GUADALAJARA.- El Juzgado de Instrucción número 1 de Guadalajara, en funciones de guardia, ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza para el acusado de agredir a un menor extranjero el pasado sábado en Guadalajara. Una agresión tras la que, según la Policía Nacional, no existiría un motivo racista, algo que sin embargo contradicen desde el Ayuntamiento de la ciudad aportando pruebas.
Según informaban fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, la titular del juzgado, tras tomarle declaración este jueves, decretaba prisión provisional comunicada y sin fianza y se le imputa, de manera provisional, como presunto autor de delito de lesiones agravadas, pero no de odio.
Su detención por parte de la Policía Nacional tenía lugar un día antes, tras las investigaciones realizadas tomando como base las manifestaciones realizadas por los testigos de la agresión sufrida por el menor, de 12 años, el pasado sábado.
Investigaciones que condujeron a un joven mayor de edad, al que constan diversos antecedentes policiales y que actualmente se encontraba en paradero desconocido, al tiempo que se le investigaba también por hechos similares. No obstante, la Policía Nacional descarta que el motivo de la agresión fuese el racismo.
Una versión que desmiente el Ayuntamiento de Guadalajara, desde el que se condenó desde el primer momento el ataque "racista" sufrido por este menor.
En un comunicado, el Consistorio ha recordado que el menor señaló en el lugar de los hechos que había sido agredido "por ser negro", tal y como constataron los agentes de la Policía Local que acudieron al lugar de la agresión.
Fuentes del Ayuntamiento señalan que, en diversas ocasiones, vecinos de la ciudad han podido ver cómo el agresor gritaba consignas racistas en medio de la calle, como "que se mueran los negros". De hecho, antes de atacar al joven le habría llamado "negro de mierda".
Un testimonio de la propia víctima que ha sido tenido en consideración a la hora de adoptar este posicionamiento, contrario a lo que plantea la Policía Nacional, teniendo también en cuenta las circunstancias en las que se desarrollaron los hechos y que quedaron reflejadas igualmente en el informe policial.
En esta línea, precisan que los agentes de la Policía Local recabaron varios testimonios, entre otros el de una mujer, también extranjera, que aseguró haber visto a un varón, que encajaba perfectamente con los rasgos descritos por los testigos de la agresión y con el hecho de que no portaba mascarilla, deambular por la zona en la que ella se encontraba, también con una actitud desafiante hacia ella misma.
Por todo ello, el Ayuntamiento de Guadalajara vuelve a condenar lo sucedido "atendiendo tanto al testimonio de la víctima -no habiendo motivos por los que ignorar lo expresado por el menor- y a lo expresado por testigos que presenciaron la agresión".
Recuerdan que las agresiones racistas "pueden producirse y se producen tanto por personas con antecedentes como por parte de personas sin antecedentes en este tipo de acciones, o en personas que puedan tener algún tipo de patología".
Asimismo manifiestan su satisfacción por la detención del presunto agresor y reafirman su compromiso de "señalar y denunciar cualquier actitud o comportamiento racista de manera tajante", puesto que según el Ayuntamiento, "es la mejor manera de hacer de Guadalajara lo que es, una ciudad diversa".
Pero el mantener que la agresión al menor fue por motivos de racismo, ha llevado al Gobierno municipal a ser objeto de críticas por parte de la derecha. Tanto PP como Vox han criticado que se mantenga esa versión después de que lo haya descartado la Policía Nacional al detener al presunto agresor.
En un comunicado, el grupo popular considera que tanto la ciudad como sus vecinos "merecen una explicación de por qué el alcalde de la ciudad se anticipó a calificar esta agresión como 'racista' sin esperar a la resolución de la Policía Nacional", y aseguran no entender cómo tras conocerse esa resolución, el alcalde ratifique sus palabras "desdiciendo a la autoridad policial".
Desde Vox, el portavoz de su grupo municipal, Antonio de Miguel, iba aún más allá y exigía al alcalde "una rectificación y disculpas públicas" por su "ruin maniobra y sus declaraciones públicas al vincular la repugnante agresión sufrida por un menor el pasado fin de semana con algo tan delicado como el racismo", ha sentenciado.
Cabe recordar que el Gobierno municipal no fue el único que condenó el ataque racista, puesto que desde el colegio Salesianos, de cuyo club es deportista el niño agredido, se emitía este martes un comunicado condenando "enérgicamente" cualquier tipo de violencia, "especialmente aquella con características tan horribles como la ejercida contra un menor, con motivo de su raza".
Condena que también realizaban desde el Colegio Oficial del Trabajo Social de Castilla-La Mancha y Accem Guadalajara, organización no gubernamental desde la cual su presidente, Braulio Carlés, calificaba los hechos de "lamentables" y aseguraba que debían ser perseguidos "por constituir delitos de odio".
El menor, víctima de la agresión, tuvo que ser trasladado al Hospital General Universitario de la ciudad para ser ingresado por las heridas y fuertes dolores a consecuencia de la paliza.
