TOLEDO.- El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha ofrecido directamente al Ejecutivo central para "alojar y albergar" a una parte de los refugiados afganos que lleguen a España después de que los insurgentes talibanes hayan derrocado al Gobierno del país asiático, en la misma línea que la mayoría de comunidades autónomas y ayuntamientos.
En un comunicado grabado desde el Palacio de Fuensalida, el dirigente autonómico ha asegurado que "lo que acaba de pasar en Afganistán no deja de ser una gran frustración mundial", al tiempo que ha reconocido que lo que está ocurriendo en esta nación de Oriente Medio "es un enorme problema", siendo "responsabilidad de todos" abordarlo en su medida.
Page ha hecho una mención sutil a Paco Núñez, líder del PP de Castilla-La Mancha, y a su vicesecretaria de Igualdad y Familias, así como portavoz de los 'populares' toledanos, Claudia Alonso, quienes en los últimos días han criticado al presidente regional por dedicarse a "asuntos internacionales que nada tienen que ver con Castilla-La Mancha". En ese sentido, ha reivindicado el papel de las autonomías en esta cuestión, señalando que el Gobierno regional planta cara al radicalismo y a los "fanatismos modernos", sobre todo "aquellos que reclaman volver a la Edad Media".
Asimismo, el presidente regional ha dedicado unas breves palabras de empatía hacia las mujeres y los niños afganos, recordando que son "los que más van a sufrir" en esta crisis de una manera evidente.
Por todo ello, Page ha puesto a disposición de Moncloa "todos los instrumentos" de la Junta de Comunidades para "poder acoger y albergar" a los exiliados que huyan de la represión talibán, además de ofrecerse para cooperar en la búsqueda de una solución que "no debe ser bélica, pero tiene que ser al menos moral".
