TOLEDO.- "Anteponía, por encima de cualquier cosa, la vida y las personas, y era capaz de entenderse con gente de cualquier condición y cualquier opinión". Así ha recordado el presidente de Castilla-La Mancha y secretario regional del PSOE, Emiliano García-Page, al que fuera su compañero de filas y presidente de las Cortes entre los años 2015 y 2019, Jesús Fernández Vaquero, fallecido hace ahora un año. Un recuerdo que ha manifestado durante el acto de colocación del retrato del expresidente de la Cámara en la galería del Parlamento regional.
Una obra del pintor Emilio Fernández-Galiano, hijo de Antonio Fernández-Galiano, quien fue el primer presidente preautonómico de la Junta de Comunidades, que desde hoy cuelga ya en la galería de la planta noble del convento de San Gil, junto al de sus antecesores al frente de las Cortes castellanomanchegas.
Allí, García-Page ha destacado que "formaba parte de su humanidad romper barreras, generar espacios de confianza", en alusión a la labor política y parlamentaria realizada durante décadas por Fernández Vaquero.
Un reconocimiento al talante dialogante y conciliador del que ha sido el único presidente de las Cortes castellanomanchegas que, en sus 40 años de historia, ha fallecido.
En este contexto, García-Page ha celebrado la presencia del anterior presidente de las Cortes "en el cuadro de honor, de reconocimiento histórico en esa galería en la que damos testimonio de dónde venimos y a dónde vamos". Al respecto, ha señalado que "no es solo un acto de reconocimiento, de conciliación y dignidad de la institución", sino que "es, para muchos, un pretexto muy bueno para recordar su persona".
Junto la viuda, Manuela Maqueda, el jefe del Gobierno autonómico ha ensalzado el "ánimo constructivo y superador" de Jesús Fernández Vaquero, en quien "siempre mandaba la persona" y quien "siempre ha tenido claras sus convicciones y sus ideas, pero siempre una idea por encima de cualquiera: la gente por delante", ha recalcado.
En un Salón de Plenos de las Cortes regionales repleto de autoridades, Emiliano García-Page ha recordado también "los momentos difíciles" en los que Fernández Vaquero "hacía de puente y buscaba el mejor de los entendimientos posibles. Gestionaba estabilidad", ha continuado, bajo la premisa de "no romper nunca la cuerda".
En el marco de este acto simbólico, el presidente de Castilla-La Mancha se ha comprometido a que, el próximo año, se celebre un acto de "homenaje mínimo, elemental, de presencia" con la representación pictórica de quienes han ostentado la presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. A juicio de García-Page, "es una obligación estar retratados porque forman parte de épocas de esta Comunidad Autónoma".
En este acto de homenaje a Jesús Fernández Vaquero han acompañado a García-Page el actual presidente de las Cortes, Pablo Bellido, así como la totalidad de los miembros del Gobierno de Castilla-La Mancha y una representación de los expresidentes del Parlamento autonómico, entre otras personalidades.
Durante su intervención Bellido se ha referido a Vaquero como "maestro del diálogo", "un buen político, íntegro y comprometido con su tierra, que quería cambiar las cosas".
Asimismo ha elogiado el respeto de Vaquero por los demás, "incluso hacia el adversario político, que en en democracia no es el enemigo", ha precisado. El presidente de las Cortes ha pedido que la figura de su antecesor en el cargo sirva de inspiración "para esforzarnos en no traer crispación a los parlamentos y a las Cortes, y que, con nuestro ejemplo, la sociedad sea más tolerante".
Por otra parte, el presidente del Parlamento regional ha reivindicado que este acto, como el que tuvo lugar en octubre con el cuadro de Tirado, "no supone solo rendir homenaje a la persona, sino también a la institución y al sistema", en las figuras de quienes presiden el foro político en el que está representada la ciudadanía.
Durante el acto ha intervenido también la esposa de Vaquero, Manuela Maqueda, quien ha recordado cómo su vida "estuvo ligada al parlamento", y que "en todo lo que hacía ponía su corazón siempre caliente, aunque tenía la cabeza fría", trabajando "con tesón", teniendo entre sus prioridades siempre "los intereses de Castilla-La Mancha y de sus habitantes" y como métodos que "la cercanía con la ciudadanía" y que "en política no todo vale: hay líneas rojas que no pueden saltarse bajo ningún concepto".
La lealtad, prudencia, el respeto y el diálogo fueron "algunas de las señas de identidad" de Fernández Vaquero, ha afirmado Maqueda, que también ha recordado que en su discurso de investidura como presidente de las Cortes, "se comprometió a abrir el parlamento a la ciudadanía y así lo hizo".
"Nadie se va del todo mientras perviva en el recuerdo y este acto es un ejemplo de ello. Con este retrato en las Cortes, Jesús no se ha ido donde habita el olvido, sino que su presencia seguirá aquí y sé que estará presente en los corazones de mucha gente", ha concluido.
