"La sede de la Presidencia de Castilla-La Mancha podría haber acabado como Génova 13"

El Gobierno regional califica de "tremendamente graves" los hechos que se imputan a la expresidenta, María Dolores de Cospedal, quien presuntamente habría "montado" la trama de espionaje a Bárcenas desde su despacho en el Palacio de Fuensalida.
La antigua presidenta de Castilla-La Mancha, en una sala del Palacio de Fuensalida. ARCHIVO
photo_camera La antigua presidenta de Castilla-La Mancha, en una sala del Palacio de Fuensalida. ARCHIVO

TOLEDO.- El Gobierno de Castilla-La Mancha considera "tremendamente graves" los hechos por los que la expresidenta regional, María Dolores de Cospedal, ha sido imputada y por los que tendrá que declarar en la Audiencia Nacional por la trama de espionaje de la 'Kitchen'. Cohecho, malversación y tráfico de influencias que presuntamente habría cometido desde su despacho del Palacio de Fuensalida, sede de la Presidencia regional, la cual podría haber acabado "como la sede de Génova 13".

Mismo lugar desde el que este miércoles, tras conocerse la imputación de Cospedal, la portavoz del actual Ejecutivo regional y consejera de Igualdad, Blanca Fernández, aseguraba no poder evitar realizar una valoración al respecto al encontrarse "en el lugar físico en el que presuntamente se produjeron los hechos".

Sin querer entrar a valorar las decisiones judiciales como Gobierno, Fernández sí ha recordado que justo a unos metros de la sala de prensa en la que comparecía, se encuentra el despacho de la Presidencia y frente a él estaba el del entonces director general de Análisis y Documentación, Andrés Gómez Gordo, también imputado por "presuntamente montar una trama de espionaje para hacer desaparecer la documentación que probaba" que "el PP se financiaba ilegalmente".

Trama que se organizaba mientras en Castilla-La Mancha "se disparaban las listas del paro y la pobreza", Cospedal "despedía masivamente a miles de médicos y maestros" y "desmantelaba el sistema de la dependencia". Momentos en los que la preocupación de la entonces presidenta presuntamente no era otra que "hacer desaparecer las pruebas de un delito".

Para el Ejecutivo castellanomanchego es "extremadamente grave" que "los denuedos de la presidenta fueran esos y no otros, como atender a la población más vulnerable".

Es por ello que la única conclusión a la que les conduce esta situación, es que "menos mal que hubo cambio político" en Castilla-La Mancha, porque de no haberse producido "la sede de la Presidencia de la Junta, hubiera podido acabar como la sede de Génova 13".

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