire al abismo".
Ha asegurado así que como presidente regional va a hacer "todo" lo que esté en sus manos para que esto no suceda; "no vamos a quedarnos de brazos cruzados", ha subrayado, porque "no es el momento de mirar a otro lado". García-Page considera que es el momento de actuar con "determinación serena, firme", en defensa de la unidad constitucional en la que "podamos reconocernos a nosotros mismos como pueblo" en la única votación que "nos ha llevado a la concordia, la de 1978".
El presidente de Castilla-La Mancha ha reclamado así y defendido la unidad constitucional, la actuación con "inteligencia y entendimiento" a la que "tenemos todos derecho".
Por ello y sin intención de que nadie quedara excluido de su mensaje, aseguraba, "desde el corazón de España", que "la fuerza no se manifiesta en el ruido, sino en el corazón".
"FRENAZO A LAS PRETENSIONES DE LOS INDEPENDENTISTAS"
También se pronunciaba respecto a la intervención del presidente de la Generalitat, en este caso desde Albacete y poco después de lo sucedido, el vicepresidente primero del Ejecutivo regional, José Luis Martínez Guijarro, quien calificaba lo vivido en el Parlamento catalán como "un frenazo a las pretensiones de los independentistas de Cataluña".
Para Martínez Guijarro prueba de ello fue que los diputados de la CUP ni se levantaron ni aplaudieron la intervención de Puigdemont.
En cualquier caso, subrayaba el vicepresidente primero, desde el Ejecutivo de Castilla-La Mancha se seguirá "al lado del Gobierno de España, en defensa de la Constitución y de las leyes que conforman el ordenamiento jurídico de nuestro país", puesto que "nadie puede pretender en un estado democrático saltarse las leyes". "Si a alguien no le gustan esas leyes debe intentar cambiarlas, pero nunca saltárselas, apostillaba Martínez Guijarro.
DIÁLOGO, PERO DENTRO DE LA LEGALIDAD
En la misma línea se pronunciaba el portavoz de la Junta, Nacho Hernando, quien subrayaba que Castilla-La Mancha "no cree en una democracia más allá de la Constitución y, mucho menos, en una democracia que sea violentada", al tiempo que ha manifestado el apoyo de la comunidad al Estado de Derecho en relación a Cataluña.
A su juicio, para avanzar "en cualquier vía de diálogo, de concordia" hay que estar "dentro de la Constitución, de la legalidad", tal y como dijo el Rey en su discurso. "Si no nos estaríamos haciendo trampas al solitario y haciendo un ejercicio inútil", agregaba.
El portavoz del Ejecutivo autonómico consideraba que la intervención de Puigdemont fue "un jarro de agua fría para aquellos que deseaban una declaración de independencia rupturista" e instabaa aprovechar que "el independentismo está fracturado" para estar "más que nunca unidos".
Así, recalcaba que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado su "lealtad al Estado, a la Constitución" y, con ello, ha asegurado que no van a moverse "ni un milímetro de esta posición" que consideran "la más justa y la más progresista".
Además, ironizaba al afirmar que "el único paralelismo" de lo que ocurre en Cataluña con Castilla-La Mancha es "la declaración unilateral de independencia en diferido y simulado".
"Es ahora la hora de la verdad, cuando tenemos que demostrar si creemos en la Constitución o si no creemos en ella", opinaba Hernando, quien ha insistido en que el Gobierno autonómico va a apoyar "lo que considere el Gobierno de España, los fiscales, los jueces".
MOSTRAR EL "ORGULLO" EN LA FIESTA NACIONAL
Por su parte desde el Partido Popular, y con motivo de la celebración de la Fiesta Nacional este jueves, consideran que "el desafío a la Constitución, a la ley y al Estado de Derecho" planteado por los independentistas catalanes merece "una respuesta pacífica, festiva y multitudinaria de todos los españoles y castellano-manchegos" que "se sienten orgullosos del marco de libertades y prosperidad que, entre todos, nos dotamos a través del pacto constitucional de 1978".
Así lo ha manifestado el secretario general del PP en Castilla-La Mancha, Vicente Tirado, quien ha dado lectura a la declaración institucional con motivo de la festividad del 12 de octubre, una Fiesta Nacional que este año "cobra una importancia singular" y en la que invitan a los castellano-manchegos a "manifestar su compromiso con la España constitucional" colgando banderas en sus casas "como símbolo de esa España unida, cuya soberanía residen en el conjunto del pueblo español".
