TOLEDO.- Izquierda Unida considera que el Parlamento de Castilla-La Mancha debería tener entre 63 y 69 diputados. Esta es su propuesta de cara a la anunciada reanudación de las conversaciones para la reforma del Estatuto y de la ley electoral planteada por el presidente del Ejecutivo castellano-manchego, Emiliano García-Page, que choca frontalmente con el paso de 33 a 35 parlamentarios que se barajan desde el Gobierno.
Un incremento de solo dos diputados que para IU es un "fraude" y una nueva "trampa electoral" puesto que dos más "no es absolutamente nada". Así lo señalaba su coordinador regional, Juan Ramón Crespo, quien adelantaba su intención de hablar con Ciudadanos para forzar el cambio de la ley electoral en Castilla-La Mancha.
Formación naranja a la que también abría las puertas el propio García-Page la semana pasada, al avanzar la reanudación en este mes de enero de los contactos interrumpidos en el mes de abril tras el rechazo a los presupuestos de Podemos. El presidente regional apuntaba la necesidad de que C's sea partícipe de este debate, al considerar que fue "muy raro" que no entrara en el Parlamento con 90.000 votos tras las últimas elecciones y mostrarse convencido de que en la próxima cita con las urnas la formación naranja sí estará representada.
Reconocía también Page que, aunque se llegara al acuerdo de ampliar a 35 los escaños a elegir, Castilla-La Mancha "no saldrá de la pobreza" en cuanto a representación, al seguir contando con menos diputados que concejales tienen muchos ayuntamientos.
Sin embargo, desde IU Castilla-La Mancha consideran que las cifras de las que se hablan son ridículas y por ello plantean duplicar el número de diputados actual. Ven en Ciudadanos un posible aliado para sumar fuerzas de cara a un posible cambio electoral, puesto que tras hablar con PSOE y Podemos no se ha conseguido nada y el Partido Popular "está encantado con su ley".
Muestra de ello que también la pasada semana, tras el avance de reanudación de las conversaciones planteado por Page, desde el PP su diputada Carolina Agudo asegurase que no es el momento de abordar una reforma de la ley electoral, al haber otras cuestiones más importantes que resolver en la región.
Por su parte desde Podemos no se ponen números a la modificación de la ley electoral. En todo momento han planteado que debería establecerse una horquilla que debería ser fruto del diálogo y el consenso de todas las fuerzas políticas. Por ello la formación morada se muestra partidaria de "atar bien las cosas" y tener el convencimiento consensuado de que la reforma es necesaria, pensando en Castilla-La Mancha, y no en clave partidista. No obstante, abogan por un Parlamento "más plural", con mayor representatividad y proporcionalidad.
Desde IU consideran que PSOE y Podemos "han tenido tiempo para cambiarla y no lo han hecho", al tiempo que recordaba que en el pacto de gobierno ni siquiera se mencionó que el cambio de la ley electoral fuese uno de los objetivos.
Recordaba Crespo que la actual ley electoral de Castilla-La Mancha "era tan grave" para los socialistas que en 2014 llegaron a presentar un recurso de inconstitucionalidad a la misma, y sin embargo han pasado más de dos años y "no han hecho nada" para cambiarla.
Y es que para el coordinador regional de IU no se ha movido un dedo para tratar de solucionar lo que se llegó a calificar como "atropello democrático" e "intento de pucherazo", una ley de la que se dijo que vulneraba la representación proporcional de los ciudadanos, que contraponía el principio constitucional de partidos políticos y vulneraba el acceso igualitario a las funciones y los cargos públicos. Sin embargo ahora, dos años y medio después, parece que "solo quieren ganar tiempo" anunciando una negociación para aumentar de 33 a 35 el número de representantes en el Parlamento autonómico.
Para el coordinador regional de Izquierda Unida, la ley actual "pretende conseguir que se gane con menos votos", una "trampa electoral" en cuya elaboración -recordaba- "no hubo consenso".
Por ello la propuesta que se plantea desde IU propone una circunscripción única en la que todos los votos tengan el mismo valor. En el caso de que no fuese factible esto, consideran que deberían hacerse cinco circunscripciones, una por provincia, "más una circunscripción de restos", de donde saldrían los partidos minoritarios que no salen de las provincias. Todo esto se sumaría al aumento de diputados, de 63 a 69 bajaran desde la coalición de izquierdas, lo que situaría a Castilla-La Mancha en "la media con otras comunidades autónomas".
