GUADALAJARA.- Un miembro de la candidatura de Vox al Ayuntamiento de la localidad guadalajareña de Yebes propone cambiar el nombre del colegio público Jocelyn Bell por el del dictador Francisco Franco, para que así "a nadie se le olvide".
Un comentario que hacía en las redes sociales después de que otro usuario se hiciera eco de la publicación realizada por Vox Guadalajara en la que se mostraba la imagen del candidato a la Alcaldía de la formación de ultraderecha en este municipio, Antolín Muñoz, cuando acudía a votar el pasado 28 de abril en las elecciones generales.
Lo hacía en ese centro educativo cuyo nombre recuerda a la astrónoma británica y responsable del departamento de Astrofísica de Harvard, descubridora de los púlsares de radio, permitiendo así contrastar la teoría de la evolución estelar.
Una destacada científica cuyo nombre no debía sonar a los miembros de la formación ultranacionalista, pues en su cuenta de Facebook se refirieron al lugar en el que había votado su candidato a alcalde como "Colegio Público Cardenal Jocelyn Bell".
Una errónea vinculación con la jerarquía eclesiástica que de forma inmediata suscitaba numerosas reacciones y críticas por el desconocimiento por parte de un partido que aspira a obtener la Alcaldía, o cuanto menos algún representante en la Corporación municipal, del nombre del centro escolar.
Desconocimiento y falta de interés, tal y como subrayaban algunos usuarios de esta red social en sus comentarios a la publicación, recordando a Vox que a la entrada del colegio "hay una placa, justo en el hall una pancarta y a mano derecha otra placa con el nombre que no se han molestado ni en enterarse".
Una denominación la de este colegio público que fue aprobada por el Consejo Escolar de la localidad, a propuesta del Ayuntamiento, dada la vinculación con el ámbito de la Astronomía al ser el enclave del Observatorio Astronómico, y con la propia imagen de marca, 'Yebes, municipio estrella'.
Un 'detalle' sin importancia para otros usuarios de Facebook que se preguntaban cuál era el problema y para los que lo importante el pasado 28 de abril era que "todos los españoles estén orgullosos de serlo, voten lo que voten".
Entraba en este punto en el 'debate' el segundo suplente de la candidatura de Vox al Consistorio yebero, Óscar López Ramírez, quien proponía para evitar futuras confusiones: "Lo primero que habrá que hacer entonces es proponer el cambio del nombre del colegio por Colegio Público Francisco Franco y así no se le olvida a nadie".
Para el regidor de la localidad, el socialista José Miguel Cócera, se trata de "una anécdota" por parte de quienes se encontraban "crecidos" por el respaldo obtenido en las elecciones generales.
Una "salida de tono" ante la que pide "respeto", puesto que la elección del nombre del colegio público fue "suficientemente documentada y motivada".
Un "desconocimiento" con el que estos miembros de la candidatura de Vox "se retratan", mostrando su "ignorancia supina" sobre el papel de la científica a la que se encuentra dedicado el colegio, con un intento de "hacer su bandera más grande".
En esta localidad, Vox fue la formación política más votada el pasado 28 de abril. Obtenía la formación de ultraderecha el 24,72 por ciento de los sufragios (437), multiplicando exponencialmente los votos conseguidos en 2016, cuando solo fueron 13 los yeberos que les dieron su apoyo.
Un significativo avance del partido de Santiago Abascal en esta localidad alcarreña, que superaba así a otros partidos como Ciudadanos, que lograba 426 votos (24,10 por ciento del voto emitido) y PSOE que quedaba con un voto menos, 425.
Al margen de esto, el regidor yebero recuerda que la elección del nombre del colegio no fue algo "dictatorial" ni "arbitrario", sino que se valoró la propuesta municipal junto a las planteadas desde el AMPA, que también llevaba nombres de personas relevantes del ámbito científico, considerándose finalmente acertado el de Jocelyn Bell, dado su papel en la radioastronomía.
UNA CANDIDATA IMPUTADA
Pero al margen de esta situación que Cóceres rebaja a la categoría de anécdota, lo que al alcalde de Yebes más le preocupa es que a la cita electoral del próximo 26 de mayo concurra una candidata, la del Partido Popular, que se encuentra "imputada por un delito que conlleva penas de cárcel o inhabilitación de cargo público".
Se refiere así a la candidata popular Esther García Sagasta, quien al igual que el actual portavoz municipal del PP, Diego Jiménez Figueroa, fue llamada a declarar el pasado 20 de diciembre tras la querella presentada desde el Ayuntamiento de Yebes por revelación de secretos, al utilizar datos personales a los que había tenido acceso su grupo municipal y hacerlos públicos, utilizándolos de forma partidista.
Una querella que sigue su curso, explica Cócera, y que pretende ser un toque de atención para que "a ningún grupo político que llegue al Ayuntamiento" tras las próximas elecciones tenga claro que ese acceso a los datos "no faculta" para "mercadear" con ellos.
Algo que considera sí se ha hecho por parte del PP, que en enero de 2018 solicitó la cuenta general de recaudación del Ayuntamiento. Un documento de 435 páginas en el que aparecen los datos relativos a los pagos e impagos de determinados recibos de gestión municipal. Datos que se entregaron junto con la correspondiente advertencia sobre el tratamiento que este tipo información sensible debe tener al amparo de la ley.
Sin embargo, según Cócera, los populares lo único que pretendían era "buscar" si él o miembros de su familia tenían alguna deuda pendiente, para lo cual debieron escudriñar el documento con datos de cientos de vecinos del municipio. Así es como habrían obtenido una determinada información que fue empleada para atacar al alcalde y su familia.
Al margen de ese uso contra su persona, desde el Consistorio yebero se consideró entonces que esa práctica por parte del Partido Popular resultaba "peligroso", puesto que "estaban dispuestos a hacer listas sobre quién paga más o menos, quién debe más o menos". Algo "vergonzoso", critica Cócera, quien subraya que "no se pueden utilizar datos protegidos por ley con fines partidistas".
Por ello se planteó esta querella, que fue admitida a trámite y supuso que fueran llamadas a declarar una veintena de personas, entre ellas García Sagasta y Jiménez Figueroa. Primera declaración tras la que "la jueza ha tomado sus decisiones", llamando a declarar a "nuevos testigos", apunta Cócera.
