Cultura, gastronomía y drones, entre los cientos de planes para celebrar los 40 años de autonomía de Castilla-La Mancha

La programación con motivo del aniversario del Estatuto arrancará oficialmente el próximo 3 de diciembre, con un acto institucional en Alarcón, localidad conquense donde se aprobó inicialmente la norma básica de la región.
El jefe del Ejecutivo autonómico, Emiliano García-Page, durante la presentación del programa de actos de conmemoración del 40 aniversario del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha. — A. PÉREZ
photo_camera El jefe del Ejecutivo autonómico, Emiliano García-Page, durante la presentación del programa de actos de conmemoración del 40 aniversario del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha. — A. PÉREZ

TOLEDO.- Castilla-La Mancha se prepara para celebrar los 40 años de su Estatuto de Autonomía, cuya conmemoración se pondrá en marcha oficialmente el próximo 3 de diciembre, con un acto institucional en la localidad conquense de Alarcón, donde en 1981 se aprobó inicialmente el proyecto de la norma básica, dando el pistoletazo de salida a una completa programación de actividades en las cinco provincias.

Junto a ese acto institucional inaugural, el programa contempla otros cuatro actos de este tipo, a desarrollar en Almagro (Ciudad Real), Albacete, Guadalajara y Toledo, así como exposiciones fotográficas itinerantes, formadas por 40 paneles cada una, que recorrerán las cinco provincias.

Asimismo se ha programado un espectáculo con un centenar de drones, que abordará "una temática en torno a la comunidad autónoma", el cual se podrá ver en las cinco capitales de provincia, Puertollano y Talavera de la Reina.

Igualmente se han incluido en el programa conciertos 'Los 40', que llevarán la música de los 80 a todas las provincias, un escape room sobre la región, teatro infantil que recorrerá pequeños municipios, así como un circuito de carreras.

A los mayores, tal y como recoge el programa, se dirigirá especialmente el certamen de bandas musicales, con actuaciones en distintos puntos de la geografía castellanomanchega; mientras que para la juventud se ha previsto un concurso en la televisión pública, la realización de murales y una campaña promocional a través de influencers.

Habrá también un certamen de artes plásticas y jornadas gastronómicas, al tiempo que en las distintas etapas educativas, de Infantil a Secundaria, se trabajará en la difusión de la historia y los valores de la autonomía.

En esta programación se ha incluido también el diseño de un nuevo logo y la puesta en marcha de una web institucional (en el mes de diciembre), así como diversas campañas en redes para difundir las actividades relacionadas con esta conmemoración.

Programación con más de 300 actividades que hoy ha sido presentada en Toledo, donde el presidente regional, Emiliano García-Page, ha invitado a presumir, desde ahora y a lo largo de todo el próximo año, del Estatuto y de España, pero también de la Autonomía y de la autoestima que Castilla-La Mancha ha ganado a lo largo de estos 40 años. Cuatro décadas en la que "no nos ha tocado la lotería", sino en las que se ha sabido utilizar un instrumento "que nos permite hacer las cosas bien".

Una presentación que ha tenido lugar en el Palacio de Fuensalida, en el que García-Page ha estado acompañado por el presidente de las Cortes regionales, Pablo Bellido; el vicepresidente autonómico, José Luis Martínez Guijarro; la alcaldesa de la capital regional, Milagros Tolón; y los presidentes de las cinco diputaciones provinciales, entre otras autoridades.

A todos ellos, a las instituciones que representan, así como a los grupos parlamentarios también asistentes al acto, ha agradecido su implicación, porque esta conmemoración "no puede ser un acto de parte", y esa amplia participación "da seriedad al contenido y a la intención".

Un 40 aniversario del Estatuto que para García-Page debe servir, más que para explicar lo que somos o cómo hemos cambiado entre todos, "poner en valor cómo somos".

Y es que para el presidente castellanomanchego esta región representa "uno de los mejores ejemplos de lo que pretendía el constituyente en el 78" a la hora de definir la configuración del territorio en comunidades autónomas.

Una región en la que "nadie ha hecho gala de una identidad impostada", ni se han utilizado las banderas como armas arrojadizas contra los vecinos o el conjunto del país, sino que por el contrario se ha realizado "un enorme trabajo que ha legitimado la autonomía".

Así, considera que si hoy es un sentimiento que está arraigado en la sociedad castellanomanchega es "porque ha funcionado" y el ciudadano ha visto cómo las autonomías, lejos de romper esa autonomía, la han ensanchado.

Ejemplos que muestran cómo se acertó en esta intención inicial de que el dar cauce a las reivindicaciones históricas, y legítimas, de algunos territorios en España, "no supusiera en ningún caso, merma de derechos u oportunidades para el resto".

En este sentido, García-Page ha recordado que "todos tenemos historia", pero la Constitución estableció que además de tenerla, "todos podemos sentir orgullo" de ella y "derecho a hacer nuestra propia historia".

Por ello el presidente regional considera importante "hasta qué punto nuestra forma de ser" ha jugado un papel destacado en este sentido, marcando también "cierta referencia nacional".

En este punto ha recordado a los anteriores presidentes autonómicos: José Bono, José María Barreda y María Dolores de Cospedal, todos ellos -incluido él mismo en la parte que le pueda corresponder- "a lo mejor por brillo personal o por opción", han tenido cierto protagonismo nacional, que unido a los propios méritos presidenciales ha hecho que Castilla-La Mancha sea "muy ejemplarizante" en España.

Así ha subrayado cómo Castilla-La Mancha no solo es una de las comunidades autónomas que exhibe permanentemente "la unidad nacional", sino que es "el vivo ejemplo" de para qué se querían las comunidades autónomas, "no para romper la democracia, sino para hacerla más grande" y al mismo tiempo que la política "se hiciera más chica, en términos de distancia".

En este contexto Emiliano García-Page ha reclamado para el sistema autonómico inaugurar una nueva década "de armonización", en la que se limen "algunos defectos" que se han producido en términos estructurales", sin perder de vista el papel que han tenido para ensanchar la democracia.

De este modo ha planteado que si no existieran las comunidades autónomas, quién se ocuparía de gestionar la cantidad de servicios que hoy ocupan el 90 por ciento de las preocupaciones diarias de los ciudadanos, como la sanidad o la educación, "podrían hacerlo las diputaciones, convertidas en algo similar a las autonomías, pero entonces tendríamos 50".

En esta línea también se ha preguntado "si estaría mejor España con tres autonomías con derechos de autogobierno y el resto haciendo cola en la Castellana". Un planteamiento ante el que tiene claro que la tensión social y política en el país habría sido "infinitamente mayor" a la actual "de tener dos velocidades, unos con capacidad para reivindicar y al tiempo autodecidir, y otros en el saco común".

Por ello García-Page se ha mostrado convencido de que "la gran aportación" hecha entre todos ha sido "explicar racionalmente en qué consiste la autonomía", acercando la política a la ciudadanía y apuntalando la Constitución.

Y es que en Castilla-La Mancha "no somos de ponernos medallitas, ni hemos querido uniformes; no hemos reclamado policía autonómica por presumir de algo concreto", sino que se ha querido la autonomía "para ponerla al servicio de la igualdad y de la gente más vulnerable". Por ello los grandes beneficiarios de estos 40 años de autonomía han sido la Sanidad, la Educación y las prestaciones sociales, la creación de una "malla importante" de infraestructuras pegadas al territorio y diseñadas en torno al interés del territorio.

Del mismo modo ha recordado que a esta tierra "nunca le ha ido tan bien" como cuando las decisiones se han tomado aquí, se han consensuado o nos hemos hecho escuchar".

"No somos ni mejores ni más que los demás, pero tampoco ni peores ni menos", ha sentenciado García-Page, para quien Castilla-La Mancha es "un ejemplo de constitucionalismo y apoyo al sistema español".

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