García-Page: "Lo que importa es España y no me voy a callar nunca frente a quienes la amenacen"

El presidente celebra el Día de Castilla-La Mancha reivindicando "alzar la voz" para defender los intereses de la región amparados en la Constitución y destacando la importancia de la "estabilidad" ante los que "buscan el caos".

GUADALAJARA.- El Día de Castilla-La Mancha ha dejado una contundente crítica para el independentismo catalán por parte del presidente de la Junta de Comunidades, el socialista Emiliano García-Page, quien asegura que no va a callar -aunque intentará pensar lo que dice-, y va a alzar la voz en defensa de los intereses de la región, aquellos que son legítimos al amparo de la Constitución española.

Así lo ha señalado en Guadalajara, durante su intervención en el acto institucional que se ha celebrado con motivo del Día de la Región, donde ha subrayado que si esos intereses se ven "cuestionados o amenazados" fuera de la región, ya sea por otras comunidades o por algunos colectivos que reclamen la defensa de sus propios intereses atacando a los demás, saldrá en su defensa.

Intereses que no son otros que los del conjunto del país, puesto que "lo que nos importa es España", ha subrayado García-Page, para quien al celebrar el Día de la Región se defiende "lo nuestro, España", en su diversidad.

En este sentido, García-Page ha subrayado que en Castilla-La Mancha "no tenemos crisis de identidad" y que su intención es contribuir a que "de forma neta y absoluta, no la tenga nadie".

Una identidad que "no significa uniformidad", como tampoco que sea algo invariable desde el momento del nacimiento, puesto que "a lo largo de la vida se puede y se debe cambiar", ha subrayado.

Del mismo modo ha subrayado la importancia de la "estabilidad", frente a quienes "buscan el caos". Algo que en Castilla-La Mancha tiene una doble consideración, por una parte la "sensatez que se transpira" y por otra que "nos levantamos y acostamos con la misma seguridad de lo que somos".

En este sentido, ha insistido en que "solo en este espacio constitucional" es en el que se ven reconocidos "nuestros derechos y libertades", los cuales, por ejemplo, posibilitan que quienes se concentraban a las puertas de este mismo auditorio -Geacam- estuvieran recogiendo también en ese mismo acto un reconocimiento por su labor durante la pandemia.

ESPÍRITU DE REENCUENTRO

Un acto en el que el jefe del Ejecutivo castellanomanchego ha recalcado cómo el último año ha sido un año "muy especial para todos". Ha recordado así a quienes han fallecido a causa de la pandemia y a sus familias, que en muchos casos no se han podido ni despedir; ha lamentado que muchos hayan tenido que sufrir para que otros reconocieran la necesidad de poner freno a la pandemia. Situaciones que, ha dicho, "no podemos olvidar, ni lo haremos nunca".

Sin embargo, García-Page se ha mostrado convencido de que "con el tiempo y la perspectiva", algo positivo arrojará "este dolor conjunto que estamos sufriendo". Un dolor "unánime" ante el que la respuesta también debe serlo, aunque ello no signifique que "no haya que ser autocríticos" o que no pueda haber variedad.

El presidente de Castilla-La Mancha ha apuntado así que este 31 de mayo se celebra "con espíritu de reencuentro", tras un año "doloroso", en el que ha confesado el haber tenido que "combatir una sensación personal de impotencia, de que algo se nos estaba escapando".

Pero a pesar de ello es necesario "sacar coraje, aprender lecciones y salir adelante", siempre intentando "no volver al punto de partida".

De este modo Emiliano García-Page se ha mostrado convencido de que "toda crisis termina siendo una oportunidad" y por ello confía en que ésta contribuya a "fortalecernos en fraternidad".

En este punto el líder de los socialistas castellanomanchegos ha apuntado que "en las familias también se discute", que se pueden tener "opiniones distintas" y aún así "sentirnos como uno, como un pueblo".

Una fraternidad que confía permanezca "a pesar del ruido y los problemas", de la política "de discoteca, con niveles de decibelios altísimos", ante lo que propone hacer "oídos sordos al ruido estéril e innecesario" y "escuchar".

Así cree que este será el año de la recuperación no solo en Castilla-La Mancha, sino en toda España, tanto en materia de economía como "incluso en valores", al haber sabido estar siempre "a la altura" a pesar de las dificultades.

Ha recalcado así que en España, "tras muchas lecciones aprendidas", se puede sacar la conclusión de que "la mejor medicina es la unidad de fondo".

Identidad con España que se ha querido subrayar también al finalizar el acto, que ha concluido con el auditorio en pie para escuchar el himno nacional. Entre ellos, además de los miembros del Consejo de Gobierno, el expresidente de Castilla-La Mancha, José Bono; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco; el director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo, así como representantes del Ejército, Guardia Civil y Policía Nacional.

También entre los invitados, representantes de la Iglesia católica, entre ellos el obispo de Sigüenza-Guadalajara, Atiliano Rodríguez, a quien se dirigía García-Page recordando su reciente visita al Vaticano sobre la que, fruto de un lapsus, ha señalado haber sido recibido por el papa Juan Pablo II, en lugar de Francisco.

Asimismo asistían a este acto representantes de los principales partidos políticos y de los grupos parlamentarios de la región; diputados nacionales y senadores, así como los presidentes de las diputaciones provinciales y un nutrido grupo de alcaldes.

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