Un matrimonio se salva por segundos de morir aplastado por una enorme roca de 30 toneladas en Cuenca

El desprendimiento de la gran piedra se ha producido en una de las carreteras de acceso a la localidad de Cuevas de Vela, justo después de que una pareja de jubilados pasase por el lugar con su vehículo.

CUENCA.- Un matrimonio de jubilados de la localidad conquense de Cuevas de Velasco ha salvado la vida al pasar unos segundos antes con su vehículo por el lugar en el que ha caído una roca de gran tamaño, que se ha desprendido sobre una carretera que llega al pueblo y ha ocupado todo el ancho de la calzada.

El momento en el que se ha soltado la enorme piedra, de alrededor de treinta toneladas de peso, tenía lugar este martes en torno a las nueve menos cuarto de la mañana, en la vía que sube al paraje conocido como 'La Picarza' y que es uno de los accesos al núcleo urbano de esta pequeña localidad de la comarca de la Alcarria de Cuenca, de menos de setenta habitantes.

El suceso que se ha producido en esta carretera, muy transitada por los conductores dado que acorta la distancia de acceso al municipio, ha provocado un "gran susto" entre los vecinos, aunque algunos ya habían advertido del peligro de un posible desprendimiento.

Entre los más sobrecogidos, el matrimonio formado por Miguel y María Ángeles, que han evitado morir aplastados ‘in extremis’. La pareja pasaba por la zona con el coche "segundos" antes de que se ocasionara el derrumbe, sin darse cuenta del peligro del que les intentaba avisar un agricultor de la zona que estaba cosechando girasol. 

En declaraciones tras el incidente, María Ángeles ha afirmado: "Hemos vuelto a nacer". Asimismo, ha señalado que cuando han parado el coche han divisado una "gran polvareda" en la zona tras el desprendimiento, que todavía mantiene cortada esta carretera, aunque el pueblo no se ha quedado incomunicado porque tienen otra vía de salida, según han explicado algunos vecinos. 

"Gracias a Dios estamos bien", ha destacado María Ángeles, que ha admitido que no entendieron el aviso que les dio el agricultor, que vio cómo la roca se desprendía e intentó advertirles, sin éxito. 

Pero "afortunadamente, todo ha quedado en un susto", ha dicho María Ángeles, que ha reiterado que están vivos "de milagro".

El motivo por el que a día de hoy sigue cerrada al tráfico esta vía es porque hay riesgo de nuevos desprendimientos en la ladera. Según ha indicado, el diputado provincial de Fomento, Francisco Javier Parrilla, los técnicos siguen trabajando en la zona para trocear la roca, de unos tres metros de alto y otros tres de ancho, con una máquina giratoria, pero ha detallado que, aunque se retire, no se abrirá a la circulación.

Y es que, ha concretado, hay varias rocas con riesgo de desprendimiento a unos cincuenta metros de altura, por lo que por seguridad mantendrán cerrada esta carretera.

Según Parrilla, la roca, de piedra arenisca, es similar a las que existen en esta zona de la Alcarria conquense, si bien ha señalado que aunque los técnicos de la institución provincial visitaron el entorno el año pasado, no advirtieron riesgo inminente.