El Seprona pone en marcha una campaña de inspección de cotos de caza para localizar cebos envenenados

Efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Albacete están desarrollando una campaña de inspección de cotos de caza, con el objetivo de localizar cebos envenenados y prácticas ilegales de caza, sin que hasta la fecha hayan registrado un resultado positivo.
Las inspecciones por parte del Seprona se están realizando en colaboración con los agentes medioambientales de la Junta. | FOTO: GUARDIA CIVIL
photo_camera Las inspecciones por parte del Seprona se están realizando en colaboración con los agentes medioambientales de la Junta. | FOTO: GUARDIA CIVIL

ALBACETE.- Efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Albacete están desarrollando una campaña de inspección de cotos de caza, con el objetivo de localizar cebos envenenados y prácticas ilegales de caza, sin que hasta la fecha hayan registrado un resultado positivo.

Según informa la Benemérita en nota de prensa, el empleo de veneno y otros medios no selectivos de caza en el medio natural constituye a día de hoy una de las principales amenazas para la conservación de la biodiversidad y, por ello, pone en marcha diversas órdenes de servicio, cuyos resultados han venido a constatar el trabajo realizado por las unidades en este campo.

En el marco de la Orden de Servicio ‘Antitox X’, la sección del Seprona de Albacete ha planificado varias inspecciones ordinarias en diferentes cotos de caza de la provincia albacetense, para lo que ha precisado del apoyo del Servicio Cinológico de la Guardia Civil, con sede en la localidad madrileña de El Pardo, que ha aportado dos guías caninos y otros tantos canes adiestrados para la detección de cebos envenenados.

Asimismo, las inspecciones se han realizado en colaboración con los agentes medioambientales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, con quienes coordinan unos servicios conjuntos con su unidad canina, cuyos animales se encuentran igualmente adiestrados para la detección de cebos envenenados.

El comunicado de la Guardia Civil recuerda que el empleo de veneno u otros medios no selectivos para la actividad cinegética, sin estar legalmente autorizado, constituye un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, tipificado en el Código Penal y castigado con la pena de prisión de cuatro meses a dos años o multa de ocho a 24 meses, así como la inhabilitación especial para profesión u oficio y para el ejercicio del derecho a cazar.

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