El milenario arte de la cerámica y la tradición del bordado, señas de identidad que invitan a recorrer la provincia de Toledo

Una ruta por ocho municipios en los que el oficio artesano se materializa en piezas de gran valor que superan el paso de los siglos.
Los murales cerámicos repartidos por distintos puntos de la ciudad convierten a Talavera de la Reina en un museo al aire libre.
photo_camera Los murales cerámicos repartidos por distintos puntos de la ciudad convierten a Talavera de la Reina en un museo al aire libre.

TOLEDO.- Reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, la cerámica de Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo es uno de los grandes atractivos culturales y turísticos de la provincia de Toledo, junto con la cuna del bordado tal y como puede considerarse al municipio de Lagartera.

Localidades que se incluyen en una ruta planteada por la Diputación Provincial de Toledo para conocer de cerca los enclaves de interés de estas dos expresiones artísticas artesanales que perviven con el paso de los siglos y que han sabido aunar tradición con modernidad.

Esta ruta tiene como punto de partida Talavera de la Reina, la Ciudad de la Cerámica, donde el arte del ceramista ha pasado de generación en generación, donde padres e hijos han impregnado sus piezas de originalidad y singularidad desde sus talleres, si bien también han sabido adaptarse a los tiempos, a los nuevos mercados y a las nuevas tecnologías.

La cerámica de Talavera llega hoy día a cualquier parte del mundo pero sin perder ni un ápice de su esencia, aunque desde el punto de vista turístico es también un atractivo para visitantes a este municipio toledano, donde podrán disfrutar de un paseo por la plaza del Pan, donde está ubicada la colegiata de santa María, o entrar en el Museo Ruiz de Luna, que ofrece una gran colección, y analizar cada uno de los murales cerámicos repartidos por distintas zonas de la ciudad.

Desde Talavera, origen del arte ceramista por excelencia, el visitante puede trasladarse a Navalcán y empezar a conocer la técnica del bordado en los talleres que conservan sus antiguas raíces, así como puede aprovechar para hacer turismo natural por las numerosas rutas senderistas de su entorno.

La siguiente parada en esta ruta de la cerámica y el bordado es Oropesa, donde lo segundo también sigue siendo en la actualidad un oficio al que no quieren renunciar las nuevas generaciones, si bien esta localidad toledana es también famosa por su carácter medieval y por visitas turísticas a su castillo, su parador nacional o su casco histórico; y, sobre todo, por sus Jornadas Medievales declaradas Fiesta de Interés Turístico Regional.

Pero sin duda, el centro neurálgico de la artesanía del bordado es Lagartera, famoso por sus típicos trajes lagarteranos que lucen en su Corpus Christi, una fiesta también de Interés Turístico Regional en la que el bordado en uno de sus máximos protagonistas, aunque estos trajes también se exponen a lo largo del año en el museo municipal 'Marcial Moreno Pascual'.

La ruta continúa por Calzada de Oropesa, también con bordados con historia y una historia que lleva a la época tardorromana con los restos de una necrópolis y la calzada romana que unía Toledo con Mérida; y por Valdeverdeja, que goza igualmente de un entorno natural, con sus molinos de agua y pozos, que despierta el interés de los turistas y fiestas famosas como su Carnaval de las Ánimas, de igual modo reconocida como Fiesta de Interés Turístico Regional.

Talavera consiguió el título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad para su cerámica pero lo hizo junto a El Puente del Arzobispo, otra parada obligatoria en esta ruta en lo que respecta a puntos estratégicos de la cerámica y cuyas piezas difiere de las hechas en Talavera por sus tonos verdes a diferencia de los azules de la Ciudad de la Cerámica.

El Puente del Arzobispo cuenta con un Centro de Interpretación de la Cerámica que realza, más si cabe, esta tradición popular y muestra piezas de indudable valor artístico.

La ruta de cerámica y bordados por la provincia de Toledo puede finalizar en Calera y Chozas, localidad de la comarca de Talavera en la que además de su patrimonio artesano también se puede hacer turismo por la Vía Verde de la Jara.

Y es que esta propuesta turística no solo se centra en las técnicas artesanas de la cerámica y el bordado sino que anima a conocer la provincia de Toledo desde otro punto de vista y conjugar el turismo cultural con el natural, el gastronómico o el patrimonial.

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