El cierre perimetral sigue sin fecha de caducidad y se volverá a evaluar la situación a finales de mes

  • El Gobierno regional no se arriesga a predecir si estarán abiertas o no las fronteras de cara al puente de la Constitución, aunque recuerdan cómo tras el del Pilar aumentaron un 50 por ciento los contagios.
  • El director general de Salud Pública vuelve a apelar a la responsabilidad individual en el cumplimiento de las medidas especiales, puesto que hacerlo de manera correcta ”supone que se puedan levantar antes”.

TOLEDO.- El Gobierno de Castilla-La Mancha no pone fecha al levantamiento de su cierre perimetral, como tampoco la relajación del toque de queda o a la limitación a seis personas del número máximo de componentes de un grupo. Medidas que este martes el Consejo de Gobierno decidía mantener en el tiempo, sin un plazo determinado, aunque se volverá a evaluar la situación antes de final de mes.

Así lo ha confirmado en rueda de prensa el director general de Salud Pública, Juan Camacho, quien ha precisado que ”de aquí a final de mes” se evaluarán de nuevo las condiciones epidemiológicas así como la predicción de posibles escenarios, para poder adoptar una decisión al respecto.

En este sentido, y tras recordar que ya el decreto firmado por el presidente regional, Emiliano García-Page, el pasado 29 de octubre, tras la declaración del estado de alarma, ya recogía esa ”capacidad de dinamismo”, al no establecer plazos definidos para las restricciones decretadas, Camacho ha precisado que la intención es ”revisarlo de aquí a final de mes” para que ”de acuerdo a las cifras de evolución de la pandemia” se tome una decisión ”en ese momento”.

No obstante, también ha destacado el ”hito importante” que supone el puente de la Constitución, por lo que confía que más próximo a esas fechas haya ”datos suficientes” para tomar la decisión ”más oportuna” al respecto.

Y es que ”el predecir que vamos a tomar una determinada decisión a tres semanas, parece ciencia ficción”. Esto no quiere decir que no se tengan proyecciones y una estrategia clara, pero es necesario ”tener esa capacidad de adaptación de respuesta”, ha sentenciado.

Apunte que realizaba el director general al ser preguntado sobre la posibilidad de que el cierre de fronteras se pudiera levantar antes de dicho puente, y tan solo minutos después de mostrar en un gráfico en el que se recogía la evolución de la pandemia de COVID-19 en esta segunda ola, cómo la semana epidemiológica 43 (del 19 al 25 de octubre), inmediatamente posterior al puente del Pilar, se registraba ”un aumento de la incidencia del 50 por ciento”. Todo ello después de que en las tres semanas anteriores (40, 41 y 42) habían disminuido ”de manera considerable” los contagios.

Un ”salto brusco” que no solo se producía en Castilla-La Mancha, ha precisado Camacho, pero que ”en parte parece poder explicarse por la existencia del puente del Pilar, el aumento de la movilidad y las posibilidades de mayor concentración en ese momento”, lo cual contribuyó a registrar tasas de incidencia ”peligrosas”.

Una situación que está disminuyendo ”poco a poco”, tanto en número de contagios como en los consiguientes ingresos hospitalarios.

En este sentido, el director general de Salud Pública ha destacado cómo las tasas de incidencia de 7 días han experimentado una disminución desde la semana 43 hacia acá, lo cual hace ”tener esperanza”. Sin embargo ha recordado también que esta tendencia coincide en el tiempo con la aplicación de una medidas de control ”más intensas y más generalizadas”, adoptadas al existir un peligro de aumento de la transmisión”, las cuales ahora parecen estar dando su fruto.

Sin embargo esto también ”nos obliga a mantener una prudencia extrema”. Y es que, ha insistido, ”si pensáramos que con una disminución durante dos semanas consecutivas de las tasas de incidencia está todo resuelto, se echaran las campanas al vuelo y se retiraran las medidas de manera indiscriminada, nos estaríamos equivocando”. Algo que tendría consecuencias ”dramáticas”, ha apostillado Camacho, quien justifica así la ”prudencia imprescindible” en la toma de decisiones.

Para el director general de Salud Pública es necesario ser conscientes ”de dónde venimos, qué ha pasado y por qué se toman determinadas decisiones”.

Medidas como las reflejadas en el decreto que deviene del estado de alarma, así como las que ”ya son basales en la comunidad autónoma”, o aquellas que se han ido tomando a posteriori como la extensión del nivel 2 a toda la región o el nivel 3 en alrededor de 40 municipios, medidas que son ”revisables, ajustables y modificables en cada momento”.

Algo, ha precisado, que ”no quiere decir que nos volvamos locos y cada día tomemos una decisión distinta”.

TALAVERA Y CUENCA MEJORAN

Y en este contexto, Juan Camacho se ha referido a la evolución que está teniendo la pandemia en las últimas semanas en ciudades importantes que tienen aplicado el nivel 3 de restricciones. 

Así ha destacado que los datos ya disponibles desde el jueves pasado, que se han ido consolidando a lo largo de la semana, muestran cómo ”Cuenca y Talavera de la Reina han mejorado de manera importante”. Y aunque ”todavía no son cifras con las que nos sintamos cómodos”, ha confesado, sí se aprecia esa mejoría que tiene que ver ”con el rastreo y con más cosas”.

En este sentido el director general ha recordado que ”cuando imponemos medidas, cuando se toma una decisión, somos conocedores de lo que suponen las restricciones para la sociedad en su conjunto y para el sector productivo”.

No obstante, también ha recalcado que ”el cumplimiento correcto de esas medidas supone que se puedan levantar antes”.

Así, y puesto que no se puede plantear ”un catálogo infinito de medidas” que luego no se pueden cumplir, ha vuelto a realizar un llamamiento ”a la responsabilidad individual” de los ciudadanos, la cual ”comienza por el autocuidado”. Y es que, ha apostillado, ”si las medidas que se toman se implementan de una manera correcta”, la evolución siempre es mejor.

En el caso de Toledo capital, Camacho ha apuntado que se atisba una cierta ”estabilización”, a pesar del ”aumento ligero de casos” registrado entre las semanas 44 y 45, algo que se tuvo en cuenta a la hora de decidir prorrogar durante otros 10 días las medidas de nivel 3, con el objetivo de ”mantener esa tensión”.

Ha recordado así que las medidas ”no tienen efecto de manera inmediata” aunque, ha avanzado, con los datos preliminares de la semana 46 (que terminó el domingo 15), se ve cómo ”esa tendencia a no empeorar va a continuar”. Algo que da ”cierta confianza” en que ”podremos controlar este brote también”.

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