España dirá adiós al uso de la mascarilla en interiores el 20 de abril tras casi dos años de obligatoriedad

Seguirá siendo obligatorio en centros sanitarios, residencias de mayores (para trabajadores y visitantes) y el transporte; en los centros de trabajo decidirán los servicios de prevención y en los colegios no habrá que llevarla.
El Consejo Interterritorial de Salud, presidido por la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se ha reunido este miércoles en el Palacio de Fuensalida de Toledo. - JCCM
photo_camera El Consejo Interterritorial de Salud, presidido por la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se ha reunido este miércoles en el Palacio de Fuensalida de Toledo. - JCCM

TOLEDO.- El Consejo de Ministros aprobará el próximo 19 de abril una nueva normativa sobre el uso de mascarillas en espacios interiores por la que dejarán de ser obligatorias en estos ámbitos salvo en centros sanitarios y sociosanitarios y los transportes, medida que entrará en vigor un día después.

Así lo ha explicado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, a los periodistas en un receso del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ordinario reunido este miércoles en Toledo, en el que ha participado a los consejeros su intención de presentar un nuevo real decreto ley en el primer Consejo de Ministros tras las vacaciones de Semana Santa.

La nueva norma se publicará en el BOE un día después e inmediatamente entrará en vigor, ha añadido la ministra.

Darias ha avanzado que la mascarilla dejará de ser obligatoria en interiores a excepción de "aquellos espacios en los que puede haber personas con vulnerabilidad: centros de salud, hospitales, centros sociosanitarios -residencias- y en los transportes".

Respecto a las residencias, la ministra hacía una precisión, señalando que tendrán que llevarla trabajadores y visitantes, pero no los residentes porque al fin y al cabo "es su casa", a menos que estén compartiendo espacios comunes.

En los demás será una "recomendación de uso responsable, especialmente cuando hay aglomeraciones de personas y cuando se trate de personas vulnerables".

En el ámbito escolar, "por supuesto" no habrá que llevar ya mascarilla aunque a los profesores con factores de vulnerabilidad se les aconsejará que se la pongan.

España dirá así adiós a casi dos años de obligatoriedad de la mascarilla, la última de las restricciones visibles de la pandemia; y lo hará tres semanas después de que haber inaugurado una nueva etapa en la que ya solo se cuentan casos graves y en entornos vulnerables y los leves y asintomáticos ya no deben aislarse.

Fue el 21 de mayo de 2020 cuando entró en vigor la orden con la que el Ministerio de Sanidad, entonces liderado por Salvador Illa, impuso su uso para mayores de 6 años en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o abierto al público, siempre que no fuera posible mantener una distancia de seguridad interpersonal de al menos dos metros.

Aquella orden dio lugar, en la práctica, a un verano de situaciones dispares entre comunidades por la interpretación de la distancia interpersonal al aire libre, aunque poco a poco fueron endureciendo la norma hasta imponerla independientemente de la separación distancia de seguridad en cualquier espacio.

Por otra parte, y ya al término de la reunión, en una comparecencia junto al consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández, la ministra ha detallado que en el ámbito laboral, serán los servicios de prevención de riesgos de las empresas los que valorarán cómo ha de utilizarse las mascarillas en el trabajo a partir del 20 de abril. No obstante, los expertos aconsejan llevarla cuando la distancia interpersonal sea inferior a 1,5 metros y no pueda garantizarse la ventilación adecuada del espacio.

Asimismo, en otros espacios cerrados de uso público como comercios, otros en los que las personas permanecen un tiempo prolongado sin comer ni beber (cines, teatros, salas de conciertos, museos, etc.) o en los que sí lo hacen (bares, restaurantes, locales de ocio nocturno…) lo que recomiendan es un "uso responsable" del cubrebocas, al igual que en el entorno familiar, las reuniones de amigos y celebraciones privadas.

PRÁCTICA UNANIMIDAD

La propuesta de Sanidad, una decisión "pensada, valorada y sopesada", ha contado con la "práctica unanimidad" de los consejeros -Asturias se ha abstenido y Madrid, que quería la retirada fuera inmediata, se ha opuesto-. "El consenso es lo que impera en los Consejos Interterritoriales", ha valorado la ministra.

Un nuevo "punto de inflexión" en la pandemia que empezó hace dos semanas, cuando arrancó la nueva estrategia de vigilancia de la covid por la que solo se cuentan los casos graves y en entornos vulnerables y las personas leves y asintomáticas no deben aislarse.

Lo cual no significa que se haya dejado de monitorizar, sino que ahora "se focaliza la métrica en las personas mayores de 60 años", que son los más frágiles al virus.

Todo ello ha sido posible gracias al "altísimo nivel de inmunización" y una situación epidemiológica que se encuentra "en un contexto favorable", por eso han tomado esta decisión "contando asesoramiento de las personas expertas".

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