Entre fósiles y dinosaurios, un viaje al pasado a través de la historia de la paleontología sin salir de Cuenca

El pasado 10 de enero se cumplían cuatro años desde la inauguración de la última fase del Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha, que ofrece una experiencia de conocimiento única sobre este patrimonio de la región y que tiene a 'Pepito' como su máximo atractivo.

TOLEDO.- El Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha fue creado por decreto el 20 de marzo de 2015, con el objetivo de dinamizar el patrimonio paleontológico a nivel regional y nacional, y abrió sus puertas con una primera fase el 23 de marzo de ese mismo año, con un pequeño espacio expositivo compuesto de 200 piezas y 20 reproducciones a tamaño real bajo el título de 'Tierra de Dinosaurios'.

El proyecto se desarrollará por completo en cuatro fases, la segunda de las cuales se inauguró en diciembre de 2015, destinada a completar los espacios interiores e incorporar los fósiles más destacados de los yacimientos paleontológicos de Las Hoyas y Lo Hueco.

Cumplidos cuatro años desde la inauguración de su tercera fase el 10 de enero de 2018, que convirtió al museo en un espacio de referencia a escala nacional y europea y supuso una revisión total de la museografía y del contenido científico y didáctico y el doble de espacio del que tenía, el MUPA sigue mostrando a sus visitantes la riqueza paleontológica de Castilla-La Mancha y, en especial, de la provincia de Cuenca.

Desde entonces, el museo ha impulsado las visitas familiares y de escolares que ha agrandado aún más el número de visitantes que cosechaba desde su apertura. En 2015 el MUPA de Castilla-La Mancha recibió unas 26.000 visitas, en 2016 fueron más de 38.000 y hasta el cierre por obra en 2017 llevaba un incremento del 74 por ciento.

Con la inauguración de la tercera fase, por valor de 900.000 euros de los cuales el Gobierno regional aportó 400.000 y del resto se hizo cargo el Consorcio de la Ciudad de Cuenca, el Museo Paleontológico incluyó novedades como un nuevo reparto temático por plantas y la unificación en un mismo espacio expositivo de los principales yacimientos con dinosaurios de la región, Las Hoyas y Lo Hueco.

De igual forma, tienen también su propio espacio otros recursos de la comunidad autónoma como son los lagos oligocenos de Cuenca y la fauna de mamíferos del Mioceno de Cuenca y Ciudad Real.

También la tercera fase del proyecto conllevó la puesta en marcha del Parque Paleontológico en la parcela exterior del museo, como complemento didáctico, divulgativo y lúdico muy enfocado a los niños.

La evolución del museo durante los últimos siete años ha sido notable y en la actualidad cuenta con más del 95 por ciento de piezas originales en la colección, además de que ha asumido diferentes funciones que pasan por la conservación, protección, documentación y exposición ordenada de sus colecciones; facilitar el acceso a todo tipo de público, sobre todo estudiantes; elaborar y realizar productos culturales y educativos y, entre otras, fomentar la investigación.

La colección del MUPA invita a un auténtico viaje al pasado que abarca 550 millones de años de historia y tiene como eje principal los fondos de las intervenciones paleontológicas en los yacimientos de Las Hoyas y Lo Hueco, si bien forman parte también el resto de depósitos titularidad de la Junta de Comunidades, desde los registros paleozoicos de Toledo y Ciudad Real, mesozoicos de Guadalajara y Cuenca y cenozoicos de toda la región.

En concreto, la colección del museo está compuesta por más de 34.000 ejemplares, 20.000 de ellos de Las Hoyas que representan unos 130 géneros de organismos de hace 125 millones de años y otros 12.000 ejemplares de Lo Hueco hace 75 millones de años, entre los que se encuentran esqueletos parciales de dinosaurios de grandes dimensiones.

Sin duda, uno de los grandes atractivos del MUPA de Cuenca es 'Pepito', actor de reparto en la película 'Jurassic World: El reino caído' de José Antonio Bayona, que ha llegado a la gran pantalla pero sus orígenes están unidos al paleo-humedal de Las Hoyas hace unos 125 millones de años, donde era uno de los mayores depredadores.

Su fósil es uno de los mejores conservados y más completos, con casi la totalidad de su esqueleto, piel y músculos en la zona del pie y la cola e incluso restos de su cavidad torácica.

Por plantas, quienes visiten el MUPA encontrarán en la baja una zona dedicada al Paleozoico en la que se exhiben fósiles castellanomanchegos de hasta 530 millones de años, sobre todo de Toledo y Ciudad Real; mientras que el área destinada al Mesozoico incorpora fósiles de la región distribuidos entre el Triásico, Jurásico y Cretácico castellanomanchego.

En el espacio del Cenozoico, se muestran conceptos desde la extinción de los dinosaurios a finales del Cretácico hasta la actualidad, con referencias a los lagos oligocenos de Cuenca y fósiles de la primera parte del Terciario en la provincia.

La fauna del Mioceno Inferior de Cuenca y del Mioceno Superior de Ciudad Real conforman el espacio del Mioceno, con piezas originales de gran tamaño y réplicas de rinocerontes lanudos, tigres dientes de sable y osos de las cavernas que introducen ya el Pleistoceno.

La visita al Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha se configura como una alternativa perfecta para acudir en familia o con menores, por el interés que despiertan los dinosaurios entre los más pequeños.

Por ello, el propio MUPA organiza también visitas guiadas para escolares que dan una nueva visión de la evolución de las especies a través de los fósiles de los yacimientos paleontológicos con más relevancia de la región, y 'Pepito' es también el mejor guía en una visita en la que narra curiosidades y anécdotas y presenta a sus 'amigos'.

Entre las actividades del museo también está la realización de talleres didácticos durante los fines de semana y festivos dirigidos al público infantil, en los que los niños se convierten en paleontólogos por un día y juegan para aprender las características de los dinosaurios o crean copias de los fósiles.

Y en materia de investigación, el MUPA también aporta su granito de arena facilitando el acceso a las piezas de su colección con fines investigativos, de manera que cada año son estudiados cientos de fósiles; así como asume también la recepción de piezas en nuevos hallazgos.

Un museo muy vivo pese a que cuenta y expone lo que ocurrió por estas tierras hace millones de años, y una opción turística para los amantes de los dinosaurios y para pasar un buen plan en familia.

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