TOLEDO.- El Partido Popular de Castilla-La Mancha podría decidir hoy quién será su nuevo presidente, si uno de los dos candidatos que concurren al proceso abierto para suceder a María Dolores de Cospedal al frente de la formación, el toledano Carlos Velázquez y albaceteño Francisco Núñez, obtiene más del 50 por ciento de los votos de los 7.176 afiliados que este jueves están llamados a las urnas, supera en más de 15 puntos al rival y es el más votado en tres de las cinco provincias. Si no se da ese resultado, serán los 1.106 compromisarios –de los cuales 734 se eligen también hoy- los que decanten la balanza de un lado u otro.
Un proceso de primarias en el que se ‘estrena’ el PP castellano-manchego y que ayer miércoles cerraba su campaña electoral entre los dos únicos candidatos que el próximo 7 de octubre quieren suceder a la expresidenta regional.
Una campaña que en su recta final ha estado marcada por acusaciones sobre acorralamientos, presiones "brutales" y denuncias de situaciones más propias de otros tiempos que de un proceso en el que, se presupone, los afiliados deberían de ser libres de elegir a quien crean que mejor puede presidir el partido.
Y así, en medio a esta confesión pública de las supuestas artes que se emplean tras los bastidores de esta carrera por la Presidencia del PP regional, se afrontaban los últimos días para tratar de convencer a los afiliados con derecho a voto.
Era el pasado sábado cuando el alcalde de Seseña, Carlos Velázquez, se decidía a denunciar las presiones sufridas para que retirase su candidatura. Movimientos de los que ya se tenía constancia, puesto que desde el mismo momento en que anunció su intención de optar a la Presidencia del PP regional se conocieron las ‘ofertas’ que se le habrían hecho desde la Dirección actual para tratar de hacerle cambiar de opinión.
Sin embargo, Velázquez ofrecía aún más detalles durante un encuentro con afiliados y simpatizantes en Torrijos (Toledo), donde señalaba querer un partido en el que "nadie acorrale a nadie en un despacho para presionarle y pedirle que retire la candidatura", de modo que a nadie le pase "lo que me ha pasado a mí".
Era así como el también coordinador general del PP de Toledo hacía públicas las presiones vividas tras anunciar su candidatura y se mostraba esperanzado en que el Congreso Extraordinario que se celebrará el próximo 7 de octubre en Albacete "sirva para formar un nuevo PP en que nadie coaccione a nadie, tenga el cargo que tenga" tal y como le ha pasado a él "por no ser el candidato que el partido quiere que gane".
Y es que Velázquez quiere liderar un Partido Popular "en el que nadie pueda decirle a ningún afiliado lo que tiene que hacer, en el que todos puedan elegir y puedan votar en libertad y sin presiones".
El alcalde de Seseña dice que su proyecto ha generado "una ola de ilusión que crece día a día" en todas las provincias y en todos los rincones de la región, algo que "ya no lo puede parar nadie".
Es por ello que pedía a los afiliados asistentes al encuentro que no tengan miedo a decidir, al debate, a la alternativa y a votar en libertad. "Existe otra forma de hacer las cosas y juntos en este congreso podemos conseguir una renovación real y un Partido Popular ganador para recuperar Castilla-La Mancha", aseveraba Velázquez, poniendo sobre la mesa cuáles son las prácticas que habitualmente se producen en el partido.
Tras dejar al descubierto Carlos Velázquez los movimientos realizados desde el aparato del partido a nivel regional para que renunciase a optar a la Presidencia, su compañero en las Cortes y rival en esta carrera a ocupar el sillón que dejará María Dolores de Cospedal el próximo 7 de octubre, Francisco Núñez -candidato afín a la exministra-, se veía ‘obligado’ a reaccionar y asegurar que también se estaban ejerciendo "presiones brutales" para que no le voten.
Un Núñez que si bien inicialmente aseguraba condenar "enérgicamente" las presiones denunciadas por Velázquez, matizaba después y señalaba desconocer si se habían producido. Un pasito atrás que aderezaba subrayando su apuesta por la libertad de voto para los afiliados, "porque precisamente esa es la idea que defiende desde su proyecto", tal y como recogía la nota de prensa remitida por su candidatura.
Declaraciones que el alcalde de Almansa hacía durante una visita de campaña a la localidad ciudadrealeña de Puertollano, donde abogaba por "normalizar las primarias, tener conciencia y creer en la libertad del afiliado para que elija libremente su proyecto político para el PP de Castilla-La Mancha".
Una vez allanado el terreno y dejado claro que está a favor de la libertad de voto para los afiliados, Núñez pasaba al contraataque y aseguraba que en la provincia de Toledo, donde su rival es alcalde de Seseña y portavoz del PP provincial, "están teniendo lugar presiones brutales por parte de la candidatura de Carlos Velázquez" exigiendo que no se vote a Núñez "porque no es de la provincia".
Una provincia en la que, cabe recordar, la dirección provincial del partido ha apoyado abiertamente la candidatura del albaceteño, empezando por su presidente, José Julián Gregorio, y el propio secretario general, Emilio Bravo, se han posicionado abiertamente del lado de Núñez.
El alcalde de Almansa lamentaba aun así que se estuvieran produciendo esas presiones en Toledo para que no se apoye su candidatura, "a pesar de que me unen lazos familiares tan importantes como mi propia boda que celebramos en San Juan de los Reyes". Argumento un tanto forzado, teniendo en cuenta que esos ‘lazos familiares’ se limitan a una celebración en la capital regional del matrimonio formado por un albaceteño y una guadalajareña, salvo que trate de establecerlo por los invitados a la ceremonia, entre los que se encontraban destacados miembros del Gobierno de Cospedal -además de la propia presidenta regional del PP acudieron los consejeros Leandro Esteban, Marcial Marín y José Ignacio Echániz, entre otros- ellos sí con sede ‘laboral’ en la Ciudad Imperial.
Precisiones al margen, Francisco Núñez aseguraba por su parte conocer "el caso de gente vetada para ser compromisaria y gente que han hecho llorar porque no apoyaba el proyecto de Velázquez".
Así, echando más leña al fuego, aunque sin asegurar que desde su candidatura y por parte de quienes la impulsan no se estuviesen aplicando esas mismas prácticas que denuncia, el almanseño concluía augurando que el 7 de octubre, cuando se celebre el congreso regional del PP castellano-manchego, "todos iremos a una". Reconocía que "este tipo de acciones son malas", al tiempo que insistía en que la libertad "es la bandera" de su candidatura.
ANULACIÓN DE URNAS 'IN EXTREMIS'
Pero el último encontronazo de esta campaña se producía precisamente a unas horas del cierre de la misma, cuando tras la reclamación presentada ante el Comité Organizador del Congreso, éste decidía anular una docena de urnas en Albacete que previamente se habían aprobado.
Velázquez denunciaba estas nuevas urnas al considerar que esta decisión podía contravenir los derechos de los afiliados inscritos en tiempo y forma, algo a lo que respondía Núñez atacando al mensaje que el alcalde de Seseña ha mandado en esta campaña, dar el partido a los afiliados, acusándole de "vetar" que este jueves haya mesas "en muchos municipios", lo cual "demuestra que no quieren facilitar que los afiliados voten".
Mesas de nueva creación ubicadas todas ellas en municipios de la provincia de Albacete, a priori territorio favorable a Núñez.
Ambos candidatos, ponían este miércoles punto y final a la tensa campaña con sendas jornadas marcadas por el kilometraje, pasando los dos por Guadalajara -quizás la provincia que pueda decantar el resultado- y cerrando cada uno en casa, Carlos Velázquez en Toledo –aunque no cuente con el apoyo del aparato del partido en la provincia-, y Francisco Núñez en Albacete, donde preside el PP provincial.
A las 15.00 horas de hoy se abrirán las urnas en las distintas mesas habilitadas por toda la región, en las cuales, durante seis horas, los afiliados podrán expresar su apoyo a uno de los dos precandidatos y elegirán también a los compromisarios que acudirán al Congreso Extraordinario que se celebrará en Albacete el próximo 7 de octubre.
