El Gobierno aprovecha que la cabecera del Tajo sale del nivel de emergencia y multiplica el trasvase

  • El Ministerio de Transición Ecológica ha autorizado una nueva derivación de 38 hectómetros cúbicos desde los embalses de Entrepeñas y Buendía al aumentar el volumen de agua almacenado.

TOLEDO.- Los embalses de cabecera del Tajo volverán a ver marchar miles de litros de sus aguas rumbo al Levante este mes de diciembre, después de que la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, haya acordado autorizar un trasvase de 38 hectómetros cúbicos para regadío y abastecimiento humano.

Nueva derivación de agua que ya había dado por hecha el pasado viernes el delegado del Gobierno en Murcia y secretario general del PSOE en esa región, Daniel Conesa, quien aseguraba que el trasvase Tajo-Segura "es una realidad para el Gobierno central".

Una realidad con la que vuelve a chocarse de frente Castilla-La Mancha, después de que la aprobación de un 'trasvase cero' -de 7,5 hectómetros cúbicos solo para abastecimiento humano- hiciese pensar que algo podría haber cambiado en la política de trasvases del Ejecutivo central.

Sin embargo, este lunes se ha confirmado el nuevo jarro de agua fría que confirma la  nueva derivación aprobada para este mes de diciembre, al haberse constatado el Nivel 2 en los embalses de cabecera del Tajo.

Un nivel al que se llega cuando las existencias conjuntas de Entrepeñas y Buendía siendo inferiores a 1.500 hectómetros cúbicos, no llegan a los volúmenes previstos en el Nivel 3 de emergencia, y las aportaciones conjuntas registradas en los últimos doce meses son inferiores a 1.000 hectómetros cúbicos.

A 1 de diciembre, según señala el Ministerio en un comunicado, el volumen embalsado en la cabecera del Tajo era de 624,6 hm3, quedando un volumen autorizado pendiente de trasvasar de 7 hm3, por lo que resulta un volumen de embalse efectivo de 617,6 hm3, superior al umbral de 605 hm3 correspondiente al de situación hidrológica excepcional para el mes de diciembre.

Cumpliéndose estas premisas, según el Memorándum, el órgano competente deberá autorizar un trasvase mensual de 38 hectómetros cúbicos, hasta el máximo anual establecido.

De esta forma, se da luz verde a una nueva derivación de 38 hectómetros cúbicos, de los cuales 28 se destinarán al riego y los 10 restantes al consumo humano.

Según detalla el Ministerio, el ritmo del trasvase "se irá adecuando" al avance de las obras de emergencia de reparación de las infraestructuras del postrasvase que resultaron dañadas por las lluvias del pasado mes de noviembre. Infraestructuras que son las que permiten la regulación, transporte y distribución final del agua a las diferentes áreas regables receptoras.

Asimismo, explican que por parte de la Confederación Hidrográfica del Segura se están acometiendo los trabajos de limpieza primaria y mantenimiento del canal del postrasvase, afectados "seriamente" por las lluvias torrenciales de noviembre. Graves perjuicios en la conducción que han hecho que sea necesario declarar las obras de emergencia, lo cual -explican- requiere de un informe por parte de la Abogacía del Estado, el cual "estará listo de manera inminente".

En total serán tres obras de emergencia las que se lleven a cabo, centrándose en el canal del postrasvase en el campo de Cartagena; en el canal de La Pedrera y en los canales de drenaje D-4 y D-7, en el municipio de Los Alcázares. Tras declararse las obras de emergencia, "los trabajo comenzarán inmediatamente".

EL NUEVO TRASVASE, "UN ATROPELLO"

Un trasvase del Tajo al Segura que para el presidente del Ejecutivo castellano-manchego, Emiliano García-Page, constituye un "atropello" y apuesta por concebir la gestión del agua desde la "sensibilidad ambiental".

Manifestaciones que hacía horas antes de confirmarse la autorización del nuevo trasvase, afirmando que lo que se ve en la cabecera del Tajo es "simple y llanamente una falta de oportunidades, falta de vida y falta de sostenibilidad ambiental", al convertir los ríos las sucesivas derivaciones de agua "en cloacas".

En este sentido, afirmaba que "se insiste en que el Tajo en vez de desembocar en el Atlántico desemboque en el Mediterráneo", algo que "es un atropello, no solo para la economía y para los intereses de la región, sino también para el medio ambiente".

García-Page subrayaba su apuesta por la desalación, para que "haya agua para todos, para todos los usos", también para el regadío, incluido el de Castilla-La Mancha.

Poco después de confirmarse la autorización del trasvase, García-Page señalaba en sus redes sociales que "si se predica sostenibilidad" se debe empezar por el agua. Un recurso que "todos necesitamos", insistía, "pero algunos tendrán garantizado el abastecimiento con la desalación".

Por su parte, la consejera de Fomento, Agustina García Élez, ha lamentado a través de sus redes sociales que este trasvase suponga "un nuevo revés para los intereses de Castilla-La Mancha", puesto que "de nuevo el Memorándum sacrifica a nuestra tierra para sobreproteger a otra".

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