Los dos pinsapos centenarios que el Obispado de Cuenca ha talado con la autorización del Ayuntamiento. ARCHIVO

CUENCA.- Adiós a los árboles centenarios junto a las Casas Colgadas, en pleno casco antiguo conquense, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Una destrucción del paisaje natural histórico de la ciudad que el Obispado ha llevado a cabo en su jardín en las últimas horas, cuya tala ha denunciado públicamente la Plataforma en Defensa del Patrimonio de Cuenca.

Se trata de dos 'Abíes pinsapo' que desde el colectivo patrimonialista califican como "ejemplares únicos", por lo que han lamentado su pérdida, "una desgracia que en otras ciudades no tolerarían en ningún caso", al tiempo que consideran un "fracaso" la política conservacionista del Ayuntamiento, gobernado por el socialista Darío Dolz.

Y es que en vez de tener estos árboles cosidos o apuntalados convenientemente para preservarlos, desde el Consistorio "se ataja el problema de raíz, sin contemplaciones", señala esta plataforma, que critica cómo en los últimos años el casco antiguo de Cuenca ha perdido árboles en la plaza Mayor, en el jardín de Solera o en la zona de Matadero viejo, "sin reposición en muchos casos".

"Hoy, nuestros gobernantes, los mismos que destruyen inmuebles públicos, dejan caer un muro histórico, no quitan cables ni contenedores y permiten a los hosteleros dejar permanentemente mesas y sillas en plazas y calles, son los que se afanan por cortar y talar una buena parte de nuestra memoria vital", ha manifestado el colectivo, que concluye describiendo esta situación como "una pena".

Se da la circunstancia que estos árboles están ubicados muy cerca de la calle Canónigos, que se derrumbó el pasado mes de mayo y sigue en reconstrucción. Esta situación mantiene cortado el principal acceso a las Casas Colgadas de Cuenca y el puente de San Pablo, uno de los iconos de la ciudad y uno de los puntos turísticos más concurridos.

Momento en el que los árboles centenarios son talados del patio del Obispado. Foto: Plataforma en Defensa del Patrimonio de Cuenca

El Obispado de Cuenca solicitó en 2019 la tala de esos árboles, momento en el que se inició una recogida de firmas por parte de los ciudadanos en Change.org para evitar su desaparición.

"No podemos permitir otra agresión más al patrimonio paisajístico, natural y en definitiva del corte de otro pedacito de alma y recuerdo de los conquenses", rezaba esa recogida de firmas, que llegó a sumar casi mil quinientas rúbricas.

EL OBISPADO SE JUSTIFICA

Después de las críticas difundidas por la plataforma, desde el Obispado de Cuenca se ha difundido un comunicado oficial en el que justifican el corte de los dos pinsapos de su huerto como medida para evitar peligros "tanto personales como patrimoniales", una actuación que se enmarcaría en las obras de consolidación del muro de la calle Canónigos.

Asimismo, el Obispado ha defendido que la eliminación de estos árboles cuenta con la licencia de la Gerente Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Cuenca. Licencia que, a su vez, añade la nota, está avalada por los informes favorables del servicio de medio ambiente del Consistorio, del jefe de sección del Servicio de Obras y Movilidad y de la Delegación Provincial de la Consejería de Educación.

El comunicado de la institución eclesiástica desvela además que en una reunión convocada por el Consorcio de la Ciudad de Cuenca el pasado 8 de junio se expuso "el riesgo añadido" que suponían esos dos árboles, una vegetación icónica que ahora desaparece del jardín del Obispado, en la parte trasera de la Catedral, y que durante décadas se ha podido ver desde el puente de San Pablo.