El candidato de Unidas Podemos a la Junta se enroca en priorizar la residencia para el acceso al empleo público

  • José García Molina no rectifica su propuesta de pedir el empadronamiento en Castilla-La Mancha para cribar la entrada a la función pública, algo criticado duramente por los sindicatos, quienes tildan la medida de ” xenófoba” e ”inconstitucional”.
  • El dirigente morado se justifica diciendo que en comunidades ”como Cataluña, Euskadi, Valencia e incluso Galicia” existen ”criterios de doble baremo” por el doble idioma oficial, y sentencia: ”No queremos ser más que nadie, pero tampoco menos”.

TOLEDO.- El candidato de Unidas Podemos a la Presidencia de Castilla-La Mancha y secretario regional del partido morado, José García Molina, insiste en la validez y justificación de su polémica propuesta en materia de acceso al empleo público, argumentando que con ello se trata de ”proteger” a los trabajadores de la región de un supuesto ”doble rasero”.

Así lo señala en un vídeo que ha publicado en sus redes sociales el todavía vicepresidente segundo del Gobierno regional, a través del cual trata de ”aclarar” los términos de la propuesta ”de Podemos”. Una medida que, tal y como recoge su programa y García Molina había señalado en rueda de prensa, pretende ”priorizar el acceso al empleo público de las personas de Castilla-La Mancha”, ”sobre otra gente”, como fórmula para impedir que los jóvenes de la región se vayan.

A pesar de la polémica suscitada, que ha llevado a los sindicatos a realizar duras críticas contra el candidato de Unidas Podemosy al coordinador regional de IU, Juan Ramón Crespo, a desvincularse de la iniciativa defendida por García Molina, éste se empeña en mantener su planteamiento de discriminar a los opositores en función del padrón.

En este sentido, el aspirante a presidir la Junta recurre a la existencia de ”criterios de doble baremo” en otras comunidades ”como Cataluña, Euskadi, Comunidad Valenciana e incluso Galicia” mientras son ”negados en nuestra tierra”. Comunidades autónomas que cuentan con doble idioma oficial y que lo que piden es una acreditación del conocimiento de ambos, sin atender ‑olvida Molina‑ al lugar en el que se resida o donde se haya nacido o se esté empadronado, siendo esta precisamente la variable que él propone introducir.

Así, asegurando que lo que se pretende es que ”la gente de nuestra región pueda quedarse en Castilla-La Mancha a trabajar y no tenga que emigrar”, García Molina defiende la propuesta de que ”ser de la región o residir en ella sea puntuable en el baremo de las oposiciones, dentro de los límites de cualquier proceso de selección ajustado a derecho y en correspondencia con el margen autonómico para la negociación de los baremos en las oposiciones”.

Un criterio ”positivo” irrealizable que cuenta en su contra con numerosa jurisprudencia sobre casos similares que se han dado principalmente en Ayuntamientos, pues atenta a los principios de ”mérito y capacidad” que establece el artículo 103.3 de la Constitución española como rectores del acceso a la función pública, vulnerando asimismo otro artículo de la Carta Magna, como es el 23.2, en el que se señala que los ciudadanos ”tienen derecho a acceder en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos”.

Pese a ello, y sin rectificar lo reflejado en el programa y manifestado por él mismo en diversas intervenciones, el candidato de Unidas Podemos insiste en que la propuesta está destinada a ”crear estabilidad y garantías para los trabajadores públicos”, los cuales según García Molina se encontrarían ”en una situación de desigualdad respecto a los de otras comunidades”.

Afirmaciones del mismo José García Molina que en una entrevista publicada este jueves por el diario ABC, al ser preguntado por qué no votar a Vox, asegura ser ”un ferviente defensor de las libertades y de los derechos de la gente”, de modo que ”cuando alguien viene con exclusiones previas, o diciendo que algunos tienen más derechos que otros, sinceramente ya ni le presto atención”. Aunque ahora sea él mismo quien plantee priorizar a unas personas por su lugar de empadronamiento frente a otras.

Para ilustrar su razonamiento, García Molina pone como ejemplo el hecho de que ”cuando la Comunidad autónoma Valenciana saca plazas en años alternos a cuando se hace en Castilla-La Mancha, la gente de aquí no se puede presentar a las plazas de allí, pero la gente de allí sí se presenta a las plazas de aquí”.

Un extremo del todo incierto, puesto que cumpliendo los requisitos de la convocatoria los opositores castellano-manchegos pueden presentarse al igual que el resto de ciudadanos, pero que García Molina utiliza para envolver su discurso y tratar de buscar justificación a su polémica y criticada propuesta, argumentando la existencia de un ”doble rasero”.

Un vídeo que José García Molina concluye señalando que ”no queremos ser más que nadie, pero tampoco queremos ser menos que nadie”.

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