El Gobierno regional se prepara para tomar las riendas de la privada si es necesario

  • El sistema público mantiene su capacidad asistencial y tiene aún disponibles 900 camas en la red, pero la próxima semana podría ser "más dura" en numero de casos y cambiar la situación.
  • Las siguientes fases del plan de contingencia contemplan la ocupación de centros sanitarios privados y, si fuese preciso, la medicalización de otros edificios como hoteles o residencias universitarias, para lo cual se ha adelantado el aprovisionamiento de respiradores.

TOLEDO.- La sanidad pública castellanomanchega está respondiendo al cien por cien a la emergencia del coronavirus y sigue teniendo a fecha de hoy más de 900 camas a disposición en la red hospitalaria, pero la situación podría cambiar en los próximos días por lo que el Ejecutivo regional se prepara por si fuera necesario dar un paso más en los planes de contingencia y acudir a los recursos de la privada.

Y es que los datos muestran cómo el virus "va tomando cada vez más importancia", por lo que la próxima semana podría ser "más dura en cuanto a número de casos", de ahí que en la Comunidad Autónoma la capacidad asistencial del sistema preocupe y ocupe "muchísimo".

Más aún  cuando a lo largo de los últimos días Castilla-La Mancha ha empezado a recibir miles de personas procedentes de la Comunidad de Madrid, aumentando la población más allá de los 2 millones de habitantes de la región. Una situación a la que "tenemos que dar respuesta y la vamos a dar", en el marco de esa "solidaridad" que desde la región se tiene hacia "todas las personas que nos visitan", pero que a su vez "comprometen ciertas decisiones" y hacen que "los planes de contingencia se tengan que agrandar para esas personas que se añaden".

Así lo ha señalado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, quien ha subrayado el trabajo "en red" que se desarrolla en la región, lo cual permite tener todas esas camas a disposición, aunque eso "puede ser finito"  y no se descarga que en algún momento haya que recurrir a las camas privadas y el uso de otros edificios medicalizados tal y como está previsto en los planes de contingencia que están en marcha.

Planes que contemplan tres fases de aplicación, siendo la primera de ella la respuesta de la sanidad pública en toda la región; una segunda en la que se ocuparía la sanidad privada y una tercera que abriría la posibilidad de medicalizar otro tipo de edificios, tales como residencias universitarias u hoteles, que permitan la distribución de habitaciones.

En este sentido apuntaba que en estos momentos hay "alrededor de 1.500 urgencias menos de las que teníamos hace una semana", lo que muestra que "están dando su fruto las decisiones de contención y que la gente entiende que nos tenemos que dedicar al problema del virus". Esto está permitiendo que en las Urgencias no haya grandes aglomeraciones, posibilitando dedicar espacios a observaciones y mantener otros de seguridad.

No ocultaba sin embargo que preocupan las UVIs y las camas de críticos, aunque por el momento la sanidad pública está dando respuesta a las necesidades planteadas por el coronavirus.

Y aunque de momento la situación es esta, "estamos preparados para utilizar las otras dos fases", subrayaba Fernández Sanz.

ESCASEZ DE EPIs Y PETICIÓN DE USO RESPONSABLE

Pero no solo preocupa la capacidad asistencial al Gobierno, sino también el problema que plantea la escasez de abastecimiento de equipos de protección individualizada (EPIs).

Respecto al material, el consejero ha detallado que en las últimas 48 horas se han distribuido a centros sanitarios y sociosanitarios de la región 200.000 mascarillas a través de las diferentes gerencias de área.

Material procedente tanto de la compra centralizada realizada por el Gobierno central como de la realizada por parte del Ejecutivo castellanomanchego, y que está siendo puesto a disposición de todas las personas que lo necesitan siguiendo el protocolo previsto para ello.

Insistía así en que todo lo recibido, tanto procedente de compras como de donaciones, se va a seguir distribuyendo, aunque apelaba a la "responsabilidad" en su uso.

Y es que desde el Gobierno regional se está haciendo el "esfuerzo" que corresponde, pero recuerdan que es compartido "con toda España, con Europa y el resto del mundo", que la compra es para todos, a pesar de lo cual se está "intentando corregir" el problema de desabastecimiento existente.

En este sentido el consejero ha recordado cómo uno de los encargos del presidente del Ejecutivo castellanomanchego, Emiliano García-Page, fue "adelantarnos a las compras y el aprovisionamiento", y eso es precisamente lo que se está haciendo con los respiradores y los medios para diagnósticos, lo cual está dando "un oxígeno importante" y que en los próximos días puede ser clave.

Pero además del material, en el Gobierno también preocupan los test. "En este momento disponemos de lo que disponemos", ha reconocido Fernández Sanz, quien espera que la próxima semana se produzca "un empujón importante" al poder disponer de los test rápidos tanto a través del Ministerio como por compra propia.

Un recurso que permitirá diagnosticar "más y más rápido" y que se empleará particularmente entre los colectivos con especial vulnerabilidad, sanitarios, personal asistencial, así como de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Personal esencial que también preocupa al Gobierno de Castilla-La Mancha y al que se va a dar "la misma respuesta". Y es que a pesar de "la escasez de EPIs y de pruebas", que es "extensible" a la región, "se está dando respuesta".

En este sentido a subrayado la importancia de "atender a quienes atienden", el personal sanitario y no sanitario de los centros hospitalarios, de los centros sociosanitarios y los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado.

El consejero de Sanidad terminaba su intervención lanzando un mensaje: "A este lo vamos a vencer. Quédate en casa".

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