Doble objetivo: recuperar una escultura de Alfonso X y sacar del olvido al autor que la modeló

El Museo de Santa Cruz está restaurando la obra de Eugenio Duque, artista toledano del siglo XIX que llegó al final de su vida "oscurecido y pobre", hasta el punto que no pudo costear su entierro.
Alfonso X dictando el "Libro de los juegos".— REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
photo_camera Alfonso X dictando el "Libro de los juegos".— REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA

TOLEDO.- La restauración que está llevando a cabo el Museo de Santa Cruz de Toledo de una escultura de Alfonso X El Sabio, a menos de una semana de que se cumplan 800 años del nacimiento del rey, puede tener el doble objetivo de recuperar también al artista que la modeló, el escultor toledano Eugenio Duque, prácticamente olvidado por la historia.

Este escultor, prototipo del realismo y de los conceptos clásicos de la segunda mitad del siglo XIX, nació en Almonacid (Toledo) el 11 de noviembre de 1837, realizó la mayor parte de su obra en Madrid y murió en Galicia en 1910.

Pese a tratarse de un escultor prácticamente olvidado, excepto para contados estudiosos, es el autor del monumento más destacado de Talavera de la Reina, la escultura del Padre Juan de Mariana situada junto al Ayuntamiento.

Y de la hermosa escultura en yeso de Alfonso X El Sabio que el Museo de Santa Cruz está restaurando para poder exponerla en el VIII centenario del nacimiento del rey, una efeméride que comienza este mes de noviembre y que continuará durante gran parte de 2022.

Los dos investigadores que han profundizado en Eugenio Duque son la conservadora de Escultura y Artes Decorativas del Museo del Prado, la académica Leticia Azcue, y el profesor Luis Francisco Peñalver, con quienes hemos hablado sobre la obra de este escultor, olvidado, sobre todo, en Toledo.

Poco antes de la covid, Azcue finalizó un intenso estudio en el que rescató la memoria de tres escultores (el malagueño José de Vilches, el toledano Eugenio Duque y el compostelano Andrés Rodríguez) al identificar unas esculturas situadas en las escaleras del Instituto de España.

Dos de esas esculturas son depósito del Museo del Prado y de la tercera, que representa al cardenal Cisneros, no se tenía ningún dato ni se conocía por qué estaba allí. Gracias al trabajo de Azcue se sabe que su autor es Eugenio Duque y que la modeló para la Universidad Central, precedente de la Universidad Complutense de Madrid, cuya sede estaba en el mismo edificio madrileño que hoy ocupa el Instituto de España, el número 49 de la calle San Bernardo.

Además de documentar esa escultura de Cisneros, el estudio de Azcue ayuda a visibilizar la figura de Eugenio Duque, que llegó a ser escultor de cámara del rey Amadeo I (en 1871) por lo que retrató a los reyes en dos bustos que se conservan en el Palacio Real de Aranjuez y que, por otra parte, son casi los únicos de Amadeo I de Saboya y María Victoria dal Pozzo.

Duque se formó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando y con poco más de veinte años ejecutó la escultura de Cisneros situada en la escalera de acceso al Instituto de España, que no está firmada ni figuraba en ninguna publicación hasta esta investigación.

EUGENIO DUQUE Y EL OLVIDO

Para Eugenio Duque, la figura de Alfonso X El Sabio era importante por su vinculación con Toledo. La escultura que él mismo donó al Museo de Santa Cruz (anterior museo provincial) es muy hermosa y ahora está en proceso de limpieza y restauración: su tamaño es algo mayor del natural y el monarca aparece coronado, rodeado de libros y cubierto con una capa en cuyo borde se repite el tema heráldico de castillos y leones.

El Museo de Santa Cruz tiene más obra de este escultor, y también en Madrid hay obra de Duque, por ejemplo el relieve superior de la puerta de acceso al jardín del Cuartel General del Ejército, en la calle Alcalá.

Ferrol tiene el monumento al Marqués de Amboage (inaugurado en 1896); el Museo de Pontevedra, un busto en mármol de Concepción Arenal, firmado y fechado en 1866; Aranjuez, un monumento a Alfonso XII (1897); el Museo de Albacete, un busto del arquitecto Francisco Jareño y Alarcón, y Talavera de la Reina la estatua al Padre Juan de Mariana, que se inauguró en 1888.

Pese a su prolífica obra es un autor olvidado, y de hecho Peñalver apunta que en algunos escritos de los últimos años de su vida se aprecia que él ya sentía ese olvido.

En 1865 la Diputación de Toledo le pensionó para estudiar en Roma tres años, y por aquel tiempo la institución se planteó erigir monumentos a hombres ilustres de la provincia empezando por Juan de Padilla y Juan de Mariana, para ser colocados en Toledo y Talavera de la Reina, respectivamente, y siguiendo con Alfonso X El Sabio y Garcilaso de la Vega.

Duque optó a esos trabajos, que nunca se ejecutaron. De hecho, la historia es tozuda: hasta 1995 y 2015, respectivamente, no contó la ciudad de Toledo con sus monumentos a Garcilaso y Juan de Padilla. En ambos casos obra del escultor Julio Martín de Vidales.

EN EL EMPLAZAMIENTO DONDE EL REY NACIÓ

La jefa del Área de Conservación de Escultura y Artes Decorativas del Museo del Prado considera que "vale la pena que los toledanos sepan más de este toledano del XIX que terminó sus días en Galicia" y que no pudo llevar a término muchos de sus proyectos.

La prensa gallega de 1910 informó de la muerte del "notable escultor D. Eugenio Duque", que había sido un artista de mucho mérito pero llegó al final de su vida "oscurecido y pobre", hasta el punto de que un grupo de artistas acordó costear su entierro.

"Toda una vida dedicada al arte, que ni siquiera le permitió ahorrar para su entierro, y toda una trayectoria que pasó poco a poco al olvido, y que dejó un tenue rastro" en algunos monumentos, subraya Azcue quien afirma que su biografía "merecía ser rescatada de la desatención con la que la historia del arte le ha tratado".

Tanto Peñalver como Azcue opinan que, tal vez, la conmemoración del VIII centenario de Alfonso X y la exposición al público, por primera vez, de la frágil escultura en yeso del rey sabio que Duque modeló ayuden a que pueda ser recordado por la historia. Aunque sea de modo efímero.

Avatares de la historia: la escultura de Duque se está restaurando en el Museo de Santa Cruz, que coincide con el emplazamiento del antiguo Palacio de Galiana, donde nació Alfonso X hace 800 años.

El estudio 'Tres escultores rescatados del olvido: José de Vilches, Eugenio Duque y Andrés Rodríguez en la escalera monumental del Instituto de España' de Leticia Azcue está en la web del Instituto de España y el libro 'El monumento al padre Juan de Mariana en Talavera de la Reina. Historia de un proceso: 1866-1888 (Eugenio Duque)' de Luis Francisco Peñalver está publicado en la colección de historia 'Padre Juan de Mariana' del Ayuntamiento de Talavera de la Reina.

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