TOLEDO.- A lo largo del pasado año desde el servicio de emergencias 112 de Castilla-La Mancha se gestionaron más de ochocientos incidentes -813 concretamente- relacionados con personas desaparecidas o perdidas, en trece de los cuales se solicitó por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado la colaboración de recursos de Protección Civil para participar en los dispositivos de búsqueda establecidos.
Datos que se han puesto de manifiesto durante el curso ofrecido en la Escuela de Protección Ciudadana de Castilla-La Mancha sobre técnicas para afrontar la búsqueda de personas en grandes áreas, en cuya primera edición han participado una treintena de personas procedentes de varias localidades de la provincia de Toledo.
Un organismo dependiente de la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas, que ha albergado el curso titulado 'Búsqueda de personas en grandes áreas', con el que se pretende que el personal voluntario de las agrupaciones de Protección Civil disponga de las herramientas necesarias para afrontar con éxito las labores de apoyo en los operativos de búsqueda de personas en áreas extensas de la región.
Curso a cuya apertura ha asistido el director general de Protección Ciudadana, Emilio Puig, quien ha destacado la importancia de conocer los mecanismos de búsqueda de personas perdidas o desaparecidas, especialmente en una comunidad autónoma como Castilla-La Mancha en la que en determinadas zonas se da una baja densidad demográfica y un envejecimiento de la población.
En este sentido, destacan en nota de prensa que una de las actuaciones más frecuentes por las que se activa a los voluntarios y voluntarias de las agrupaciones de Protección Civil de Castilla-La Mancha es la búsqueda de personas en grandes extensiones de terreno, especialmente mayores, en zonas rurales.
Así, en esta acción formativa, la treintena de participantes ha conocido de manera teórica la preparación de un dispositivo de búsqueda. Se les ha enseñado a estudiar el área acotada donde se realizará la explotación, así como los aspectos geográficos y topográficos a tener en cuenta, además de la situación meteorológica.
Del mismo modo también se les ha instruido en la recopilación de información sobre la persona desaparecida, un aspecto muy importante que puede dar claves de dónde buscar.
Dentro de la preparación del mecanismo de búsqueda, los participantes también han podido conocer qué parámetros forman parte de la planificación inicial, entre los que cabe destacar, la elaboración de una cronología de la desaparición, los cálculos para el planteamiento del dispositivo de búsqueda, la sectorización de la zona donde se llevará a cabo la actividad y el tiempo que se asignará.
UNA EDICIÓN POR PROVINCIA
En este sentido, y con el fin de que se puedan beneficiar de esta formación la mayor parte de voluntarios y voluntarias, el curso se llevará a cabo en cinco ediciones, una por provincia, siendo la primera de ellas la que ha tenido lugar en Toledo. Las demás ediciones se desarrollarán durante los meses de abril y mayo.
En esta primera edición han participado voluntarios y voluntarias procedentes de agrupaciones de las localidades toledanas de Bargas, Borox, Carranque, Casarrubios del Monte, Cobisa, Fuensalida, Numancia de la Sagra, Pantoja, Portillo de Toledo, Quintanar de la Orden, Seseña, Torrijos, Ugena, Valmojado, Yeles y la capital regional.
