Es probable que no a todo el mundo le gustan los libros o las películas de Cincuenta Sombras de Grey, pero lo cierto es que sacaron del "armario" las prácticas de BDSM. Desde que la novela apareció en el mercado, muchas personas empezaron a interesarse por esta práctica, otorgándole gran popularidad.
El bondage viene del inglés y del francés y significa cautiverio. Pero actualmente, cuando se habla de bondage se está haciendo referencia a una práctica sexual que consiste en inmovilizar el cuerpo de una persona durante el acto sexual. Las ataduras pueden realizarse en una parte del cuerpo dejando libre el resto, u optando por atarlo de manera completa. Para hacer los nudos y las ataduras se utilizan cuerdas, cintas, cadenas, esposas o telas de diferentes tipos. Adicionalmente, para realizar este acto se pueden añadir a continuación diferentes objetos de índole erótica, como dildo doble, disfraces de vinilo, lencería o mordazas para que la persona atada no pueda hablar y tan solo pueda realizar ruidos o sonidos con la boca.
Al contrario de lo que muchos pueden pensar al asociar sadomasoquismo y bondage, el "sado" encuentra sus límites de placer en el dolor, pues utiliza este último como fuente de gozo. Por contrapartida, el bondage no busca infligir dolencia alguna, sino que explora el placer a través del control sobre la otra persona. El BDSM es al fin y al cabo un juego de rol, en el que uno representa el papel de dominador y el otro el de sumiso.
¿Cómo se practica el bondage?
El primer requisito imprescindible para realizar este o cualquier otro juego de índole sexual, es llegar a un consenso con la pareja correspondiente. Este tipo de técnicas eróticas se basan en el respeto y la confianza, si alguno rompe las normas deja de ser divertido y puede que se convierta en una situación muy incómoda.
Una vez resuelto, a continuación se enumeran una serie de recomendaciones para aquellos que se van a iniciar en el bondage:
1. La confianza: Como se ha comentado anteriormente, lo mejor es buscar a una persona afín a estos gustos y con la que se mantenga una relación íntima de confianza.
2. Hay que ponerse de acuerdo: Es necesario hablar con la pareja de todo lo que se espera y de los límites de ambos. Esto hay que hacerlo sin vergüenza y siendo sinceros.
3. Se debe elegir un rol: En este caso hay dos posibles opciones, ser sumiso o dominante. Eso generalmente viene dado por las preferencias intrínsecas de la persona, solo se debe dejar claro desde el principio cuál es la que se tiene. La persona dominante será aquella que ejerza control, la sumisa será la encargada de obedecer.
4. Disfruta del rol elegido: Sea cual sea el papel que represente cada miembro del acto, debe ser vivido y sentido con sinceridad. Este juego sexual no funcionará si ambas partes no se sienten libres y poderosas en sus roles.
5. La importancia de las palabras claves: Es recomendable que ambos elijan códigos o palabras que indiquen que la presión que se está ejerciendo o el acto que se está realizando no es del todo agradable. Este método será en muchas ocasiones la única forma de comunicación que se podrá tener, es por eso que elegirlas adecuadamente hará del juego un acto mucho más placentero y seguro.
6. Otra medida de seguridad es tener cerca unas tijeras. Sobre todo cuando la pareja está en un periodo inicial del juego, es necesario contar con utensilios que sirvan para cortar las ataduras, en caso de que estas comiencen a ser molestas.
7. Objetos de uso: Todo el material que se desee, se puede encontrar en sex shop BDSM. Solo es necesario entrar y elegir las cuerdas y los amarres que más se acomoden a los gustos de cada pareja.
8. Los juegos de rol se caracterizan por algo muy básico, y es la necesidad de que los participantes usen la imaginación y conviertan todos sus deseos ocultos en algo real. Para dejarse llevar solo se necesita confianza y respeto por la persona o personas con las que se está jugando.
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