Por qué Cospedal, Puigdemont e Ibarretxe se colaron en el posgrado de Rivera para justificar los grandes acuerdos

Juanma Moreno y el exlíder de Ciudadanos defendieron los pactos entre PSOE y PP, algo en lo que Emiliano García-Page se mostró favorable, no sin antes rechazar una gran coalición y recordar que los populares reformaron unilateralmente el Estatuto en su región.

MADRID.- Los presidentes de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (PSOE), y de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla (PP), junto con el exlíder nacional de Ciudadanos, Albert Rivera, han protagonizado este jueves el coloquio sobre liderazgo autonómica con el que se ha abierto un curso de posgrado de Liderazgo y Management Político organizado por el Instituto de Liderazgo del centro universitario privado Cardenal Cisneros y dirigido por el propio fundador del partido naranja.

Una charla, moderada por la periodista Gloria Lomana, en la que los tres se han mostrado de acuerdo en que los grandes partidos deben intentar acuerdos entre ellos antes que con otros, aunque sin llegar a una gran coalición, según el dirigente castellanomanchego.

Rivera, que abandonó la política hace justo dofs años, ha asegurado durante la inauguración de su posgrado -con un coste de inscripción de 5.800 euros- que no tiene intención de regresar. "Tengo dos pies y medio fuera de la política", ha dicho. De cualquier forma, lo que sí ha señalado es que "tiene que haber pactos de Estado, pero para eso tiene que haber voluntad política de dejarse pelos en la gatera", porque el actual es "un sistema en el que el pacto tiene un gran coste político".

Ha apostado además por "más diálogo entre los que creemos en España y menos tolerancia con los intolerantes" y, en ese sentido, ha abogado por "perder el miedo", porque "falta coraje para defender el dialogo entre quienes tenemos valores comunes".

Postura que comparte con el barón andaluz, quien cree que "los grades acuerdos son fundamentales", por lo que "los grandes asuntos que tenemos pendientes solo se puede resolver por el PSOE y el PP, porque detrás de ellos hay una gran mayoría de ciudadanos que respalda los cambios".

A juicio de Moreno Bonilla, "es un disparate los acuerdos con partidos que quieren romper España", que es, "de todas las fórmulas de pacto, la peor", y por eso ha apelado a que los dos grandes partidos "abran las puertas del diálogo infinitamente antes que con el enemigo de España".

Y ante el discurso de los "enemigos de España" de Moreno Bonilla y y el de los "intolerantes" de Rivera, el jefe del Gobierno autonómico socialista ha ofrecido algún matiz en un debate que se ha caracterizado por la defensa común del actual texto constitucional.

El presidente de Castilla-La Mancha ha sostenido que "la democracia requiere de una dialéctica de diferencia, ya que es muy saludable", y aunque se ha mostrado partidario de que el PSOE y el PP puedan llegar a pactos de Estado, se ha confesado contrario a los gobiernos de "gran coalición", porque "el día que la haya lo van a pagar el PP y el PSOE.

Así ha insistido en la idea de que las grandes reformas se tienen que abordar con el consenso suficiente en la sociedad, y ha puesto como ejemplo de lo contrario la modificación del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha llevada a cabo por la compañera de filas de Moreno Bonilla, María Dolores de Cospedal.

"El único estatuto de autonomía que se ha cambiado en España con los únicos votos de un partido ha sido el de Castilla-La Mancha", ha comentado Page, quien ha espetado que la región a día de hoy "tenemos menos diputados en las Cortes que concejales en muchos ayuntamientos".

El presidente ha explicado que "ni Ibarretxe ni Puigdemont vinieron al Congreso con un pacto unilateral", tal y como hizo la antigua secretaria general de los populares, en un cambio que realizó en solitario "porque le dio la gana".

Para el líder socialista, la reforma del Estatuto impulsada por Cospedal fue "un error" clave en la derrota electoral del PP, porque "siempre que se hacen pucherazos, se sale mal".

Pucherazo que ha atribuido al "miedo" existente entre los conservadores por el desgaste vinculado a la trama de corrupción encabezada por Luis Bárcenas. "Cada millón que aparecía en Suiza era un diputado menos en Castilla-La Mancha", ha afirmado Page.

El dirigente de la Junta ha concluido el tema de la reforma electoral en la región asegurando que fue "el mayor atropello que se ha producido a un estatuto", lamentando además que viniera, en lugar de las formaciones nacionalistas, "de una tierra que no tiene ningún tipo de duda desde el punto de vista autonomista y constitucional".

Sobre la Carta Magna, se ha mostrado muy optimista sobre su vigencia, al considerar que "nació con altas dosis de miedo a no conseguirlo" y porque "tiene la ventaja de que por partes no se puede cambiar y que para hacerlo, debe contar con los acuerdos de una gran mayoría"

FINANCIACIÓN AUTONÓMICA

El otro punto que ha centrado el coloquio ha sido el modelo de financiación autonómica. En una línea similar a la expuesta en el Foro La Toja, García-Page ha señalado que se conformaría con "llegar a un acuerdo básico" sobre aquello que sea "indispensable para que todos los españoles seamos iguales".

Al igual que en Galicia, ha propuesto la "parametrización del estado del bienestar", de manera que todas las personas tengan un hospital a menos de cuarenta minutos o un instituto de secundaria a menos de una hora.

"La fórmula es bastante sencilla" ha insistido el presidente de Castilla-La Mancha, que ha recordado que las autonomías invierten en sanidad, educación y bienestar social "el 90 por ciento de lo que gastan".

Y ha puesto el ejemplo de Cuenca y Fuenlabrada, recordando que la ciudad madrileña puede atender a más población con 10 centros de salud que toda la provincia castellanomanchega con 50.

"Las autonomías tienen que recibir lo que cuestan los servicios públicos esenciales", ha defendido Page frente a la vía de Moreno y Puig, quienes proponen que la financiación sea exclusivamente proporcional a la población de cada comunidad autónoma.

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