El exlíder de Podemos en Castilla-La Mancha elimina su Twitter y lo resucita días después tras las críticas

José García Molina, quien fuera secretario general del partido morado en la región y desde este lunes ex vicepresidente segundo del Gobierno de Emiliano García-Page, había borrado todas sus publicaciones con esta decisión, que ha rectificado tras recibir numerosos reproches, incluso por quienes hasta hace unas semanas se consideraban simpatizantes.

TOLEDO.- Borrón y cuenta nueva, es lo que había debido pensar el que fuera secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha hasta el pasado 26 de mayo y vicepresidente segundo del Gobierno regional hasta hace cuatro días, José García Molina, en lo que respecta a su perfil en la red social Twitter, en el que contaba con casi 9.700 seguidores, y que cancelaba durante estos últimos días, vaciándola de contenido y borrando así todo lo publicado hasta la fecha.

Cuenta creada en mayo de 2014 ‑un año antes de las autonómicas que le llevaron a ocupar un escaño en el Parlamento castellano-manchego desde donde que daría el salto en el verano de 2017 al Gobierno regional‑, en la que a lo largo de este tiempo García Molina había ido publicando su opinión, sus artículos, sus declaraciones y, cómo no, también las campañas puestas en marcha por su partido, y a la que ahora ha decidido echar el cierre.

Cancelación que se producía cuando ya hacía tiempo que había cambiado su perfil, dejando únicamente su condición de 'Profesor Titular de Pedagogía Social en la UCLM', a pesar de que ha continuado siendo vicepresidente segundo del Ejecutivo regional de Emiliano García‑Page hasta este mismo lunes, cuando el Diario Oficial de Castilla-La Mancha publicaba su cese.

Un cargo del que no se ha desprendido como sí hizo con el de secretario regional de Podemos después de la debacle electoral sufrida por la formación morada en la región, al igual que tampoco lo hacía su compañera de partido Inmaculada Herranz, quien del mismo modo se mantenía como parte del Ejecutivo a pesar de que actividad institucional  de ambos ‑al menos la agenda pública‑ se interrumpiera bastante antes de la cita con las urnas.

Ahora con el cese ya oficial, el exdirigente de Podemos optaba por suprimir su cuenta en la conocida red social en la que había sido notable su actividad. Una decisión que no duraba mucho, pues este viernes, pocos días después de 'desaparecer' de Twitter, García Molina volvía a resucitar el perfil, no sin antes recibir numerosas críticas por la espantada, tanto públicas y como en foros internos de la formación por parte del sector crítico con su gestión, pero también por quienes hasta hace unas semanas se consideraban simpatizantes.

Una cancelación que no llegó a extender a Facebook, donde este tiempo ha mantenido activo no solo su perfil personal ‑creado en julio de 2011 y su última publicación de hoy mismo‑, sino también la página en la que es seguido por más de 4.500 usuarios, en la que el pasado 26 de junio compartía un vídeo de un debate a tres bandas en el que participaba junto a Jorge Alemán y Ramón Espinar, ”alrededor del concepto de Nueva Izquierda”.

Del mismo modo que ha conservado la actividad en su cuenta en Instagram, en la que roza los 1.800 seguidores, y en la que son más personales las publicaciones que realiza, aunque entre ellas también conserva las relativas a su actividad como secretario regional de la formación morada y como candidato a la Presidencia de la Junta, al igual que sucede en Facebook.

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