GUADALAJARA.- "Es más fácil y más útil ir a Salamanca que hacer tanto viaje a Waterloo, en Bruselas, que allí no se consigue nada". Este es el mensaje que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha querido mandar al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, por su anunciada ausencia en la Conferencia de Presidentes que se celebra este viernes en la capital salmantina.
Y es que para García-Page "vendría mucho mejor a toda Cataluña y al conjunto de España que nos viéramos y dijéramos a la cara lo que pensamos".
Así lo ha señalado el jefe del Ejecutivo castellanomanchego, durante la inauguración del Centro de Salud de Alcolea del Pinar, en Guadalajara, a solo unas horas de la celebración de esta reunión.
Un encuentro en el que cada uno debería decir lo que piensa, puesto que "estamos en la hora de la verdad", ya que "estamos hablando de dinero".
En este sentido ha precisado que la gente debe tener claro que "la ideología que manda en el mundo es la del dinero", y aunque asegura estar en política por otras cosas "al final me toca pelearlo".
Es por ello que García-Page acude a este encuentro con la firme decisión de que Castilla-La Mancha sea "tan protagonista en el escenario nacional como cualquiera", ya que no está dispuesto a que unos sí vayan a poder hablar y no otros.
Así, convencido de que "las defensas hay que hacerlas donde hay que hacerlas", algo que se consigue unas veces con mejor fortuna que otras; pero no solo hablando, dialogando y acordando, sino también "manteniendo una posición firme".
Firmeza como la que según García-Page ha mostrado el Gobierno de España para conseguir que en los próximos cinco años llegue "un dineral" procedente de Europa, tras una dura "pelea". Algo impensable hace un año para países como España, Italia y Portugal, que han conseguido "lo nunca visto" y que ahora hay que aprovechar".
En este sentido García-Page ha subrayado la importancia de "hacer las cosas con cabeza", dedicar ese dinero a "buenas inversiones", cambiando lo que hay que cambiar pero "sin malgastar".
HORA DE QUE SE RETRATE EL ESTADO
Una hora de la verdad que para el presidente de Castilla-La Mancha ha llegado también en materia de financiación autonómica.
"En España llevamos muchos años sin ponernos de acuerdo sobre lo que tiene que dedicarse a la Sanidad y la Educación, que es en lo que gastamos básicamente las autonomías". Algo que García-Page tiene "muy claro", y no es otro que "el mismo dinero que si en vez de gestionar las autonomías estos servicios lo gestionara el Estado".
Considera que ha llegado el momento de que "se retrate bien el Estado", dejando claro de una vez "si va a haber justicia o no en la financiación".
En este sentido, el presidente regional ha precisado que esta financiación no debería confundirse con el dinero que va a llegar de Europa, "que puede ser un espejismo", puesto que "es para un rato, hay que gestionarlo bien, no hacer las cosas sin cabeza y mucho menos pensando en componendas electorales".
Y es que, ha recordado, el 95 por ciento del gasto en las autonomías se destina a Sanidad, Educación y prestaciones sociales, por lo que "no hay dinero para caprichos".
Algo que se debe poner en valor frente a quienes hicieron recortes en la región, cerrando obras y despidiendo a miles de personas, con el argumento de que "nos habían dejado esto arruinado".
Para García-Page es necesario "aprender la lección de verdad", y a los organismos internacionales hacerles caso "lo justo", ya que por ejemplo el Fondo Monetario Internacional que hace unos años decía que en crisis "había que recortar" es el mismo que "ahora cuando se ponen las cosas difíciles dicen que hay que hacer gasto público".
En este sentido, y volviendo a los recortes que se realizaron en Sanidad en Castilla-La Mancha durante la etapa de gobierno del Partido Popular, García-Page ha considerado que no solo fueron "moralmente perversos", sino que además han resultado "un derroche". Así se ha referido a todo el dinero que se ha tenido que dedicar a pagar las indemnizaciones derivadas de la paralización de las obras de hospitales, "millones y millones" que habrían dado para hacer nuevos todos los centros de salud de la región. Y sin embargo aquí, ha precisado, "hemos tenido que hacer los centros de salud y pagar las deudas".
En este sentido ha explicado que en Castilla-La Mancha "no hubo ningún milagro", puesto que la crisis se intentó arreglar primero "despidiendo a miles y miles de personas", que sin embargo tenía que ir al paro y cobrar una indemnización del Estado, que también vale dinero, además de que dejaban de consumir. En la región "no hubo dinero para los trabajadores ni para los empresarios que cerraban sus empresas", por lo que se demostró que no era la solución.
Pero además de ello, ha continuado el jefe del Ejecutivo autonómico, "lo que no consiguieron ahorrar de esa manera, con recortes y despidos, lo pagaron yendo al banco".
Es por ello que hoy Castilla-La Mancha tiene el doble de deuda que cuando no había crisis, con la diferencia de que "durante 30 años cada vez que aquí se iba al banco era para hacer hospitales, y ahora se ha ido al banco a conseguir créditos para pagar los cierres de los hospitales". Algo a lo que "no hay derecho" y que no debe volver a pasar.
