De vinos por Castilla-La Mancha, una ruta por las bodegas del mayor viñedo del mundo

Las posibilidades para el enoturismo son infinitas, desde recorridos por la naturaleza hasta visitas a bodegas o la realización de catas singulares para conocer las características de los caldos hechos en la región.
Viñedos Cigarral de Santa María es el único viñedo urbano de España y ofrece unas vistas espectaculares de Toledo.
photo_camera Viñedos Cigarral de Santa María es el único viñedo urbano de España y ofrece unas vistas espectaculares de Toledo.

TOLEDO.- Conocer los escenarios idóneos para la producción de los mejores vinos del mundo es una forma más de hacer turismo por Castilla-La Mancha, la auténtica bodega de Europa y el viñedo más grande del mundo, con 437.000 hectáreas, cuya producción convierte también a esta región en la más exportadora de vino de España a nivel europeo.

El enoturismo o turismo enológico ha ido ganando enteros en los últimos años como alternativa turística de los amantes de la naturaleza y de los vinos o como complemento de otra tipología de turismo que también tiene mucho que ver con los olores y sabores, el gastronómico.

El turismo enológico se centra en la visita a zonas de producción vinícolas que son parte del patrimonio industrial de los territorios en los que ubican las plantaciones y bodegas, que ofrecen visitas a los interesados en conocer todos los procesos por donde pasan los caldos desde la recolección de la uva hasta el propio embotellado.

Muchas de las bodegas visitables completan esta actividad con catas de los vinos que producen, haciendo las delicias de quienes saben apreciar el olor y sabor de un buen vino como el que sale de las cinco provincias castellanomanchegas.

En la región hay unas cuarenta bodegas que abren sus puertas a los interesados en conocer estas instalaciones y el trabajo que se realiza dentro de las mismas hasta que los vinos son servidos en la mesa de restaurantes, hogares y celebraciones varias.

Una posible ruta de vinos por Castilla-La Mancha puede comenzar en cualquiera de las provincias, si bien Guadalajara es la que menos oferta tiene en este sentido, una de las cuales proviene de Bodegas Mariscal, ubicadas en Mondéjar y que permite a los visitantes conocer la bodega y el viñedo a través de recorridos guiados, así como poder asistir a sus cursos de cata.

La superficie del viñedo es de 110 hectáreas, de entre 20 y 50 años, de las que se extraen más de 20 productos distintos que han cosechado numerosos premios, también fuera de nuestras fronteras, con firmas exportadores que riegan el mundo con vinos españoles.

También en la provincia guadalajareña, en concreto en Cogolludo, se encuentra Finca Río Negro, con 42 hectáreas de viñedo en pleno Parque Natural Sierra Norte y con una característica especial, sus vinos se elaboran con las uvas de los viñedos que rodean la bodega que están situados a 1.000 metros de altura, y pueden degustarse en una cata con la que finaliza la visita a las instalaciones o adquirirse en la 'Enotienda' de la propia bodega.

En la provincia de Albacete, los turistas enológicos tienen casi una decena de opciones para visitar los terrenos y las infraestructuras donde se fabrica el vino como la Bodega Dehesa El Carrascal en Bonete, la Bodega Finca Casa Alarcón en Caudete, las bodegas López Panach, Pago de la Jaraba, Torres Filoso y Ayuso, todas ellas en Villarrobledo; la Bodega Manuel Manzaneque en El Bonillo y las Bodegas Bonjorne en Minaya.

Destaca en esta provincia la Bodega Iniesta, en Fuentealbilla, el proyecto empresarial de la familia del conocido jugador de fútbol Andrés Iniesta que cuenta con más de 120 hectáreas de viñedos de variedades autóctonas y también internacionales, y ofrece servicio de catering, actividades de turismo enológico para toda la familia, visitas a la bodega y viñedo e incluso organización de eventos y reuniones empresariales.

En Ciudad Real, las visitas a bodegas que pueden llevarse a cabo son también alrededor de la decena, con instalaciones como las de las bodegas Augusto Angora Quirós y La Tercia, ambas en Alcázar de San Juan; las bodegas Altizia y Explotación Hermanos Delgado, ambas en Socuéllamos; la Bodega Dehesa del Carrizal en Retuerta del Bullaque, la Bodega del Saz en Campo de Criptana, la Bodega Hacienda Albae en Argamasilla de Alba y la Bodega Megía e Hijos en Valdepeñas.

En la provincia ciudadrealeña ha conseguido fama internacional la Bodega Crisve, de Socuéllamos, una de las más grandes de Europa y con una larga tradición en la producción de vinos, ya que nació en 1955 de la ilusión de 25 agricultores que montaron una cooperativa y que han alcanzado un gran prestigio con el paso del tiempo por las técnicas y tecnología utilizadas para hacer vinos jóvenes, frescos y aromáticos, así como crianzas y reservas deliciosos.

El recorrido por las bodegas de Castilla-La Mancha sigue por la provincia de Cuenca, en la que entre todas sus bodegas merece una mención especial la de Finca Antigua, en Los Hinojosos, por sus 421 hectáreas de viñas y las cinco bodegas que conforman el complejo de la familia Martínez Bujanda.

Cada parcela de la finca se destina a la elaboración de un vino diferente, lo que le da a sus caldos un estilo único y sus crianzas y reservas son envejecidos durante 12 y 18 meses respectivamente en barricas de roble francés, mientras que la visita turística ofrece no solo una guía por la bodega y viñedos sino también la posibilidad de conocer su proyecto de Investigación y Desarrollo (I+D).

Las bodegas Señorío de Moterruiz y Vitis Natura, ambas en Villanueva de la Jara, la Bodega y Viñedos Uribes Madero en Huete, Bodegas Finca La Estacada en Tarancón, Bodegas Illana en Pozoamargo, Bodegas Mont-Reaga en Monreal del Llano, Bodegas Villavid en Villarta, y la Sociedad Cooperativa CLM Nuestra Señora de Rus de San Clemente completan el listado de visitas turísticas que pueden realizarse en la provincia de Cuenca para conocer sus vinos.

Y la ruta enológica concluye en la provincia de Toledo, con la visita que puede hacerse a una de las más conocidas bodegas en esta comarca con la de Pagos Marqués de Griñón en Malpica de Tajo, propiedad del marqués que le da nombre y que ha sido pionero en la modernización de la viticultura para dotar de excelencia y personalidad a cada uno de sus caldos.

La sostenibilidad y el respeto al entorno natural y arquitectónico son claves en la fabricación de sus vinos así como la innovación, mientras que la antigua casa de labor sirve de centro de visitas con cuatro comedores y salas de cata.

En la provincia toledana pueden también visitarse la Bodega Finca Constancia-González Byass en Otero, la Bodega Finca Loranque en Bargas, la Bodega Finca Venta de Don Quijote en El Toboso, la Bodega Viñedos Cigarral Santa María en Toledo, con el único viñedo urbano de España, uno de los cuatro existentes en todo el mundo, y espectaculares vistas al casco histórico de la capital; bodegas Arrayán y Cartema, ambas en Santa Cruz del Retamar; Bodegas Finca El Retamar en Sonseca y Bodegas Martúe en La Guardia.

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