El yacimiento arqueológico de Libisosa, una 'Pompeya Ibérica' que empieza a florecer en Albacete

Los últimos trabajos de excavación han logrado "importantes descubrimientos" en el enclave iberorromano, que pronto se convertirá en el sexto Parque Arqueológico de Castilla-La Mancha.
Desde 1996 se han encontrado más de 150.000 piezas en el complejo, del que queda aún un 90 por ciento por excavar. Foto: DIPUTACIÓN ALBACETE
photo_camera Desde 1996 se han encontrado más de 150.000 piezas en el complejo, del que queda aún un 90 por ciento por excavar. Foto: DIPUTACIÓN ALBACETE

ALBACETE.-Una suerte de 'Pompeya Ibérica' empieza a florecer en la provincia de Albacete. Los trabajos de excavación en el Yacimiento Arqueológico de Libisosa han logrado "importantes descubrimientos" que permitirán ampliar la cronología del enclave, del cual queda aún el 90 por ciento por "salir a la luz".

El presidente de la Diputación, Santiago Cabañero, ha visitado el yacimiento para conocer en detalle los avances que vienen produciéndose en los trabajos junto al arqueólogo y profesor de Historia Antigua de la Universidad de Murcia, Héctor Uroz Rodríguez –director de la excavación-, y de su padre, José Uroz.

Durante la visita también han estado presentes Alfonso Avedaño, alcalde de Lezuza, y Antonio Selva, el director Instituto de Estudios Albacetenses (IEA) 'Don Juan Manuel', entidad íntimamente ligada al desarrollo del lugar.

Tal y como se avanzaba desde el Gobierno autonómico, este yacimiento se va a convertir en el sexto Parque Arqueológico de Castilla-La Mancha. Será el segundo de la provincia, junto al de El Tolmo de Minateda.

El inicio de las excavaciones en Libisosa se sitúa en 1996 de la mano de la institución provincial, que se ha encargado de la financiación de las campañas de excavación así como de la divulgación académica sobre esta auténtica 'joya' arqueológica.

Una ciudad de paso con 2.800 años de historia y restos de tres épocas distintas: la íbera, la romana y la medieval. Hasta el momento, con solo el 10 por ciento del cerro excavado, se ha conseguido encontrar más de 150.000 piezas, que se conservan en el museo vinculado al yacimiento, un lugar de referencia a nivel turístico de la comarca de la Sierra de Alcaraz y Campo de Montiel.

El director de los trabajos arqueológicos ha comentado que "las intervenciones llevadas a cabo en el yacimiento de Libisosa en el último lustro han retomado la excavación y puesta en valor del lado norte del foro de la colonia romana pero, sobre todo, han profundizado en el conocimiento de la gran 'joya' del yacimiento que es su fase iberorromana, revelando un nuevo universo de matices".

Así pues, buena parte de los recursos se han dirigido a la exhumación de un complejo de culto de tipo de gentilicio, destruido de forma precipitada en un momento anterior (siglo II a.C.) a la devastación generalizada del barrio en época de las guerras sertorianas, datadas en el 75 a.C.

El edificio cuenta con "un nivel de conservación excepcional" visible en sus paredes de adobe pero también con un repertorio material que es el que ha servido para caracterizarlo, incluyendo objetos litúrgicos y un numeroso conjunto de vajilla romana de barniz negro de época antigua.

Este hallazgo sería testigo del inicio de la relación del grupo aristocrático de Libisosa con el nuevo poder romano y de su auto-romanización en un clima de redefinición de identidades y de extensión de nuevos lazos clientelares, que arrancó con la II Guerra Púnica en el que se basa la justificación del poder de las élites ibéricas a partir de finales del siglo III a.C. y cómo tuvieron acceso a todo tipo de cultura material republicana.

La difusión de los resultados de estos trabajos que vienen desarrollándose en el Yacimiento de Libisosa está siguiendo una doble vía, académica y social, con el fin de abarcar la mayor divulgación posible y valiéndose del apoyo de la inversión que vienen realizado las diversas instituciones públicas implicadas. Además de la Diputación, el proyecto está financiado por la Junta de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento de Lezuza y las universidades de Alicante y Murcia.

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