TOLEDO.- Nuevo giro discursivo en el Partido Popular de Castilla-La Mancha. En vísperas de su XV Congreso, donde se ha dado a conocer las dudas existentes en la formación en torno al liderazgo de Paco Núñez, con amago de los críticos a presentar una candidatura alternativa, la dirección conservadora en la región ha decidido volver a hacer suyo el legado de la expresidenta María Dolores de Cospedal.
Una etapa que los populares parecían haber dejado atrás tras el batacazo electoral en las autonómicas de 2019, pero que ahora han decidido volver a abrazar de cara a los próximos comicios de 2023.
Y es que la ponencia política que se debatirá en el cónclave del PP castellanomanchego planteará entre sus contenidos la defensa de la labor del Gobierno regional de Cospedal, marcado por los recortes en los servicios públicos y el aumento de la desigualdad social.
Así lo ha avanzado su sucesor, el actual presidente autonómico del partido, Paco Núñez, quien ha destacado que en el periodo de 2011 a 2015, "además de pagar una cantidad enorme de deuda que habían dejado los gobiernos socialistas y de pagar todas las facturas que había en los cajones, fuimos capaces de mejorar las condiciones de vida, en muchos aspectos, desde el punto de vista sectorial de muchos castellanomanchegos".
"Y por lo tanto la ponencia política va recoger también, como no puede ser de otra manera, aquellas cuestiones que hicimos bien", ha adelantado el presidente del grupo popular en el Parlamento autonómico y candidato único a la Presidencia del PP de Castilla-La Mancha en el congreso que se celebrará el 13 y el 14 de noviembre en Puertollano.
Una postura sobre la que también se ha pronunciado el coordinador de la ponencia, Agustín Conde, aunque no ha ofrecido más detalles sobre el "contrato ideológico" que los populares pretenden ofrecer al conjunto de la sociedad castellanomanchega, donde se recogerán "los principios inspiradores" del PP.
Para el exalcalde de Toledo -también secretario de Estado de la antigua ministra de Defensa-, el Ejecutivo del Cospedal tuvo que afrontar una situación "extraordinariamente compleja" entre los años 2011 y 2015, debido a que "los socialistas habían dejado a la región en absoluta ruina".
No obstante, considera necesario reivindicar a la expresidenta de la comunidad autónoma porque "consiguió destinar" a la sanidad, la educación y los servicios sociales "un mayor porcentaje del presupuesto regional del que en este momento ha destinado el PSOE de García-Page".
Conde fue más allá en su recreación, afirmando ante la prensa que "el PP en aquel periodo defendió con arrojo el estado del bienestar en Castilla-La Mancha".
"UN RIESGO IMPORTANTÍSIMO"
Ante la postura del PP castellanomanchego de no renegar de la etapa de Cospedal, desde el PSOE no han tardado en mostrar su rechazo. El primero en reaccionar ha sido el vicepresidente de la Junta de Comunidades, José Luis Martínez Guijarro, quien ha señalado que el discurso de Núñez "pone de manifiesto que el PP repetirá las medidas de Cospedal si vuelve a gobernar esta región".
A su juicio, esto supone "un riesgo importantísimo" para la comunidad autónoma, indicando que "no nos podemos permitir que haya gente al frente que no crea en los servicios públicos".
En cualquier caso, ha respondido que "es importante que se vayan aclarando las cosas" como saber que el Partido Popular está "orgulloso" de la gestión que se llevó a cabo en la época de Cospedal, a la que "imagino" que nombrarán presidenta de honor como el propio Núñez anunció tras se elegido en el cargo orgánico en 2018.
Por su parte, el senador socialista Rafael Esteban ha centrado sus críticas en Conde, lamentando que sea "un nombre del pasado quien dicte cómo va a ser el futuro del PP" y recordando que el encargado de presentar la ponencia política está "vetado de por vida por el Consejo de Europa" por una trama en Azerbaiyán.
