"Tenemos la obligación moral de contarlo": Olmeda del Rey honra la memoria de un vecino asesinado por los nazis

La localidad conquense ha instalado una placa en homenaje a Alfredo Ruescas Fernández, deportado al campo de Mauthausen y ejecutado en 1941 en Gusen, conocido como "el cementerio de los republicanos españoles".

CUENCA.- Más de ochenta años después de su desaparición física en el campo de concentración nazi de Gusen, dependiente del de Mauthausen, el represaliado Alfredo Ruescas Fernández ha recibido al fin el reconocimiento institucional que merecía en su localidad natal, Olmeda del Rey, en la provincia de Cuenca.

El pasado sábado, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Cuenca colocó una placa frente a la casa donde vivió el republicano, asesinado en el subcampo de Gusen el 28 de octubre de 1941.

Se trata del segundo reconocimiento de estas características que se realiza en Castilla-La Mancha. La primera placa la colocó la misma asociación en Tarancón en 2017. En ella se homenajeaba a Dositeo Moreno Barrios, ejecutado en Mauthausen el 30 de agosto de 1942 por el Tercer Reich.

La asociación ha recordado que Alfredo Ruescas recorrió los más de 2.100 kilómetros que separan al municipio conquense, de poco más de cien habitantes, del campo de Gusen, conocido como "el cementerio de los republicanos españoles". Un viaje en el que se alejó de su hogar y su familia para llegar "al mismísimo infierno".

Desde el colectivo señalan que esta placa es "un eterno recordatorio de su peregrinar y del horror que asoló a Europa llevándose la vida de Alfredo y de miles de compañeros más". Con este homenaje, consideran que ha terminado el "olvido" de Alfredo, ya que a partir de hoy vivirá "en la memoria de sus vecinos y de la sociedad en general".

En la inauguración de la placa ha estado presente María Ortega Ruescas, la única sobrina de Alfredo que queda con vida. Asimismo, ha asistido casi toda la familia de la víctima del régimen nazi y algunos vecinos de Olmeda del Rey.

Orden de ejecución de Alfredo Ruescas en el campo de concentración nazi de Mauthausen. Foto: ARMH Cuenca

Desde la asociación han agradecido la "diligencia y prontitud" con la que la alcaldesa de la localidad, Ana Martínez Checa, ha autorizado la colocación de esta placa. La regidora, del Partido Popular, también acompañó a los familiares de la víctima en el acto del sábado.

"La historia es la que es. Cuando pensemos en ello y echemos la vista atrás que sea con la mayor serenidad que podamos y con el objetivo de buscar la convivencia", declaró la alcaldesa ese día.

Una actitud de "normalidad  democrática" que para el colectivo memorialista es "muy de agradecer en los tiempos que corren", donde "los voceros del fascismo español nos acusan de sembrar el odio”. Un odio que no se dio el sábado, donde solo se vio a "una familia reconfortada y aliviada", acompañada de vecinos e instituciones.

La ARMH de Cuenca ha explicado que esta es la primera de muchas placas que colocarán en la provincia a lo largo del año, ya que han solicitado los permisos pertinentes en Cuenca, Poyatos, Villaconejos de Trabaque, La Peraleja, Huete, Buendía, El Provencio y Alcázar del Rey; con el fin de honrar "a los republicanos españoles deportados a los campos nazis". Los gastos de la colocación de estas corren a cargo de la asociación.

"Tenemos el deber moral como descendientes de los españoles deportados, de contarlo para que no se olvide". Son las palabras de Ana Esteban García, vocal de la asociación, que afirma que tienen "una obligación moral" con los asesinados en los campos de concentración nazis. "Lo mejor de España salió por la chimeneas de Mauthausen", ha concluido.

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