70 crías de lince ibérico han nacido en libertad en Castilla-La Mancha desde su reintroducción

Desde que naciera en 2016 la primera camada en estado salvaje de la región, la especie ha pasado de la categoría de conservación de 'en peligro crítico' a 'en peligro'.

CIUDAD REAL.- Un total de setenta crías de lince ibérico han nacido en estado salvaje en Castilla-La Mancha gracias al programa de reintroducción de la especie y con el que se consiguió que en 2016 naciera la primera camada en libertad en la región.

El lince ibérico cuenta con más de seiscientos ejemplares en España y ha pasado de ser especie catalogada en la categoría de conservación de 'en peligro crítico' a 'en peligro' gracias al programa financiado por 'Life+Iberlince' que ha finalizado en 2018 y en el que Castilla-La Mancha ha participado activamente para contribuir a la conservación de esta especie en la Península Ibérica.

Y las cifras así lo reflejan. En Castilla-La Mancha se reintrodujeron en el medio natural, tanto en los Montes de Toledo como en Sierra Morena Oriental (Ciudad Real), un total de setenta ejemplares de lince ibérico y han nacido en estado salvaje setenta crías desde la primera camada de 2016, algo que, según el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, "parecía impensable y hoy es una realidad gracias al esfuerzo realizado entre todos".

El proyecto europeo 'Life+Iberlince', en el que se han implicado las comunidades autónomas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia, en España, ha posibilitado desde el 2011 y hasta este año el establecimiento de cuatro poblaciones nuevas de la especie con al menos cinco hembras reproductoras en cada una de ellas.

En Castilla-La Mancha, desde la empresa Fomento y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha (Fomecam) se han instalado carteles informativos en las áreas de actuación del proyecto 'Iberlince', un total de tres en la provincia en Toledo, Mazarambroz, Las Ventas con Peña Aguilera y San Pablo de los Montes, y dos en la de Ciudad Real, en los términos municipales de Viso del Marqués y Almuradiel.

Para el próximo programa se trabajará en consolidar las poblaciones existentes, hasta alcanzar al menos las 20 hembras territoriales y conectar los núcleos de lince ibérico que existen en la Península, a través de los denominados 'corredores naturales de la especie'.

En el caso de Castilla-La Mancha, Martínez Arroyo ha explicado que las conexiones prioritarias para la especie pasarían por conseguir el intercambio de ejemplares entre los Montes de Toledo y Sierra Morena, las dos áreas de reintroducción existentes y donde se asienta el lince ibérico, con las otras poblaciones del proyecto, principalmente en Extremadura y Andalucía.

De esta forma, los corredores entre los Montes de Toledo y Sierra Morena, a través de la Zona Especial de Conservación (ZEC) de Picón en Ciudad Real y el Parque Nacional de Cabañeros; Montes de Toledo y Matachel (Extremadura), pasando por la comarca toledana de la Jara y la extremeña de Las Villuercas, o la conexión natural entre Sierra Morena con Andújar a través del área de Guarrizas (Jaén).

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