TOLEDO.- Castilla-La Mancha decretaba hace una semana el cierre de los prostíbulos y locales de alterne en la región durante las 24 horas del día, como medida preventiva para frenar la expansión de la COVID-19. Sin embargo hay locales que siguen abiertos, incumpliendo la normativa vigente y poniendo en peligro la salud pública, como un club de Toledo en el que una operación policial se ha saldado con 42 denuncias.
Operativo dispuesto por la Guardia Civil de Toledo que, en colaboración con la Policía Nacional y personal de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, que se ha saldado con más de cuarenta denuncias.
Sobre él ha informado en nota de prensa la Guardia Civil, que señala cómo en estos días se están recibiendo diversas llamadas por parte de los ciudadanos en las que se informa de la apertura de este tipo de establecimientos, los cuales deberían encontrarse cerrados al público.
Una de esas llamadas ofrecía información sobre un club de alterne de la provincia de Toledo, respecto al cual se planificó esta operación policial en la que se identificó a 18 clientes y a 23 trabajadoras, cursándose un total de 42 denuncias por infracciones administrativas.
Concretamente se interponían 22 denuncias por parte de la Inspección de Trabajo, 3 actas por extranjería levantadas por agentes de Policía Nacional, otras 3 por tenencia de droga, 4 denuncias por fumar en el interior de un establecimiento público, 9 por no utilizar la mascarilla obligatoria y un acta por la apertura de un establecimiento el cual la tiene expresamente prohibida.
En este dispositivo participaban un total de más de 40 agentes, entre los que se encuentran las unidades de la Compañía de la Guardia Civil de Ocaña, el puesto de la Guardia Civil de esta localidad y el equipo de investigación; el equipo de Policía Judicial de Villacañas; la Unidad de Seguridad Ciudadana de Comandancia (USECIC); el Servicio Cinológico, el Servicio de Información y la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Toledo (UOPJ).
