El Parlamento certifica que no existieron denuncias contra el portavoz de Podemos por machismo

  • Fuentes de las Cortes de Castilla-La Mancha revelan a PeriódicoCLM la existencia y el contenido del documento oficial, fechado el 14 de mayo y firmado por el entonces letrado mayor de la institución.
  • El diputado regional de Podemos, David Llorente, fue acusado en abril de trato discriminatorio y sexista por un grupo de liberados del partido a través de un escrito interno que se filtró a los medios de comunicación.

TOLEDO.- Ni en las Cortes, ni en el juzgado, ni en la Comisión de Garantías Democráticas de Podemos existen denuncias contra el diputado David Llorente tras las acusaciones que recibió el pasado mes de abril sobre el presunto trato discriminatorio y sexista, que un grupo de liberados de la formación morada le imputaba en un escrito interno oportunamente filtrado a los medios de comunicación.

Lo que sí existe, sin embargo, es una certificación oficial de las Cortes castellano-manchegas que acredita que en la institución ”no constan quejas presentadas por el personal eventual del Grupo Parlamentario Podemos en estas Cortes por haber sufrido amenazas de cese en su puesto de trabajo, trato discriminatorio y sexista o cualquier otra situación de abuso de poder por parte del diputado David Llorente Sánchez”, tal y como han desvelado fuentes parlamentarias a PeriódicoCLM.

Un documento que habría firmado el pasado 14 de mayo quien entonces era letrado mayor de la Cámara, Francisco Calvo Cirujano, y que respaldaría la versión ofrecida semanas antes por el propio Llorente, quien negaba las actitudes y comportamientos que se le atribuían en el escrito, supuestamente de carácter interno, que parte del personal técnico de la formación morada había dirigido el 12 de abril a la secretaria regional de Organización, María Díaz.

Denuncia que se hacía pública seis días después, el 18 de abril, a través de la Cadena SER, y que suscribían ”el grupo de mujeres que conformamos el equipo técnico de Podemos en Castilla-La Mancha”, aunque entre los firmantes figurasen también varios hombres, según trascendió poco después.

Un escrito, cabe recordar, en el que se pedía una amonestación para Llorente y que desde la Secretaría de Organización se le ”reprendiera” por sus acciones, entre las que apuntaban las ”diferencias de trato dependiendo del género de cada trabajador” o la ”ostentación de poder” sobre las trabajadoras.

Amenazas que según los firmantes ponían de manifiesto ”el trato sexista y discriminatorio” hacia ellos, ”dejando al margen de estas situaciones a nuestros compañeros varones”.

Acusaciones que desde el primer momento el diputado regional por Guadalajara respondía atribuyéndolas a ”una campaña de desprestigio” emprendida por sus posiciones políticas críticas con la dirección autonómica del partido, pero las cuales -advertía entonces- no le iban a callar.

Reacción bien distinta fue la de la destinataria de la denuncia interna de estos liberados, la secretaria de Organización regional y compañera de Llorente en el Parlamento autonómico, María Díaz, quien tan solo un día después de que el escrito 'saltara' a los medios, aseguraba que desde la formación se habían iniciado las gestiones para ”esclarecer los hechos denunciados” en dicha carta, al tiempo que señalaba que no se podía cuestionar la ”veracidad” de la denuncia.

Concretamente, Díaz afirmaba entonces que ”cuando las trabajadoras denuncian una situación no se puede poner en duda la veracidad de estos hechos y a las mujeres no se las puede tratar como menores de edad porque tienen criterio y lo expresan”.

Junto a ello, la secretaria regional de Organización también se apresuraba a negar cualquier vinculación con intereses políticos tras este escrito y criticaba a Llorente que hubiera acudido a los medios a ”airear cuestiones de calado interno”.

Un carácter interno al que también se remitía unos días después el secretario general de la formación, y vicepresidente segundo del Gobierno regional, José García Molina, en una entrevista en la que sin embargo aprovechaba para criticar y desautorizar a Llorente -quien, junto a Fernando Barredo, fue su rival en las primarias a la Secretaría General del partido- como portavoz de Podemos en las Cortes.

Días después el diputado regional presentaba la preceptiva demanda de conciliación, con la que se daba a los firmantes la oportunidad de reconocer la falsedad de sus acusaciones y retirarlas, previa a la interposición de la querella.

Entonces todavía no se había emitido la certificación oficial por parte del letrado mayor de las Cortes sobre la inexistencia de tales quejas, pero el convencimiento de David Llorente de la falsedad de las mismas le llevó a anunciar medidas judiciales.

PRESCRITO EL PLAZO

La existencia de este certificado ha sido también confirmada en declaraciones a PeriódicoCLM por el propio Llorente, quien contactado por este medio ha precisado que dicho documento acredita que en las Cortes ”no hay constancia de ninguna queja por parte de ningún trabajador o trabajadora” contra él.

Y es que, de hecho, insiste el diputado regional, ”a día de hoy no se ha presentado ninguna denuncia contra mí ante ninguna instancia interna o externa: ni en el centro de trabajo, ni en un juzgado, ni tampoco en la Comisión de Garantías Democráticas del partido”, para lo cual, por otra parte, ya habría prescrito el plazo de seis meses previsto para ello.

Considera por tanto el parlamentario de Podemos que todo apunta a que ”la única función y recorrido que tuvo aquel escrito fue su filtración a la prensa con el propósito de dañar mi imagen pública”.

Sin embargo, quien sí ha denunciado ha sido el propio David Llorente a los firmantes de dicho escrito, tanto en un juzgado, con una querella que sigue su curso, como ante la Comisión de Garantías Democráticas del partido. Denuncia esta última en la que el diputado regional ha incluido también a la secretaria de Organización autonómica, María Díaz, quien ”dio públicamente por ciertas las acusaciones, refiriéndose a ellas como 'hechos' y afirmando que no se podía cuestionar su veracidad”.

ABOGADO A CARGO DEL PARTIDO

Según revela Llorente, desde la organización se habría proporcionado además un abogado, a cargo del propio partido, para defender a los firmantes del escrito, ”lo que significa que se están utilizando recursos comunes, a los que yo mismo contribuyo con mis donaciones, para defender a liberados que han acusado falsamente y sin pruebas a un representante público de Podemos elegido democráticamente por la ciudadanía”.

Un elemento más en ”esta campaña de difamación alimentada por la ejecutiva regional del partido”, señala Llorente, que ”no solo atenta contra mi honor, sino que perjudica también al propio movimiento feminista”.

Considera el parlamentario autonómico de la formación morada que no se debe permitir que ”se instrumentalice el feminismo con fines espurios y se socave la credibilidad del movimiento”, de ahí que él sí haya denunciado, convencido de que Podemos ”debe ser ejemplo de honestidad y desmarcarse claramente de esta forma turbia de hacer política”.

Y es que, recuerda por último el diputado, ”varias de las personas que firmaron ese escrito, incluyendo también hombres, forman parte ahora de la lista con la que García Molina se presenta a las primarias de Podemos para las próximas elecciones autonómicas”.

Un proceso interno al que también concurre el propio David Llorente, que se vuelve a ver las caras con el que fuera su compañero de bancada en las Cortes antes de entrar en el Ejecutivo de Emiliano García-Page.

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